Capítulo 48

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Todos le  miramos atentamente  esperando algún movimiento por su parte, pero nada,  Blas permanecía quieto y sin decir nada.

-       Vero  tía,  confiesa, ¿qué le has hecho? - pregunté  entre risas.

Mi amiga me lanzó  una mirada asesina mientras Álvaro decidió actuar por su cuenta y le dio  una bofetada a su amigo.

-       Álvaro!! - le grité - ¿qué coño  haces?

Antes de que contestara  tuve que frenar a Vero que se le iba a lanzar al cuello.

-       Cariño,  tu novio es un poco tonto- me dijo Vero mientras le dirigía  una mirada fulminante.

-       Tranquilas  fieras,  solo quería ayudar - se disculpó  Álvaro.

Si es que a veces Álvaro era más bruto...

-       Dos... - susurró Blas.

Todos le miramos expectantes,  por fin había abierto la boca.

-           Amor-le dijo Vero mientras le pasaba la mano por la cara - ¿estás bien? no has abierto  la boca desde que salimos de la consulta.

-           Hombre como para no quedarse callado-protestó Blas - vaya regalo - añadió irónicamente.

-           Queréis  decirlo ya - exigí - no pongáis nerviosa a esta pobre  embarazada - dije poniendo morritos- Laura,  deja al perro en paz,  ¿no ves que como lo agarres  del cuello le vas a hacer daño? - le dije a la niña  que acababa de aparecer toda mojada en el salón - ¿se puede saber porque estáis los dos mojados? Te acababa de bañar -

-           Pues mami,  Zeus también  se quería duchar entonces lo metí en el baño  y le eché agua - explicó inocentemente.

-           Como!! - exclamé.

-           Amor,  tranquilízate- Álvaro  puso una mano sobre mi hombro para tranquilizarme - eso lo solucionamos luego -

-           Álvaro, ¿tu hija hace lo que le da la gana y tú te quedas tan tranquilo? Alucino contigo-dije molesta mientras me sentaba en el sofá. 


-           Ves,  a esto me refería - le comentó  Blas a Vero mientras se sentaban a mis lados – 


-           Que tu amigo no sepa educar a una niña de cinco años no quiere decir que tú seas igual - le dije mientras los demás  se sentaban. 


-           Bueno,  ya vale de criticar  a mi persona- se quejó Álvaro -  después  hablo con la niña, ahora queréis contarnos lo que os ha dicho el médico-

Vero y Blas se miraron y se echaron a reír algo que nos dejó confundidos al resto que estábamos allí.

-          Coño Blas, primero te quedas en shock y ahora te echas a reír como un loco, aclárate- le dijo Dani.

-          Eso, eso y rapidito que tengo hambre- se quejó Carlos que estaba besuqueándose con Pau.

-          Tío te acabas de comer una tableta de chocolate, ¿dónde metes tanta comida?- preguntó Dani riéndose por la cara que puso Carlos.

-          Mmmm déjame pensar- dijo el rubio- No.

-          A ver, que nos dispersamos- dije interrumpiendo la conversación- dejemos que Vero y Blas hablen.

Mi amiga me lo agradeció con la mirada, cogió la mano de Blas y se levantaron. El resto se quedó callado, Álvaro y yo nos miramos sonrientes, al día siguiente seríamos  nosotros los que estaríamos anunciando algo.

Lo que nos deparará el destino (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora