Capítulo 41

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Amira. 8 de Noviembre a las 10.30 pm. Hot.
°
Hace rato que nuestros labios no se separan, su camiseta escapo de mi cuerpo ayudado de sus manos y nuestras respiraciones nos exijen mucho más.
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-Quiero bailarte. -digo levantandome de su regazo.
-La bebé esta dormida. -dice sonriendo.
-Lo hago sin música. -tiro de él sentándome en el borde de la cama.
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Coloco mis manos en sus hombros comenzando a mover la caderas, muerde su labio observándolas impresionado y llevo mis manos a su barbilla haciendo que me mire.
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-Hazme más pasos. -susurra.
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Giro moviendo sensualmente mi cadera, elevo mis brazos acompañando con manos y sus dedos recorren mi cintura haciendo que lo empuje levemente pegando su espalda al colchón.
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-Estás hermosa. -bailo sobre él.
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Me inclino sobre sus labios, lo beso y me deshago de su pantalón.
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-Te amo. -murmuro.
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Me recuesta sobre el colchón, baja mis bragas muy suavemente separa mis piernas bajando su boxers y lo pego a mis senos.
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-Hacerte el amor es tan hermoso. -murmura.
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Mi piel arde en agua, mi sudor esta evaporandose, quemando cada rincón de mi y saciendo cada deseo de mi alma.
Sus manos bajan a mis muslos, me sostienen de una manera firme y me besa lentamente.
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-Di que eres mia, solo mia. -suplica.
-Solo tuya, soy tuya Jesus, solo tuya. -repito jadeando.
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Gimo levemente, el ahoga uno en mi oido provocandome una sonrisa y clavo mis uñas en su espalda.
Siento como su torso resbala, sus músculos se tensan a los largo y ancho de su ser a la vez que mi fragil figura está aferrada a la suya. Mis brazos rodean su cintura, mis uñas agarran su espalda y mis piernas están estrelazadas con las suyas.
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-Te amo, te amo joder. -dice cuando el climax de ambos llega.
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Cae bocabajo en la cama, me tumbo pasando una pierna por encima y beso su mejilla.
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-Debo bañarme. -digo susurrando.
-Claro preciosa. -me besa.
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La pequela llora, ambos nos levantamos y me sorprende al ver como ha tirado su chupete. Jesus le abre la boquita y sonreímos al ver como su llanto es debido al dolor de sus primeros dientecitos...

Tú eres mi religión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora