Capítulo 34

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Me despertó un delicioso aroma que provenía  de la cocina,  miré el despertador  de mi mesilla y pude comprobar que ya era la hora de la comida,  con suerte  comería  algo decente.
Con cuidado me incorporé  en la  cama,  esa pequeña  siesta  me había  sentado de maravilla pues ya me encontraba perfectamente  sin mareos  y sin nada. Iba a levantarme cuando Laura aparece  por la puerta. Tenía  puesto un mandilón que le quedaba enorme y el pelo lo lleva a recogido.
Al ver que estaba a punto de salir de cama avisó  a su padre.
-Papiii- empezó a gritar- mamá  ya se despertó-.
-Laura,  baja la voz,  se van a enterar todos los vecinos- le recriminé,  no me gustaba la forma con la que se estaba comportando últimamente.
Álvaro apareció  por la puerta también  con un delantal y un trapo en la mano,  estaba todo sudado,  me mordí  el labio,  si no estuviera la niña delante me lo devoraba ahí  mismo.
-Amor,  no te levantes de la cama- dijo al ver mis intenciones - hoy comerás  aquí,  no quiero que hagas esfuerzos- terminó  diciendo.
A regañadientes  me volvi a meter en cama con la ayuda  de Laura,  en el fondo era un cielo pero me preocupaban ciertas  cosas  y más  ahora  que tendrá  un hermanito. Y esa era otra,  a ver como se lo tomaba,  porque muy a mi pesar tendrá  un ataque de celos tremendo,  espero equivocarme.
-Cielo-dije llamando la atención de la pequeña - ¿te gusta el perrito? - pregunté  aún  sabiendo la respuesta.
-Si mami,  es muy bueno y no que roba los juguetes-contestó  tan tranquila.
-Pero si te los coge es porque quiere  jugar - expliqué  mientras veía  como Laura cambiaba de cara- y no pongas esa cara - le dije muy seriamente al ver que se estaba empezando a enfadar.
-Pero es que me los rompe  y son mis  juguetes y no se los dejo a nadie-
Tras decir esto se fue corriendo a la cocina,  seguramente iría  a chivarse  a su padre.
Supiéramos,  me esperaban unos meses de arduo trabajo con la pequeña,  si se puso así con el perro no me quiero imaginar como se pondrá  con un niño pequeño.
Desde la habitación  podía  escuchar perfectamente lo que sucedía  en la cocina,  no es que fuera cotilla pero quería saber que le estaba diciendo Laura a su padre.
"- ¿ Porqué  saliste corriendo y gritando de la habitación? - Preguntaba Álvaro a la niña. - Sabes perfectamente que mamá  está  cansada-
-Es que mamá  me dijo que tenía que darle todos mis muñecos  a Zeus- mintió  ella - además  me dijo que me iba a castigar sin juguetes -.
-Laura no digas mentiras porque se que eso no es verdad - escuché  como Álvaro se lo decía  duramente - ¿Porque dices mentiras?
- Porque los juguetes son míos y no se los voy a dejar a nadie- respondió  el casi gritando.
-No grites- le regañó Álvaro acompañado de una cachetada en el culo ,  o por lo menos eso es lo que escuché . - Laura vuelve aquí ".

