Capítulo 44

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-Por fin  en casa-pensé nada más  abrir  la puerta y entrar en la que hasta dentro de unas horas sería mi casa.

Dejé  la puerta abierta,  Álvaro  cargaba con la niña ya dormida en brazos,  se les veía  tan monos que me los comería  allí  mismo.

Me dí  la vuelta y encendí  la luz llevándome  un susto de muerte. Mercedes nos estaba esperando en la entrada con los brazos  cruzados  y con cara de preocupación.

- ¿Porqué  no me habéis  dicho que tuvisteis que ir a urgencias con mi nieta? - pregunto un tanto enfadada - Menos mal que Vero nada más  llegar me lo contó  todo -

-Mamá,  estamos cansados,  más tarde te lo explicamos - dijo Álvaro  abriéndose  paso y subiendo al segundo piso.

Tras despedirme de mi suegra subí  las escaleras siguiendo los pasos de él. 
Cuando estuve a la altura  del cuarto de Laura,  tuve curiosidad  y me asomé  por la puerta. Álvaro  estaba en esos momentos  depositando  a la pequeña  con mucho cuidado sobre la cama y,  tras darle un beso,  salió  por la puerta chocando conmigo.

-Lo siento - se disculpó - No te había  visto.

-No pasa nada-dije sin darle importancia.

Nuestros  rostros estaban a escasos  centímetros,  era una situación incómoda  ya que supuestamente  estaba  enfadada con él  y no quería tenerlo  cerca pero mis sentimientos hacia él podían  conmigo.

-Buenas noches-dije secamente  mientras me dirigía  a mi habitación.

Él  no dijo nada,  notaba su mirada clavada en mi figura pero no se movió  del sitio.
Me encerré en mi habitación  y me eché  a llorar,  la situación estaba acabando conmigo,  claro que no quería irme,  claro que quería perdonarle pero cada vez que recordaba ese momento en el que me levantó  la mano  mis sentimientos se volvían turbios.

Necesitaba descansar la cabeza y pensar en lo que iba a hacer a partir de mañana. Miré  el reloj de la mesilla,  7am  - genial-pensé  si quería aprovechar mi último día en el país tenía  que dormirme ya. No tardé  en caer en brazos de morfeo,  estaba muy cansada.

Unas cuantas  horas después, horas en las que recuperé el sueño  perdido, me desperté.
Me despertó  un ruido proveniente de la habitación  de Laura, alarmada,  me levanté de un salto y pegué  la oreja a la puerta.

Podía  oír las risas de la pequeña unidas a un sonido que no conocía,  con cuidado abrí la puerta y me encontré con una estampa muy singular.

-Zeus,  la zapatilla no se come,  es caca-Laura regalándole  al perro por intentar comerse  su zapatilla de Mickey Mouse - le voy a decir a mamá  que no te lleve  al parque-

-Laura-la llamé - deja a Zeus tranquilo, no te la va a romper,  solo está  jugando.

-Jo mami, es que me la va a romper con sus dientes grandes - la niña  se levantó  y rápidamente se abrazó  a mis piernas - Buenos días  mami,  y buenos  días bebé - dijo alcanzando mi barriga con su pequeña  mano - ¿mamá,  estás  segura de que aquí dentro hay un bebé? - preguntó  acariciando la barriga.

-Claro cariño - me puse de cuclillas - ¿de donde crees  que saliste tu?

-Alaaaaa ¿y yo he salido de ahí  dentro? - pregunto abriendo mucho los ojos.

Me eché  a reír al escuchar la pregunta,  si es que a veces tenía cada cosa....

-A desayunar - cogí a la niña de la mano  y nos fuimos hacia la cocina - si desayunas  todo hoy a la tarde vienes  con  mamá  a ver al hermanit@-

-Bien!-exclamó la pequeña corriendo a saludar  a Vero que estaba devorando un bol de cereales - ¡tita Vero! Hoy voy a ver a mi hermanit@-

La niña  estaba más feliz que una perdiz. Mientras Laura estaba entretenida con Vero yo me dediqué  a prepararle su desayuno. Por suerte Mercedes  había ido al super a comprar  algunas  cosas sin lactosa, por lo que vi  había una gran variedad de productos  sin esta proteína  por lo que Laura podría comer la mayoría de las cosas.

-Laura siéntate  a desayunar - ordené  al ver que andaba corriendo  por el salón - Voy a contar hasta 3-

-Ya voy mami ya voy- gritó - quiero chocolate - dijo al ver su taza con le he sola,  mami quiero chocolate - insistió.

Una de las cosas que no había era  chocolate,  fallo técnico.

-Cariño no hay-dije - tendrás  que tomar leche con cereales -

La pequeña  no estaba muy convencida  pero para mi sorpresa  se tomó  toda la leche,  cereales incluidos.
Cuando se levantó para lavarse los dientes  yo me senté  café  en mano.

- Casi se me olvida - comenzó  a decir Vero-te ha llegado una carta - finaliza tendiendome el sobre. 

Lo cogí  con las manos,  no tenía remitente,sólo  ponía PARA ANNY,  vistos los antecedentes tenía, temía que fuera otra amenaza por lo que decidí  no abrirla ¿Y si los compinches de Ana me estaban tendiendo una trampa?

Levanté  la vista para preguntarle a Vero pero esta se había ido. - Genial - pensé, voy a llamar a Pau  a ver que me dice.

Llamada telefónica

(Yo) - ¿Pau?

(Pau)- hostia Anny, me has despertado.

(Yo) - si hija si,  ¿que haces dormida aún?

(Pau) - descansar,  estoy muerta.

(Yo) - A saber que estuvisteis haciendo ayer, eeeeeh pillina.

(Pau) - Pues follamos como conejos amiga. No sabes el arma que tiene Carlos entre las piernas.

(Yo) - Ala,  que bruta hija.

(Pau)- De bruta nada,  no siento las piernas,  hoy no me levanto de la cama ja ja ja ja. Bueno tendré  que levantarme para limpiar el estropicio  que hicimos en la cocina y en el baño. Follar en la bañera  es brutal y sobre la nevera  no veas.

(Yo) - Pau,  no me lo cuentes con pelos y señales, por favor,  acabo de desayunar.

(Pau)-Lo siento, ¿para que me llamabas?

(Yo) - ah si,  pues te llamaba porque me han mandado una carta sin remitente y no se que hacer.

(Pau) - Pues abrirla.

(Yo) - Gracias por la información...  Pero ¿y si es una amenaza  o alguna trampa).

(Pau) - Tía no te rayes,  yo la abríriay la leería  si es algo malo lo vas a saber. Me gustaría seguir hablando contigo pero mi Charlie  acaba de llegar y aún  nos queda sirope  de chocolate  y es una lástima tirarlo. Si necesitas algo mensaje o llamada,  ya sabes.

Me colgó  nada más decir eso y dejándome con la palabra en la boca,  la Paulita parecía modosita  pero estaba sacando su lado salvaje poco a poco ,  en fin,  lo que me dijo me dejó  como estaba. 

-¿Que hago con el sobre? ¿Lo abro y me arriesgo a leer lo que pone aun siendo amenazas o lo tiro directamente  a la basura quedándome con la intriga? - me pregunté  en voz alta.

Lo que nos deparará el destino (Álvaro Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora