Capítulo 47

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Sus ágiles manos fueron desabrochando uno a uno los botones de mi camisa hasta,  lo hacía  con delicadeza mientras no dejaba de besarme.

-       Álvaro, ¿tantas ganas tienes que ni puedes esperar a llegar a casa? - pregunté contra sus labios – 

-       Enana, es que con sólo mirarte me revoluciones – 

Todo esto lo dijo sin apartar  sus labios  de mi boca,  la verdad es que  tener sexo  en un coche  siempre fue una de mis fantasías. No obstante me parecía  muy precipitado,  nos acabábamos de reconciliar y por muchas ganas que tenía de tenerlo bien dentro tendríamos que dejarlo para otro momento. 

-       Álvaro-dije apartándolo - ahora no.
- ¿Y se puede saber porque no? -  ronroneó en mi oído mordiendo mi oreja - te tengo muchas ganas nena -  añadió mientras acariciaba mis pecho por encima del sujetador. 

No sé si fueron mis ansias de sexo o mis hormonas las que me incitaron a mandar todo a la mierda y sucumbir a sus encantos  de amante. 

-       ¿A dónde vas? - preguntó  al verme salir del asiento del copiloto. - ¿Me vas a dejar así? - volvió  a preguntar mientras se señalaba  su ya abultado pantalón. 

-       No cariño,  pero si vamos a follar  prefiero hacerlo en los asientos de atrás  que son más cómodos - todo esto lo dije con voz sensual mientras acariciaba su pecho desde el asiento trasero. 

-       Asique ¿quieres jugar? - preguntó  pícara mente mientras entraba en la parte trasera.

-       Ajá - dije mordiéndome el labio. 

Él  no tardo en lanzarse sobre mí y comerme a besos salvajemente,  no sin antes acomodarme con delicadeza en el asiento trasero de su querido coche. 

-       ¿Desde cuando tienes las tetas tan grandes? - preguntó  sorprendido después de haberme sacado el sujetador a mordiscos. - Vaya melones - exclamó  mientras se pasaba la lengua por los labios.

Me eché  a reír  por su ocurrencia,  la verdad es que en apenas dos meses el pecho me aumentó  una talla por lo que eran un poco más grandes, Álvaro  por lo que vi  no se enteraba de nada. 

-       Estas - dije señalando  mis tetas- han dado el estirón  por el embarazo y no veas lo sensible que están - expliqué  guiñándole el ojo - se ponen tiesos enseguida. 

Tras decir esto último  Álvaro  volvió  a atacar mis pechos, esta vez sin ropa por medio, todo lo que le había  dicho era verdad,  con el embarazo estaban más  sensibles y sólo  con un roce moría  de placer. 
Él  pareció  encantado con el nuevo tamaño, dedicó a chupar y a mordisquear mis pezones hasta que no aguanté más y tuve mi primer orgasmo.

-       Va a ser verdad que te excitas con nada - Álvaro volvió  a besarme con pasión  mientras acariciaba mi sexo ya húmedo - Joder si estás  empapada - dijo subiendo su mano y limpiando  el líquido que había salido de mis entrañas - no me quiero imaginar cómo  acabarás  cuando esté  dentro-.

Tenía toda la razón  estaba caliente no,  lo siguiente,  era puro fuego,  notaba cómo  mi  clítoris palpitaba y mi vagina pedía a gritos tener  el miembro de Álvaro  bien dentro. 

-        Álvaro - él  no paraba de estimular mi clítoris por encima de mis bragas  mientras besaba mi cuello - como sigas así  me voy a volver a correr - gemí  al notar una oleada de calor que nacía en mis entrañas  y desembocaba  en mi sexo. 

-       Enana,  te estás  convirtiendo en una diosa - dijo cesando la labor que estaba haciendo-estos meses  van a ser muy,  pero que muy interesantes-

Lo que nos deparará el destino (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora