Capítulo 85

1.5K 76 0
                                    

Daniel. 11 de Enero a las 9.40.
°
Llamo a su puerta pasandome la mano por el tupé, ella abre y se pone nerviosa al verme.
~
-Hola bonita. -sonrio.
-Daniel. -dice.
-¿Puedo? -pregunto.
~
Se aparta de la puerta, entro haciendo que Sadira corra a mi emocionada
~
-Tito. -grita.
-Muñequita. -la cojo.
-Tito, me aburro mucho, mis papás no están y mami me ha dicho que la tita no puede jugar porque tiene ahí a mis primitos. -dice pesadamente señalando el vientre de Aira.
-¿Juegas con el tito? -pregunto.
-Sí. -grita.
~
Ella se sienta en el sofá, agarra una tarrina de helado de chocolate y rie cuando me pilla observandola.
~
-Los antojos. -dice riendo.
-Estas hermosa. -susurro.
~
Sadira me obliga a jugar con ella durante horas, Aira la baña mientras yo me sirvo un poco de vino y baja suspirando.
~
-Como salgan así los gemelos me pegaré un tiro. -bromea.
-Serán más tranquilitos, o eso espero. -la hago reír.
~
Ella abre el congelador agarrando el helado que queda y comienza a comer.
~
-Me mataré en el gimnasio cuando de a luz. -dice pasando su lengua por la cuchara.
~
Me acerco cuando suelta la tarrina, me mira fijamente ya que me estoy acercando demasiado a ella y aparto el helado de sus labios con mis dedos llevandolo a los mios.
~
-Esto será lo más parecido a un beso que tendré de tus labios. -susurro.
~
Me mira cuando delizo mis dedos por su piel herizando cada centímetro de esta, lleva su mano a mi mejilla y sonrio.
~
-Te ves hermosa. -susurro.
-Bésame. -murmura.
~
La pego a mi mezclando ambos labios, su mano se enreda en mi nuca a la vez que los mios tocan su barriguita. Nos separamos y ella me parta rapidamente.
~
-Ha sido un error, no debería haber pasado. -dice nerviosa.
-Ha sido magnífico. -confieso.
-Marchate, porfavor. -dice con la voz agitada.
-Nena... Perdoname, regresa conmigo. -se acerca a mi.
-Porfavor Daniel, vete. -llora.
-Si eso quieres... Te amo muchisimo, cualquier cosita llamame nena. -digo dulce.
~
Me marcho, golpeo una pared de la calle frustrado y me apoyo rompiendo en llanto ¿por qué destrozo todo lo que me hace feliz?...

Tú eres mi religión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora