Después de unos cuantos tonos, por fín cogió el teléfono pero no la persona que esperaba
- ¿Si?-
Esa maldita voz.... ¿Qué coño hacia con el móvil de Blas? ¿ Donde estaba mi Vero?
- ¿Está Blas?- pregunté lo más serena posible
- No, en estos momentos no está disponible- contestaron al otro lado del teléfono- Estamos ocupados, ya sabes-
- Pásame con Blas de una puta vez- grité a través del móvil-
- Pásame el teléfono Ana- escuché decir a Blas a lo lejos- Tarde o temprano se iba a enterar.
¿Enterarme de que?
- ¿Anny?- preguntó por fin Blas- ¿Por qué me llamas?
- ¿Eres gilipollas? ¿ que coño haces en la cama con Ana? y lo que es más importante, ¿donde está Vero?- pregunté alterada
- Primero no me grites, es mi vida y me acuesto con quien me de la gana. Segundo, no se nada de Vero desde ayer, discutimos y no nos hemos vuelto a ver, aunque seguramente esté con su “novio- soltó Blas de golpe.
- ¿Novio? ¿ que novio?- pregunté confundida, mientras hablaba por teléfono, noté como unos brazos rodeaban mi cintura, Álvaro se había acercado para ver que pasaba-
- Pues su novio Anny, y no lo niegues se perfectamente que Vero tiene novio y que todo este tiempo estuvo jugando conmigo- respondió Blas enfadado.
Ahora si que ya no sabía que decir, me había quedado sin palabras ¿ de donde había sacado Blas que Vero tenía novio? Y peor aún ¿quien le metió en la cabeza que Vero estaba jugando con él.
No quería pensar que Ana fuera la culpable de todo esto, no lo quería pensar pero visto sus antecedentes tenái todas las papeletas.
Tras escuchar unas veinte burradas más , decidí dejar a Blas con la palabra en la boca, estaba cansada de sus estupideces. Definitivamente me habían amargado el día.
- Amor, ¿está todo bien?- preguntó Álvaro en mi oreja- No pareces muy contenta.
- Pues no , no estoy contenta y después de lo que acabo de escuchar de la boca de Blas sólo puedo decir que es un GILIPOLLAS- solté de golpe asuntando a Laura que se puso a llorar.
- Ey mi niña, no llores- le dijo Álvaro mientras la acunaba entre sus brazos- no pasa nada, tu madre que es una gritona-
En esos momentos me dieron ganas de pegarle una colleja de las grandes pero me contuve, por lo menos lo que le había dicho Álvaro le había tranquilizado.
Continuamos nuestro camino hacia el aparcamiento, justo cuando iba a subir al coche me llegó un mensaje “ antes de acabar contigo acabaré con los que te rodean” el número era desconocido, al igual que los demás.
Me quedé quieta mirando fijamente la pantalla hasta que la voz de Álvaro me hizo volver a la realidad.
Estuve distraida durante todo el trayecto, no tenía la cabeza donde la tenía que tener y eso provocó que me saltara un par de semáforos en rojo.
- Anny!- gritó Álvaro cuando me salté el tercer semáforo- casi atropellas a esa señora, ¿se puede saber que te pasa? Estás como distraída-
Bien, ¿ y ahora que le digo yo?- pensé
- Nada, no puedo sacarme de la cabeza lo que me ha dicho Blas- mentí- Conozco a Vero lo suficiente como para saber que nunca utilizaría a ningun chico.