Genial,  la niña llorando,  Álvaro mosqueado y yo postrada en la cama,  vaya mesecitos me esperan.
Quise levantarme  para ver donde estaba Laura y para  hablar con su padre pero fue poner los pies en el suelo y comenzar a marearse,  tenía  ganas de devolver pero el baño estaba muy lejos y no podía  levantarme sin caerme.
-Álvaro -  grité  suplicante.
Al instante apareció  el aludido por la habitación.
- Qué pas..?,  Anny estás  bien? - preguntó  poniendo su mano en mi frente -
-Quiero vomitar- me limité  a decir,  al momento tenía  un cubo debajo.
Eché  lo poco que tenía  en el estómago,  Álvaro  me sujetaba el pelo con suavidad.
- ¿Quieres que llame al médico? -  preguntó  como pudo,  se le veía  preocupado.
Negué  con la cabeza,  sabía perfectamente que eso era debido al embarazo,  tendría  que acostumbrarse a verme en esa situación. Con su ayuda volví  a estirarse  en la cama.
- ¿Y la niña? -  pregunté  ya recuperada.
- En su habitación,  le he dado un catchete- susurró cabizbajo-Soy un mal padre.
-No digas gilipolleces-le recriminé-por darle una cachetada  no vas a convertirte en mal padre- respiré  profundamente - tenemos trabajo con ella,  esperemos que no se tome mal lo de tener un herman@- dije con una muñeca.
-Lo terminará  aceptando - dijo Álvaro no muy convencido - Voy a hablar  con ella,  pero antes  te voy a traer algo de comer-dijo mientras se levantaba de la cama. -Ni se te ocurra mover un dedo.
Después  de decirme esto  salió  decidió de la habitación  para volver dos minutos después  con un plato de spaghettis  a la carbonara,  me relami  del gusto.
-Espero que te gusten - dijo guiñandome un ojo y volviendo a salir de la habitación.
Estaban deliciosos ¿donde tenía  álvaro guardada esta faceta de cocinillas? creo que a partir de ahora la cocina de esta casa  por fin tenía  un chef en condiciones.
Me comí  el plato entero  disfrutando de cada uno de los bocados. - Querido hijo no me hagas devolver este suculento  manjar- dije acariciando mi vientre plano. Me quedé  con la mano ahí  durante unos instantes,  aunque la noticia no las esperábamos,  no aún ,  la verdad es que estaba muy ilusionada y Álvaro igual.
-Miami,  ¿te duele la tripita? -  preguntó  Laura interrumpiendo mis pensamientos.
Ya no la notaba enfadada,  además tenía los labios manchados de la salsa de los spaghetti,  me hizo mucha gracia.. Parecía  que tenía  un bigotudo blanco.
-Laura vete a lavarte la cara anda,  que la tienes sucia-le ordené  mientras miraba como iba hacia el baño.
-¿Está  aquí  la niña? - preguntó Álvaro asomando la cabeza por la puerta,  al ver mi respuesta afirmativa,  se tumbó  en la cama conmigo.
Escuchábamos a la niña cantar en el baño de la habitación,  miré  a Álvaro y estaba sonriendo,  le hacía  mucha ilusión que cantará las canciones de Áurea,  bueno lo hacía a su manera pero él  se sentía  orgulloso  igual.
-¿Sabes? - preguntó  Álvaro mirando al techo y rompiendo el silencio-he hablado con ella de lo de antes.
-¿Y que te dijo? - pregunté  girandome  hacia él.
-Tiene cinco años  pero parece que tiene más,  es muy lista-comenzó  a decir-me dijo que mintió  porque sabía que se había portado mal contigo y no quería  quedarse castigada - explicó  Álvaro mientras yo me quedaba sorprendida - cosas de niños - añadió.
Iba a decir algo pero Laura  se tiro encima mía  y se llevó  una buena bronca por parte del padre  y esta vez con razón.
-Laura sal de encima de tu madre,  no ves que aún  está  enferma - le gritó  Álvaro haciendo que la niña  rompiera a llorar. - No seas tonta y deja de llorar-Álvaro estaba muy enfadado
-Álvaro  ya- le avisé - no me ha echo  nada,  estoy  bien,  tranquilizate por favor-
-Pero... - comenzó  a decir.
-Ni peros ni nada,  mira-dije señalando a la niña-está  llorando y temblando  y eso lo has provocado tú - le recriminé-A ver si tienes más  tacto.
Àlvaro se levantó  furioso de la cama y salió  de la habitación,  minutos después  escuchamos un portazo en la entrada,  Álvaro se había  ido de casa.
-Mierda-pensé. Esperaba que sólo  fuera un calentó y regresará pronto a casa,  tenía miedo que hiciera algo indebido,  estaba muy enfadado y era capaz de cualquier cosa.
Justo en ese momento llamaron al timbre,  con Laura en brazos me levanté  como pude,  por suerte esa vez no me maree  por lo que pude llegar a la puerta tranquilamente,  con la niña un poco más  calmada abrí  la puerta.
Al otro lado de la puerta estaba un repartidor con un ramo de rosas blancas enorme,  ¡que preciosidad!
-Señorita este ramo es para usted - dijo tendiendo me el ramo. - Que pase una buena tarde.
Cerré  la puerta y contemplé  lo que me acababan de entregar,  eran preciosas y is flores favoritas ¿quien sería  el responsable?
Dejé a la niña  en el suelo y me puse a buscar la tarjeta,  entre las rosas la encontré,  con cuidado de no estropearlo la conseguí  sacar.
Miré  a la niña que estaba mirándome  curiosa.
-Mami ¿que es eso?- preguntó  señalando  el ramo.
-Un ramo de flores - contesté  mientras abría  la tarjeta.
- ¿Y quien te lo dio? - volvió  a preguntar.
Estaba leyendo la tarjeta por lo que no contesté,  ella al no recibir respuesta comenzó  a tirarme de la camiseta  pero yo estaba demasiado concentrada leyendo como para hacerle caso.
La nota decía :
"Amor, siento  haberos gritado,  siento haberme comportado como un imbéciles no era consciente de lo que hacía,  estaba preocupado por si la niña  te hacía daño, no quiero que te pase nada, mi vida sin ti  no tiene semtido
Os  quiere y os adora
Álvaro"
Terminé  de leer la carta entre lágrimas,madre mía que romanticón era Álv.

