Capítulo 54

1.9K 66 14
                                    

Narra Anny

Noté  como volvían a entrar  en la habitación,  pero esta vez pude reconocer una de las voces, esa voz la reconocería en cualquier parte del mundo, Álvaro.

Al principio pensé  que fuera un sueño,  pero a medida que pasaban las visitas pude comprobar que,  efectiva,  Álvaro  estaba allí,  en la misma habitación  que yo,  respirando el mismo aire.

- Alv  nos vamos - anunció  Vero que había estado toda la tarde cotilleando conmigo - Mercedes si pasa algo no dudes en avisarnos -

- Que si pesados,  hijo bajo a cenar y vuelvo enseguida -

Escuché  como Mercedes salía  de la habitación  dejándome a solas con Álvaro, este se acercó  como pudo y me tomó  una mano.

- Anny, mi amor - susurraba mientras no dejaba de acariciarte la cara - no sabes lo duro que es esto, echo de menos tus broncas,  tu risa,  despertarme a tu lado - suspiró - han pasado tan sólo  unos días y ya te echo de menos,  pero no soy el único,  Laura,  nuestra hija no para de preguntar cuando te despertares - Hizo una pausa - Ella ahora está  con Pau  y con Carlos en su casa ¿sabes? Carlos me dijo que con Laura había descubierto un nuevo mundo,  a lo mejor es el siguiente en darnos la noticia ¿te imaginas un mínimo Carlos  o una mini Pau? - se echó  a reír,  escuchar su risa provocó  miles de cosquillas en mi estómago,  lo echaba de menos,  necesitaba despertarme -

De repente sonó lo que supuse que era su teléfono  móvil,  pude notar como se ponía  tenso y como suspiraba.

- Es Carlos - murmuró y aunque no podía verle sabía que había fruncido la nariz lo conocía demasiado - Esperemos que la niña no la haya liado  otra vez -

Comenzó  a hablar rápidamente con Carlos,  la pequeña había empezado a llorar y a suplicar por mí,  la verdad es que nunca habíamos pasado tanto tiempo separadas por lo que en parte  era normal que se pusiera así de todas formas me extrañó  un poco su actitud ya que estaba acostumbrada  a estar con la parejita.

- Laura cariño,  no llores-Alv  la intentaba consolar por teléfono - Mañana  el tío Carlos te va a traer al hospital y ya vas a estar con mamá - suspiro - Si cariño, te prometo que mañana cuando vuelvas mamá  estará  despierta y jugará  con nosotros -.

Álvaro continuó  hablando unos minutos más  con la pequeña hasta que logró  calmarlo,  conocía  a Laura lo suficiente como para saber que con unas palabras de su padre se tranquilizaría.

-       Anny,  ya la has escuchado-dijo desde su cama,  que estaba pegada a la mía, tienes que despertar,  hazlo por ella - su voz estaba entrecortada,  mientras hablaba con la niña su voz sonó  firme y segura pero ahora ya no tenía que aparentar  algo que no era - por favor despierta pronto,  te lo ruego,  te juro que si despiertas nos iremos lejos de aquí,  nos iremos tú y yo solos, y experimentar esos cosas nuevas -

Al ver que no reaccionaba se revolvió en su cama y se durmió o eso parecía, yo mientras tanto pensaba en las palabras que acababa de escuchar - Tengo que despertar, es ahora o nunca - pensé  mientras intentaba con un das mis fuerzas mover alguna de mis extremidades,  ya lo había conseguido una vez ¿porque no era capaz de repetirlo? 

Tanto esfuerzo me estaba cansando tanto física pero mentalmente pero tenía que hacerlo,  por Laura,  por Álvaro,  por mí. Descanse durante unos minutos y volví  a la carga,  tras unos minutos luchando conmigo misma,  logré  mover mi mano derecha,- Genial,  ahora solo me falta lo más difícil,  abrir los ojos - pensé mientras abría y cerraba mi mano derecha.

Estaba más que harta de estar en esa situación, intenté una vez más abrir los ojos, mis párpados empezaron a temblar síntoma de que querían abrirse, minutos más tarde ya tenía los ojos abiertos de par en par,  por suerte la habitación estaba a oscuras por lo que no me cegó ninguna luz.

Lo que nos deparará el destino (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora