Capítulo 37

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Miré a Álvaro, no sabía que contestar, la pregunta me había pillado por sorpresa.

-          Pues... -  comencé  decir – mejor que te lo explique papá que es más listo –  contesté pasándole el marrón a Álvaro, quien me miró con odio.

Esperaba ansiosa su explicación, el pobre se puso todo rojo, normal si es que Laura hacía cada preguntita...

-          Papi ¿me lo vas a explicar o no? – preguntó  cruzándose de brazos.

Cada día que pasaba la niña me sorprendía más pero supongo que tarde o temprano haría esa pregunta.

Álvaro iba a contestar pero el timbre le libró de ese mal trago por lo que soltando un largo suspiro de alivio fue a abrir la puerta.

Mientras él estaba hablando con alguien, por la voz supuse que sería Carlos, Mercedes se fue a preparar unas cosas y yo me quedé jugando con la niña en el salón.

-          Mami ¿cuándo va a nacer?- me preguntó con su carita de niña buena - ¿falta mucho?

-          Un poquito – contesté acariciándole la cabeza.

-          ¿Y cuánto es un poquito?- volvió a preguntarme.

-          Pues ocho meses –

-          Pero mami eso es mucho!! – exclamó abriendo mucho los ojos -  yo lo quiero ahora –

En ese momento apareció Álvaro acompañado del rubio chocolatero.

-          ¿Qué quiere la niña más guapa de esta casa ? – preguntó Carlos mientras la niña se lanzaba a sus brazos.

-          Un hermanito – respondió con una sonrisa – Tito Carlos ¿  cómo se hacen los niños?- volvió a preguntar esta vez al rubio.

Carlos nos lanzó una mirada interrogante, antes de que se fuera le tendríamos que explicar a que se debía tanta pregunta.

-          Laura ! – exclamé – deja de preguntar esas cosas.

-          Jo, pero es que papi no me lo explicó – dijo ella poniendo morritos.- Pero el tito me lo va a explicar ¿ a que sí ? – le preguntó a Carlos toda contenta.

-          A ver peque, los niños vienen de Paris y los trae una cigüeña- le explicó Carlos –

-          ¿ Pero cómo se hacen ?- volvió a preguntar Laura.

Tanto Álvaro como yo pusimos atención a lo que dijo a continuación.

-          Pues verás, cuando el gusano de papá, que es un gusano muy pequeñito ( en cuanto dijo esto  Álvaro le lanzó una mirada cargada de odio ) entra en la manzana de mamá, que está muy rica ( le pegué una buena colleja en cuanto lo dijo ) deja unos huevitos muy pero que muy pequeñitos. Esos huevitos  crecen y crecen hasta que se convierten en un bebé- explicó Carlos.

La niña había prestado atención a todo lo que iba diciendo aunque  de vez en cuando ponía alguna cara rara .

-          Y tito Carlos – empezó a hablar Laura - ¿ tú también tienes un gusano ?-

Miré a Carlos esperando a que este no respondiera lo que se  me estaba pasando por la cabeza.

-          Sí, pero es más grande que el de tu papá – genial lo había dicho.

-          ¡ Carlos ! – le reprendí – no digas nada más – .

El rubio se calló, sabía que había metido un poco la pata, pero no le culpo, él era así.

Lo que nos deparará el destino (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora