Sus ágiles manos fueron desabrochando uno a uno los botones de mi camisa hasta, lo hacía con delicadeza mientras no dejaba de besarme.
- Álvaro, ¿tantas ganas tienes que ni puedes esperar a llegar a casa? - pregunté contra sus labios –
- Enana, es que con sólo mirarte me revoluciones –
Todo esto lo dijo sin apartar sus labios de mi boca, la verdad es que tener sexo en un coche siempre fue una de mis fantasías. No obstante me parecía muy precipitado, nos acabábamos de reconciliar y por muchas ganas que tenía de tenerlo bien dentro tendríamos que dejarlo para otro momento.
- Álvaro-dije apartándolo - ahora no.
- ¿Y se puede saber porque no? - ronroneó en mi oído mordiendo mi oreja - te tengo muchas ganas nena - añadió mientras acariciaba mis pecho por encima del sujetador.No sé si fueron mis ansias de sexo o mis hormonas las que me incitaron a mandar todo a la mierda y sucumbir a sus encantos de amante.
- ¿A dónde vas? - preguntó al verme salir del asiento del copiloto. - ¿Me vas a dejar así? - volvió a preguntar mientras se señalaba su ya abultado pantalón.
- No cariño, pero si vamos a follar prefiero hacerlo en los asientos de atrás que son más cómodos - todo esto lo dije con voz sensual mientras acariciaba su pecho desde el asiento trasero.
- Asique ¿quieres jugar? - preguntó pícara mente mientras entraba en la parte trasera.
- Ajá - dije mordiéndome el labio.
Él no tardo en lanzarse sobre mí y comerme a besos salvajemente, no sin antes acomodarme con delicadeza en el asiento trasero de su querido coche.
- ¿Desde cuando tienes las tetas tan grandes? - preguntó sorprendido después de haberme sacado el sujetador a mordiscos. - Vaya melones - exclamó mientras se pasaba la lengua por los labios.
Me eché a reír por su ocurrencia, la verdad es que en apenas dos meses el pecho me aumentó una talla por lo que eran un poco más grandes, Álvaro por lo que vi no se enteraba de nada.
- Estas - dije señalando mis tetas- han dado el estirón por el embarazo y no veas lo sensible que están - expliqué guiñándole el ojo - se ponen tiesos enseguida.
Tras decir esto último Álvaro volvió a atacar mis pechos, esta vez sin ropa por medio, todo lo que le había dicho era verdad, con el embarazo estaban más sensibles y sólo con un roce moría de placer.
Él pareció encantado con el nuevo tamaño, dedicó a chupar y a mordisquear mis pezones hasta que no aguanté más y tuve mi primer orgasmo.- Va a ser verdad que te excitas con nada - Álvaro volvió a besarme con pasión mientras acariciaba mi sexo ya húmedo - Joder si estás empapada - dijo subiendo su mano y limpiando el líquido que había salido de mis entrañas - no me quiero imaginar cómo acabarás cuando esté dentro-.
Tenía toda la razón estaba caliente no, lo siguiente, era puro fuego, notaba cómo mi clítoris palpitaba y mi vagina pedía a gritos tener el miembro de Álvaro bien dentro.
- Álvaro - él no paraba de estimular mi clítoris por encima de mis bragas mientras besaba mi cuello - como sigas así me voy a volver a correr - gemí al notar una oleada de calor que nacía en mis entrañas y desembocaba en mi sexo.
- Enana, te estás convirtiendo en una diosa - dijo cesando la labor que estaba haciendo-estos meses van a ser muy, pero que muy interesantes-