En el fondo entendía su preocupación, era un embarazo de riesgo y las posibiidades de perder al bebé estaban ahí por lo que comprendía perfectamente sus cuidados. Además ya se había perdido mi anterior embarazo así que con más razón se involucraba en este.

Bajé la mirada y me encontré a la niña agarrada a mi camiseta mirándome de forma interrogante, a veces me daba un poco de miedo las caras que ponía.

- Laura ¿ se puede saber que haces tirándome de la camiseta?- pregunté al ver su mano estirando la tela- Sueltala anda.

- ¿Y papá?, ¿ se ha marchado por mi culpa?- preguntó cabizabaja.

Me agaché para ponerme a su altura, le alcé el mentón y la miré directamente a los ojos, tenía los ojos de su padre, bueno en su totalidad era un Álvaro en versión chica, excepto el pelo que era rubio como el mío.

- Cariño, papá volverá enseguida- contesté dandole un beso en la mejilla- ¿Vamos a pasear a Zeus por el parque?

La niña se puso loca de alegría y el perro no se quedaba atrás, debido a mi estancia en el hospital apenas tuvimos tiempo de pasearlo por la urbanización por lo que ese día era el día perfecto.

Cogí la merienda de Laura, la metí en su mochila y se la puso ella sola, ella quería llevar una mcohila como las chicas mayores, - mejor para mí,  menos pesos que cargar- pensé.

Até a Zeus a la correa y salimos de casa, justo cuando salíamos entraba Vero acompañada de Blas, no tenía ni idea de que le habían dado el alta.

- Chicos- exclamé- no sabía que ya estabais en casa- dije acercándome con el perro, Laura se me había adelantado y estaba abrazando a su tita con devoción.

- Acabamos de llegar- aclaró Blas mientras veía como su chica se comía a besos a Laura- ¿ y vosotras?- preguntó mirando la correa y a Zeus.

- Salimos a dar un paseo ¿ os venís?- 

- Mejor no , necesitamos descansar, quizás otro día- contestó mi amiga incorporándose y acariciándose la barriga.

- Bueno pues otro día entonces, Laura cariño vamos-

Laura se acercó a mí y me tendió la mano, yo se la cogí con gusto y salimos por la puerta. 

Durante nuestro paseo nos encontramos con varios vecinos que se preocuparon por mi estado de salud, yo amablemente le respondí a todas sus preguntas, agadecía tanta preocupación.

Cuando estábamos a mitad de camino, tuvimos que hacer una parada obligatoria, Laura tenía hambre y yo estaba cansada por lo que decidimos sentarnos en uno de los bancos que había en la acera de enfrente.

Nos sentamos y le dí la merienda a la niña , se la comió con hambre bueno mas que comerséla se la devoró, yo mientras tanto me dedicaba a vigilar a Zeus que estaba muy entretenido comiendose las hormigas que había en el suelo aunque de vez en cuando veía como Laura le echaba migas de pan.

Cuando la niña acabó de merendar decidí regresar a casa, ya era algo tarde y con suerte Álvaro estaría en casa y no quería que se preocupase.

- Laura levanta el culo- ordené mientras le cerraba la mochila- nos vamos.

- Jo mami, estoy cansada- contestó la pequeña estirándose en el banco- tengo sueño.

- Puff mira que eres vaga ¿como vas a tener sueño si son las 6 de la tarde?- preggunté mientras sacaba el móvil y llamaba a Álvaro.- No te muevas, voy a llamar a tu padre a ver si puede venir a buscarnos en coche.

- Viva- gritó la niña.

-Pero que vaga es, igualita a su padre- prensé mientras le explicaba a Álvaro donde estábamos.- Laura levántate que como te vea tu padre así te va a dejar el culo bien caliente-le avisé.

Cinco minutos después de realizar la llamada apareció el coche negro de Álvaro, al parecer no venía sólo. Se bajó del coche y cargó con la niña que le plantó un sonoro beso sacándole así una sonrisa a su padre.

Iba a subirme en el asiento trasero cuando se abrió la puerta del copiloto y pude ver con claridad quien era el acompañante de mi novio, me quedé soprendida, no me esperaba para nada ver a esa persona ¿ Qué hacía aquí ? o mejor aún ¿Porqué Álvaro no me habia dicho nada?.

Lo que nos deparará el destino (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora