Capítulo 35

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Era una de las personas que no me esperaba encontrar tan pronto pero me alegraba verla,  siempre nos habíamos llevado bien aún cuando Álvaro y yo ya no estábamos juntos,  de echo era la única que sabía  que Laura era su hija. Al principio le costó  asimilarlo y no decírselo  a él pero con el tiempo  me di cuenta de que verdaderamente había  guardado el secreto incluso  a su propio hijo.


Pero a pesar de conocer su existencia  no conocía a La pequeña personalmente  por eso nada más  bajar del coche la miraba con  cariño.


- Anna,  ¡cuanto tiempo! - exclamó mi "suegra" mientras su hijo terminaba de sentar a Laura en su silla - Estás mucho más guapa,  mi hijo tenía  razón cuando me lo dijo - comentó  mientras yo me ponía  roja como un tomate.


- Muchas gracias Mercedes pero no es para tanto,  tu hijo exagera demasiado- dije mientras veía  como Álvaro se acercaba.


- Yo digo verdes como puños -  susurró  mientras  colocaba sus manos en mi cintura.


Tenerlo tan cerca me hizo estremecer. Depositó  un beso en mi cabeza y se metió  en el coche.


Tanto su madre como yo le imitados y pusimos rumbo a  nuestra casa. Durante el corto trayecto que separaba nuestra casa del lugar donde estábamos, Laura se pasó  todo el camino haciéndole preguntas  a Mercedes,  el una niña cotilla.


- Cariño - dije interrumpiendola - Mercedes es tu abuela- le expliqué.


La cara de sorpresa que puso hizo que tanto Mercedes como yo empezaremos a reír descontrolada mente,  la niña a veces podía ser muy expresiva.


- Oye-nos interrumpió  Álvaro - fiestas en el coche no, que no me entero de nada.


Álvaro se había picado por lo que le dí un beso en los labios justo cuando llegamos  a casa.


- Esta noche prepárate -  susurré en su orejas antes de salir.


Aunque me encontraba de espaldas a él  sabía perfectamente que tenía  unas risas la cara

. Mientras me acercaba  a la puerta de entrada me puse  a buscar las llaves en el bolso contar mala suerte que no vi el escalón  y tropecé.


- Estás  bien? - me preguntó  Mercedes mientras me ayudaba a levantarme - tienes  que ir con cuidado.


- Mami,  ¿ te has echo pupa? -  me preguntó  la niña preocupada.


- No cariño,  estoy bien -  contesté  con una sonrisa mientras entrábamos  en el edificio.


Álvaro había  llegado antes que nosotras por lo que la puerta a del piso ya está  a iberia,  entramos y Laura cogió  a su abuela de la mano y se lo llevó  a su habitación  pues quería  enseñarle todos sus juguetes. Mercedes se dejó  llevar y nos quedamos Álvaro  y yo a solas.


- ¿Parece que se llevan bien, no? - preguntó  él  mientras acariciaba mi vientre plano - he pensado que se lo podíamos decir hoy-comentó con la manos en la misma posición - pronto retomaremos  los conciertos y ella te podrá ayudar con la peque ya que Vero difícilmente  podrá -


Suspiré. No me gustaba la idea de que me dejase sola  otra vez pero tampoco quería  ser egoísta ese es su trabajo,  sus fans solo merecían al fin y al cabo parte del éxito  del grupo se lo debían ellos.


-.¿En que piensas?  - preguntó al verme tan callada - si es por lo que te acabo de decir, no te preocupes,  vendré a verte siempre que pueda.


- Te vas a perder otra vez el embarazo de tu hijo... - comencé  a decir cabizbaja.


- He echo cuentas y sólo  nos quedan dos conciertos  después  promocionar esos el nuevo disco asique lo único que me perderé  son tus primeras vómitos mañaneras- explicó  intentando sacarme una sonrisa - no pongas es cara- dijo al ver mi cara de mosqueo - todo esto es verdad-.

Lo que nos deparará el destino (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora