Amira. 4 de Noviembre a las 12.30pm.
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Masajeo su musculosa espalda mientras una suave y profunda conversación nos rodea desde hace hora y media. Beso su nuca con suavidad masajeando la zona mas baja de su espalda, sonrie y susurro cuanto lo amo.
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-Esto de tenerte así despues de hacerte el amor viene de lujo para el estrés. -dice divertido.
-El señorito se queda sin masaje. -digo riendo.
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Me bajo de su espalda riendo pero me agarra al girarse haciéndome caer sobre él. Me besa muchas veces haciendome reir y lo abrazo.
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-Hay que ir considerándolo eso de que os vengais a vivir. -dice acariciando mi espalda desnuda.
-Acabamos de reconciliarnos. -lo miro.
-El momento perfecto. -dice obvio.
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Beso sus labios, miro el teléfono y alerto al ver la hora.
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-La niña, hay que ir a recogerla y no tengo el almuerzo hecho. -suspiro tapando mi rostro.
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Jesus rie, me rodea con sus brazos por la espalda y muerde mi oreja.
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-Vistete, vamos a por ella juntos y os invito a comer. -dice suavemente.
-La remolino en un restaurante. -me rio poniendome en pie.
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Jesus
Su desnuda figura alumbra mis pupilas, remueve mi cabello ya que queda más alta que yo debido a que estoy de rodillas sobre la cama y ella en pie.
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-Vamos a vestirnos que veo que nos quedamos sin hija. -dice buscando sus bragas.
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Bromeamos mientras nos vestimos y nos montamos en el coche. Aparco frente la guardería, salimos del coche y se apoya en mi pecho bostezando.
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-¿Estás bien? -pregunto.
-Llevo días sin dormir bien. -dice dulce.
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Beso sus labios, los niños comienzan a salir y su grito hace que riamos.
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-¡Mi papá! -grita corriendo.
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Rio al verla correr con la mochila que es casi mas grande que ella, la cojo entre mis brazos y nos abraza muy fuerte.
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-¿Quieres comer con papá y mamá? -pregunto.
-Pero... -hace un corazón haciendonos reir.
-Puede ser. -rie Amira.
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Las llevo a comer, la pequeña no para de hablar de todo lo que quiere hacer con nosotros y eso nos causa mucha emoción a la vez que una tierna sonrisa.
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-Todos los días al parque. -dice segura sonriendo.
-Bichito, ahora tienes que ayudar a papi para que mamá y tú os vengais a vivir conmigo. -digo sonriendo.
-Mamá. -dice aplaudiendo.
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Amira rie, agarra mi mano y la beso suavemente.
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-Venga ojitos, ven a vivir. -digo sonriendo.
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La pequeña y yo la miramos con carita de pena para convencerla y acaba agarrando mi mano.
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-Que conste que te va a tocar madrugar a ti. -dice mirandome.
-Si, yo madrugo. -sonrio feliz.
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La pequeña grita abrazando a su madre y comienza a canturrear "tengo una familia" haciendonos reir....
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Tú eres mi religión
FanfictionUna sencilla mujer musulmana con mucho peso en su espalda ya que tuvo que aceptar las decisiones que su madre dió. Casada con un hombre que la odia pues ama a su otra esposa, cuidando de un bebé que no es suyo... Bebé que siente como suyo y, para co...