Capítulo 18

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Te quiero. Esas palabras que tanto deseaba escuchar, por nada del mundo quería que ese momento terminase.

Permanecimos con nuestras frentes juntas unos instantes más hasta que fuimos interrumpidos por una abalancha humana. Los chicos habían escogido ese momento para irrumpir en la habitación, rompiendo así nuestro momento.

-         Ey parejita, guardaros los mimos para cuando salgais del hospital-dijo David acercándose a nuestra posición.

-         Eso, eso, que corra el aire- dijo Dani separándome de Álvaro.

-Hombres-pensé. Me levanté de la cama para dejarle sitio a los chicos.

Como los chicos se pusieron a hablar de sus cosas, decidí ir en busca de Vero que estaba en el parque con Laura.

Cuando salí al pasillo me encontré con mucha mas gente, gente que iba de aquí para allá en busca de algún médico o enfermera que pudiera ayudarla. Necesitaba salir de ese lugar, necesitaba respirar aire puro.

Caminé hacia la puerta y la abrí de un tirón y salí corriendo hacia la calle. A esas horas circulaban pocos coches y los pocos que habían se dirigían al hospital.

En frente de donde me encontraba había un parque asique supuse que allí estaría Vero con la niña, esperé a que el semáforo se pusieran en verde y comencé a caminar. A mitad de camino un Focus negro cruzó rapidamente, por suerte conseguí llegar al otro lado sin ser herida. Intenté ver al conductor y me pareció apreciar una melena pelirroja, pero no le hice mucho caso, eso sí , me había dado un buen susto.

Llegué al parque donde me encontré a una Vero dormida y a una Laura que intentaba despertarla, me acerqué sigilosamente...

-         BUUUUU- dije asusanto a Laura, quien gritó como una loca provocando que Vero se despertara de golpe.

-         Cabrona!- me dijo Vero desperezándose- Veo que ya estás de mejor humor, eh pillina, a saber que habrás echo tu con Álvaro...-me dijo Vero arqueando las cejas.

-         Por si no lo recuerdas, no siente las piernas asique mucho no ibamos a hacer- dije mientras le comía la cara a besos a mi niña.

-         Pero el “asunto” le sigue funcionando no?- me dijo hablando en clave para que la niña no escuchara cosas guarras-

Justo en el momento en el que iba a contestarle que no tenía ni idea, la pequeña, como de costumbre, me interrumpió.

-         Tiiiita ¿y que es el asunto?-preguntó inocentemente.

-         Pueeeees el asunto es.....- comenzó a decir Vero- Mejor que te lo explique mami-le dijo a la pequeña mientras me lanzaba una mirada peligrosa.

-         Laura son cosas de mayores, no preguntes-

-         Joooo pero si yo soy mayor- dijo la pequeña haciendo pucheros- Ya tuve dos novios!- dijo cruzándose de brazos.

Vero y yo nos miramos y nos echamos a reír-bendita infancia-pensé.-

Después de media hora,decidimos ir a ver que estaban haciendo los chicos con Álvaro, conociéndolos seguro que ya la habían liado.

Cojí a Laura de la mano y salimos del parque, llegamos al paso de peatones donde tuvimos que esperar ya que el semáforo estaba en rojo. Mientras esperabamos para cruzar, Vero me contaba lo feliz que era con Blas y lo mucho que le costaba separarse de él.-Hacen una buena pareja-pensé.

En cuanto el semáforo se puso en verde, la niña se deshizo de mi mano y cruzó la carretera corriendo, cuando la niña estaba a mitad de camino, un coche negro emergió de la nada a una velocidad muy superior a la permitida, cruzó en paso de peatones, saltándose así el semáforo en rojo, y se perdió de vista.

Lo que nos deparará el destino (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora