Tú eres mi religión

Introducción

No todo es como mis padres me lo hacian ver en mi lujoso apartamento en mi ciudad marroquí llamada Agadir: el paraiso donde tengo todas mis raices.
Mi padre es un importante pretrolero de la zona, cosa que nos permitió grandes lujos.
Siempre fui muy madura, ver como mi hermano moría frente mis ojos es algo que jamás olvidaré aunque por esa misma razón me case con apenas dieciseis años con un hombre que realmente no amaba.
Aban, mi esposo, el cual jamás ame pero con el paso del tiempo mi corazón se obligó a amarle aunque yo no soy su única mujer: Nasira.
Nasira es una víbora convertida mujer, tan solo ama tres cosas: a ella misma, Aban y al dinero. Tienen una hermosa hija llamada Sadira pero ellos realmente no la atienden mucho, tan solo saben darse lujos.
Yo siempre fui muy independiente, trabajo para un adinerado señor llamado Jesus Oviedo, nose realmente mucho de él, tan solo cruzamos monosílabos y furtivas miradas.
Y yo, Amira, una musulmana de ojos, cabello y piel castaños, un liso cabello que siempre llevo impoluto para mi esposo al igual que tanto lo cubro para los demás.
Realmente soy tímida, miedosa bajo mi velo ya que tengo muy en mente las consecuencias que Aban me hará si me salgo del circulo de normas.
Momentaneamente mi esposo es encantador pero hay instantes que deseo morir. Me pega y viola a su antojo, cuanto más enfado tenga peor pero sobre todo me utiliza cuando la otra no le da el placer que quiere, a ella no la obliga a tener sexo. Siempre me gané las cosas por mi misma, el propio Adan insiste en que deje esa casa pero estoy comoda ganandome yo mi propio sueldo. No se confia de mi jefe, él mismo viene a recogerme cada salida de trabajo y se tirotea a miradas con Jesus, nose donde me ve él con un cristiano.
Ahora mismo mi obligación es hacer feliz a mi esposo, cuidad a esa bebé que nadie se encarga de ella y trabajar, no necesito más.