Tú eres mi religión

Capítulo 33

Amira.1 de Noviembre a las 7.00pm.
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Llaman a la puerta, el cartero me da el ramo y tras firmar entro en casa directa a mi habitación.
Leo la nota seguida de la hora, dos horas para verlo ¿qué excusa pongo para irme?
Suspiro caminando al baño, me doy una ducha, agarro un vestido largo y olgado ya que no me permiten hacer notar mis curvas.
Salgo de mi habitación mirando la hora, son las ocho y media, se supone que a las nueve debo estar en su casa.
Camino lo más rapido que puedo hasta su casa, mi corazón late veloz al ver su puerta, mis dedos tiemblan al llamar y mi cuerpo reacciona al tener frente a mi.
Me lanzo, la abrazo mientras nos fundimos en un largo, desesperado y lento beso. Me apoya sobre la puerta manteniendo el equilibrio, me mira con los labios inchados por la potencia del beso y vuelve a besarme.
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-Ojitos... -murmura pegando nuestras frentes.
-Me da igual quedarme sin familia, pero te necesitaba tanto. -digo tocando su mejilla.
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Cierra la puerta, entramos en su casa y quito mi velo dejandolo sobre el zapatero.
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-Se nota que no vengo. -bromeo.
-Tendrás que ver mis camisas. -dice riendo.
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Me abraza por la espalda, muerde mi mejilla y rio.
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-¡Pequeña! -freno.
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Lloro desconsolada, corro hacia ella cogiendola y la abrazo tan fuerte que siento sus pequeños latidos.
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-¡Mami! -dice emocionada.
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Lloro tocando su carita, Jesus pasa su brazo por mi cintura besandome la cabeza y me da un corto beso.
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-¿Y tu esposo? -pregunta.
-En un hotel con su otra esposa. -digo abrazando nuevamente a mi bebé.
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La tumbo en la mantita del suelo y me arrodillo frente a ella haciendole pedorretas.
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-Tengo que bañarla. -dice.
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La cojo mientras aún sigue riendo a carcajadas, subimos para bañarla y mientras yo la desvisto jesus le prepara el lavabo con agua caliente ya que es muy pequeñita.
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-Pero si eres una gordita. -le hago pedorretas.
-Mami. -rie ella.
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Jesus se gira riendo, la meto en la bañera y comienza a chapotear.
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-Pero niña. -rie Jesús ya que le ha mojado.
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Tal vez esté cometiendo un pecado pero así soy feliz, soy feliz en lo prohibido junto a él...