Tú eres mi religión

Capítulo 48

Jesus. 24 de Septiembre a las 10.00pm
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Entro en la cabaña, ellos sacan los maletines y me muestran toda la mercancia.
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-Van de Cádiz. -dice uno.
-Más os vale no perderlo. -digo serio.
-Señor, podemos dividir la mercancía. -explica.
-Como querais pero yo quiero mi dinero. -ordeno.
-Claro señor. -dice.
-¿Dónde está el capullo? -pregunto.
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Me dirigen hacia atrás de la cabaña, veo como le estan pegando una buena paliza pero mi voz les frena.
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-Sorprendedme ¿qué ha hecho? -pregunto poniendome en cuclillas frente a él.
-Se ha quedado dos kilos para él pero sabemos que se llevó mucho más. -explican.
-Vaya, asique droga gratis ¿te salió bien el negocio? -pregunto.
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Coge aire, abofeteo su rostro poniendome en pie y les pido la manguera. Lo mojo, escupe y lo golpeo.
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-Los del otro bando se forrarán a vuestra costa
-rie.
-¿Te crees que somos niños de dos años? -pregunto.
-Riete, pero os causarán problemas. -rie.
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Comienzo a golpearle descargando mi furia en él, les pido un arma y lo apunto.
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-Matadme, pero ellos son más listos. -dice riendo.
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Disparo sin pensarlo, tiro el arma y les miro.
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-Haced lo que ya sabeis, mantenedme informado sobre la mercancía. -digo.
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Conduzco hasta una cafetería, me siento en la terraza poniendome las gafas de sol y pido un café solo mientras reviso mi teléfono.
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-Mami pero yo quiero parque. -se queja una dulce y chillona voz.
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Alzo la vista viéndolas, Sadira camina agarradita de la mano de Amira mientra rie sin parar por lo que va diciendo la pequeña. Sonrio observándolas, dejo las gafas sobre la mesa y la pequeña al verme corre.
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-Papi. -grita.
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La cojo y ella me rodea con sus bracitos emlcionada. El olor de bebé que tanto la caracterizaba sigue ahi, intacto junto las ganas de vivir que da esta dulce pequeña.
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-Papi. -besa mi mejilla.
-Que grande está mi pequeña. -digo riendo.
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Amira se acerca lentamente, la miro haciendo que aparte la mirada mientras que la pequeña me abraza más fuerte.
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-Mami ¿podemos quedarnos con papá? -pregunta.
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Amira sonrie tierna, me mira y niega.
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-Mañana hay guardería bichito. -dice.
-¡No! Yo quiero con papá. -se queja.
-El fin de semana vienes conmigo si mami te deja ¿vale? Pero tienes que portarte bien. -explico.
-Si papi, yo me porto bien. -dice emocionada.
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Acaban marchandose, saco mi teléfono viendo la única foto que tengo con ella y con la bebé un día que la bañamos juntos.
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-Tienes que volver conmigo, tu cuerpo es hogar ojitos. -susurro mirando la foto....