Tú eres mi religión

Capítulo 20

Amira. 14 de Octubre a las 5.00pm.
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Mi madre moja mi cabeza a la vez que yo paso la esponja por mis brazos, ella de sienta a un lado de la bañera mientras yo continuo lavandome y ella sonrie dulce.
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-Mi pequeña es una adulta. -dice sonriendo.
-Hace mucho que no me bañaba contigo a mi lado. -digo dulce.
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La pequeña, sentada en el suelo junto a mi madre gatea hasta la bañera y rio.
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-Desvistela y metela conmigo. -digo.
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Hace lo que le pido, entra conmigo en el agua y Nasira chapotea riendo.
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-Aun recuerdo cuando eras así de bebé y mirate casada, te falta el bebé. -dice orgullosa.
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Un nudo se forma en mi garganta, no, no quiero tener un bebé con ese monstruo. Aún no quiero bebes, estoy cargando con una bebé que no es mia, solo basta que ahora tenga que hacerme cargo de uno mio, jamás, si tengo un bebé es porque amo a esa persona.
El beso de Jesus inunda mis pensamientos, sus labios, su sonrisa nerviosa pero atractiva y la manera con la que normalizaba la situación, mi jefe es todo lo que he buscado: dulce, noble, cariñoso y respetuoso.
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-¿Hija? -pregunta riendo.
-Disculpa mamá. -beso la mejilla de la peque.
-Es mejor que te vayas secando, dentro de poco es la Asr. -dice sonriendo.
-Mamá ¿amabas a papá cuando te casate con él? -pregunto.
-Con toda mi alma, él era algo imposible ya que tenía mucho dinero y mi familia bien sabes que es muy humilde pero mirame hija, casada con el hombre de mi vida. -dice sonriendo.
-¿Por qué debí casarme yo si no lo amaba? -pregunto.
-Porque él te da una buena vida y ahora lo amas hija. -dice.
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Saca a la bebé enrollandola en una toalla, me pongo el albornoz y mi madre se marcha ya que debe ir con mi padre a hacer la oración.
Pongo a la bebé en su cuna tras vestirla, entro en mi habitación viendo a mi esposo y sonrie ¿por qué me quiere cuando la otra le da palos?
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-Cariño. -me pega a él.
-Habibi, no me apetece. -digo costosamente.
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Agarra mi rostro, me mira y rie en mi cara.
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-¿Con el otro si? Claro tu jefe. -me abofetea.
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Se marcha dando un portazo, me visto tranquilamente y bajo descalza a por agua ya que queda poco para la oracion de la tarde. Escucho a Aban hablar con la otra mujer haciendo que frene antes de pasar.
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-Esa bastarda vive en casa y no es mi hija. -dice Aban enfadado.
-¿Te crees que quiero tener aqui a ese engendro de mi vientre? -pregunta Nasira.
-¿Te crees que me gusta mantener algo que no es mio? -contraataca furioso.
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Decido regresar a la habitación de rezo sin tomar agua mientras mi cabeza le da vueltas ¿no es el padre de la pequeña?....