Jesus. 23 de Noviembre a las 11.00pm.
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Entro en el pub, me acerco a la mesa donde me espera y estrechamos las manos. Nos sentamos, pido una copa y rie.
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-Te veo bien Oviedo. -bromea.
-Al grano, tengo una muy buena mercancía y tu tienes mucha pasta. -digo serio.
-Sí, pero me has tocado los cojones y eso no me gusta. -ataca.
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Toso, bebo de la copa y rio amargadamente.
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-Mis trabajadores son muy buenos, nose de que te quejas cuando tienes a patosos bajo tu mando. -contrataco.
-Oviedo, te quedas sin la pasta. -defiende.
-Te quedas sin la droga. -ataco.
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Suspira presionando su puño y rio.
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-Atrevete a golpearme, tienes muy buena imagen para dañarla. -digo riendo.
-Callate. -advierte.
-Bueno ¿me vas a dar tu pasta? Es que tengo asunto pendientes más importantes. -digo desinteresado.
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Se mantiene en silencio, me pongo en pie y al salir del pub me empuja contra una pared.
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-Mucho tardabas. -me rio.
-¿Te crees más que yo? -pregunta el hombre.
-Sí. -aseguro.
-Sin mi no serías nada. -dice serio.
-Tengo más clientes, muchos más. -me rio.
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Le revienta que me tome a broma todo sobre él ya que tiene demasiado orgullo como para aceptar que está en banca rota por su adiccion a las drogas y las prostitutas.
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-Eres un simple traficante. -dice sin más.
-Tú eres um hombre de treinta años drogadicto, putero y solo. -ataco.
-Más solo que tu no hay nadie. -intenta ofenderme.
-Tengo una bella mujer a la que me follo cada noche, una hermosa bebé de dos añitos que me ama y otro bebé en camino ¿estoy solo? -pregunto.
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Comenza a intentar golpearme, lo voy esquivando aunque me llevo varios golpes que me hacen sangrar. Me voy de allí ya que corre huyendo de mí y conduzco hasta casa suspirando al ver que son las doce y media ¿cuanto tiempo me he estado dando de ostias?
Entro sigilosamente, me alarmo al ver la luz de la cocina y veo como bebe un té sentada sobre la encimera.
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-¿Me esperabas? -pregunto.
-Hayati. -se alarma al ver mis golpes.
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Suelta la taza, se acerca a mi y toca mi mejilla.
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-Son rasguños, estoy acostumbrado. -digo dulce.
-Pero mi vida. -suspira.
-Ahora mismo quiero ver a mi renacuajo. -ma agacho.
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Levanto la camiseta y le beso el vientre pegandola a mi, me rio y la abrazo elevandola del suelo.
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-Jesus ¡niño! Dejame curarte. -rie.
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Comienza a curarme, toco su mejilla y suspira.
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-¿Que ocurre ojitos bonitos? -pregunto.
-Aira, me preocupa, no tiene donde ir y esta realmente afectada por todo lo ocurrido. -dice.
-Eres demasiado buena. -digo dulce.
-Es mi única amiga Jesus. -digo suspirando...
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Tú eres mi religión
FanfictionUna sencilla mujer musulmana con mucho peso en su espalda ya que tuvo que aceptar las decisiones que su madre dió. Casada con un hombre que la odia pues ama a su otra esposa, cuidando de un bebé que no es suyo... Bebé que siente como suyo y, para co...