take a breath || Aidan Gallagher

🐝 love u 🐝

Ha pasado exactamente tres semanas desde nuestra cita en su casa.

Hoy tendremos otra, ahora afuera.

— ¿Te molesta si va Harry? — preguntó en medio de la llamada.

— ¿Que vaya Harry? — pregunté confundido. — ¿A nuestra cita? — resalté la segunda palabra.

— Sí — afirmó. — Si no quieres podemos vernos otro día...

¿Me está dejando de lado por Harry?

— Vaya... haz lo que quieras. — Dije ya molesto.

— Tú y yo no, bobo — rió. — Harry y yo.

— Ah — me sentí estúpido, también reí. — No, que vaya, no importa — me calmé.

Es buena idea intentar ser amigo del mejor amigo de mi chica, ¿no?

— Bien, nos vemos — se despidió.

— Sí nena, con cuidado — colgué.

Quedamos en ir a tomar un café, supongo que será divertido, no sé qué esperar.

Saliendo de mi casa, mi teléfono vibró.

— ¿Hola? — contesté cerrando la puerta.

— ¡Aidan! — la voz de Trinity contestó. — ¿Ya vienes? — ¿qué?

— ¿Eh?

— A la cafetería, te estoy esperando.

Demonios, había olvidado que quedé con ella antes de quedar con Clifford.

— Sí, sí, acabo de salir de mi casa, perdón, voy tarde — escuché que rió.

— No te preocupes, te espero — caminé hacia el auto, mi padre me espera.

— Clifford y su amigo también van, espero que no te moleste — me subí y le hice una seña a mi papá para que arrancara.

— Oh, no tengo ningún problema con ello, aquí los espero — contestó como siempre, amable.

— Nos vemos dentro de cinco, te veo allá — me despedí.

— Sí, con cuidado — y colgó.

Tal como lo dije, nos tomó unos minutos en llegar a la cafetería, Clifford estaba afuera y Harry jugaba con sus mejillas.

— Me avisas cuando quieras irte — dijo mi papá cuando bajé del auto.

— Sí, gracias — asintió y arrancó.

Me acerqué a ambos.

— Hey — los interrumpí, Harry dejó de pellizcar sus mejillas y saludó con la mano, Clifford corrió a abrazarme.

— ¡Hola!, te extrañé — sonreí y froté su cabello.

— Nos vimos ayer, corazón. Y hace un rato en la escuela — se puso la mano en la frente.

— Aún así te extrañé — le dí un beso en la mejilla. — Qué tal Harry.

— Aidan — murmuró.

— Hay alguien que quiero que conozcas, nos espera adentro... ¿vienen? — señalé la puerta.

— Sí, vamos — tomó a Harry de la mano y entramos juntos.

Está mucho con él...

— ¡Aquí! — saludó Trinity desde una mesa.

Le sonreí y fui directamente a abrazarla.