Narra Vero
Notaba su aliento en mi nunca, nos habíamos pasado toda la noches abrazados, recuperando el tiempo perdido.
Eran las nueve de la mañana, me desperté con unas náuseas terribles por lo que tuve que ir corriendo al lavabo, na vez allí eché lo poco que había cenado la noche anterior.
-Hijo mío no le hagas esto a tu madre, se bueno - dije mientras caricias la barriga.
Estaba casi de tres meses y ya tenía un poco de barriga, según el médico eso es normal pues algunas mujeres son propensas a tener una barriga bien grande durante estos 9 meses. - Lo que me queda aún - pensé.
-Rubia! - gritaron desde la habitación.
Genial, Blas ya se había despertado y hoy con suerte ya le empezarían a quitar los puntos, pero antes de eso quería ir a visitar a mi amiga que estaba en la habitación de al lado y que por lo que escuchamos, anoche hubo fiesta por todo lo alto.
-Cariño - dije depositando un pequeño beso en esos labios tan adictivos - antes de que venga el médico me gustaría irá ver a Anna.
-Me parece bien-aceptó Blas-Pero primero desayuna, no quiero que está pequeña pase hambre- dijo dejando un pequeño beso en mi barriga - Aun no has nacido y ya te quiero
-Jo Blas, no digas esas cosas que lloro-dije pasándole una mano por el pelo- te estás volviendo ñoño - y desayunare si esta fiera se porta bien porque nada más levantarme tuve que ir corriendo al baño - comenté.
- Bueno, tómatelo con tranquilidad - me dijo Blas con cariño - y ahora date prisa, que en unos minutos viene el doctor-
Dicho estro me levanté y me dispuse a salir por la puerta no sin antes llevarme una buena cachetada en el cupo por parte de Blas
-Nunca cambiará- pensé mientras salía por la puerta.
Narra Anny
Me desperté por culpa de unas pequeñas cosquillas en el cuello, con cuidado giren un poco la cara y lo vi él. Dormido parecía un ángel siempre con una sonrisa en la cara, me daban ganas de comermelo a besos y así lo hice.
-Mmmm me encanta despertarme así - susurró el recién levantado cuando mis labios se juntaron con los suyos - daría lo que fuera porque todas las mañanas me despertaras así -
-¿Quién te dice a ti que no lo vaya a hacer? - pregunté levantando una ceja.
-Espero que lo cumplas - respondió Álvaro incorporándose en la cama- Uff que mal he dormido en esta cama, es incomodisima-
Me eché a reír por la cara que puso aunque tenía razón ahí no había quien durmiera, estaba deseando volver a mi casa y dormir en mi cama.
- ¿En qué piensas?- preguntó Álvaro al ver que estaba un buen rato callada. - Pareces pensativa.
Suspire.
- No estaba pensando en nada en particular, no sabes las ganas que tengo de llegar a casa y descansar por fin en condiciones.
-Ahí te doy la razón pero... - comenzó a decir mi chico- pronto tendremos que mudarnos dentro de unos meses seremos uno más - finalizó acariciando con suavidad mi vientre plano. - No sabes las ganas que tengo de verte la carita- susurró dulcemente en mi barriga dejando un pequeño beso en ella.
- Puff otra mudanza no-me quejé- odio las mudanzas pero tienes razón dentro de ocho meses si todo va bien seremos uno más -
-Todo va a ir bien-afirmó Álv - ahora estamos juntos en esto.