Era una de las personas que no me esperaba encontrar tan pronto pero me alegraba verla, siempre nos habíamos llevado bien aún cuando Álvaro y yo ya no estábamos juntos, de echo era la única que sabía que Laura era su hija. Al principio le costó asimilarlo y no decírselo a él pero con el tiempo me di cuenta de que verdaderamente había guardado el secreto incluso a su propio hijo.
Pero a pesar de conocer su existencia no conocía a La pequeña personalmente por eso nada más bajar del coche la miraba con cariño.
- Anna, ¡cuanto tiempo! - exclamó mi "suegra" mientras su hijo terminaba de sentar a Laura en su silla - Estás mucho más guapa, mi hijo tenía razón cuando me lo dijo - comentó mientras yo me ponía roja como un tomate.
- Muchas gracias Mercedes pero no es para tanto, tu hijo exagera demasiado- dije mientras veía como Álvaro se acercaba.
- Yo digo verdes como puños - susurró mientras colocaba sus manos en mi cintura.
Tenerlo tan cerca me hizo estremecer. Depositó un beso en mi cabeza y se metió en el coche.
Tanto su madre como yo le imitados y pusimos rumbo a nuestra casa. Durante el corto trayecto que separaba nuestra casa del lugar donde estábamos, Laura se pasó todo el camino haciéndole preguntas a Mercedes, el una niña cotilla.
- Cariño - dije interrumpiendola - Mercedes es tu abuela- le expliqué.
La cara de sorpresa que puso hizo que tanto Mercedes como yo empezaremos a reír descontrolada mente, la niña a veces podía ser muy expresiva.
- Oye-nos interrumpió Álvaro - fiestas en el coche no, que no me entero de nada.
Álvaro se había picado por lo que le dí un beso en los labios justo cuando llegamos a casa.
- Esta noche prepárate - susurré en su orejas antes de salir.
Aunque me encontraba de espaldas a él sabía perfectamente que tenía unas risas la cara. Mientras me acercaba a la puerta de entrada me puse a buscar las llaves en el bolso contar mala suerte que no vi el escalón y tropecé.
- Estás bien? - me preguntó Mercedes mientras me ayudaba a levantarme - tienes que ir con cuidado.
- Mami, ¿ te has echo pupa? - me preguntó la niña preocupada.
- No cariño, estoy bien - contesté con una sonrisa mientras entrábamos en el edificio.
Álvaro había llegado antes que nosotras por lo que la puerta a del piso ya está a iberia, entramos y Laura cogió a su abuela de la mano y se lo llevó a su habitación pues quería enseñarle todos sus juguetes. Mercedes se dejó llevar y nos quedamos Álvaro y yo a solas.
- ¿Parece que se llevan bien, no? - preguntó él mientras acariciaba mi vientre plano - he pensado que se lo podíamos decir hoy-comentó con la manos en la misma posición - pronto retomaremos los conciertos y ella te podrá ayudar con la peque ya que Vero difícilmente podrá -
Suspiré. No me gustaba la idea de que me dejase sola otra vez pero tampoco quería ser egoísta ese es su trabajo, sus fans solo merecían al fin y al cabo parte del éxito del grupo se lo debían ellos.
-.¿En que piensas? - preguntó al verme tan callada - si es por lo que te acabo de decir, no te preocupes, vendré a verte siempre que pueda.
- Te vas a perder otra vez el embarazo de tu hijo... - comencé a decir cabizbaja.
- He echo cuentas y sólo nos quedan dos conciertos después promocionar esos el nuevo disco asique lo único que me perderé son tus primeras vómitos mañaneras- explicó intentando sacarme una sonrisa - no pongas es cara- dijo al ver mi cara de mosqueo - todo esto es verdad-.