PARTE 2 REDENCIÓN (CAPITULO 35):

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NOTA INICIAL: ESTE CAP VA DEDICADO A GIA. LA MODELO QUE ME PERMITIÓ DARLE ROSTRO A MI MARÍA. GRACIAS POR ACEPTAR SER MARÍA   :3  Y PERMITIR ADEMAS QUE USE TUS IMAGENES PARA EL LIBRO. CRÉDITOS A ELLA (giaborgesb)


El día siguiente arribó, y yo ya estaba levantada mirando por la ventana, cuando la campana que indicaba que era hora de levantarse, sonó. Dormía muy poco, dando vueltas en la cama, con mil cosas en la cabeza, y mis ojos tanto o más abiertos que cuando me había acostado. Y sin terminar de amanecer, ya estaba levantada y lista, por decirlo así, para las actividades que hubiera en el centro. Hoy iniciaban. Tenía cita con los médicos a las diez y la reunión con la psicóloga a las tres. A la que no iba a ir. ¿De qué me serviría hablar con una persona más loca que yo? ¿Para qué contarle mis problemas? Ella nunca me iba a entender.

Podría asistir a que me revisaran el cuerpo. Pero no la mente. Para esa ya no habría remedio.

Me friccioné los dedos. El día de hoy era frío. De lluvia. Y casi no se veía la ciudad. Mi visita al jardín tendría que perderse. Estaba mirándolo todo, cuando alguien puso una mano en mi hombro.

— ¿Pensando en la soledad y otros detalles?—apreté su mano.

—Hola, Manchas—me pasó el brazo por el hombro, viendo lo que yo.

—Casi no hemos podido vernos y charlar. ¿Cómo vas?—no respondí— ¿bien?—silencio—mal—

—Temiéndole más al resultado que al proceso. No he empezado clases de nada, y ya siento miedo de lo que veré. He tenido un estilo de vida, Manchas. Una forma de ir por el mundo. Consumir droga, robar, ser grosera—la miré—ahora todo está roto. Tengo que dejarme a mí misma atrás, y construir una nueva otra vez—

—Te sientes como una niña pequeña que no sabe a dónde ir—

— ¡Exacto!—

—Pues díselo a la psicóloga. Cuéntale cómo te sientes. Tus miedos, tristezas, rabias—

—No voy a ir—volví la vista a la ventana.

— ¿Por qué no?—

—No quiero. No le voy a contar a nadie lo que fue mi vida. ¿Para qué?—

—Te ayudará a sanar—

— ¿Ah sí? ¿Ella me hará volver en el tiempo a cuando quería escapar del orfanato? ¿Va a hacer que mi mamá tomara otra decisión y no me dejara cuando más la necesitaba?—me dio un abrazo cuando vio mis ojos ponerse vidriosos.

—No. Pero te ayudará a entender que aunque el escapar fue una mala decisión y lo pagas ahora, te ha ayudado a crecer. Y te va a mostrar tambien, que no necesitas a tu mamá—me tomó de las mejillas—nena, nunca la has necesitado. Has podido por tu cuenta. Y vas a seguir así. ¿Dónde está la María que siempre me alentaba a todo?—

—Destruida—me volvió a abrazar.

—Juntas recogeremos los pedazos y haremos una nueva tú. ¿Quieres que te acompañe a la cita de la tarde? Estoy libre—negué, moqueando.

—No. No quiero que me acompañes. Porque no voy a ir—cuando pensaba protestar, la silencié—y no digas nada, Manchas—suspiró—y menos a Fernando, por favor—

—Chata. Si quieres estar en el centro y recuperarte, debes cumplir con las clases y normas estipuladas. Y ya me han contado por ahí, que tampoco irás a los oficios Eucarísticos. Y si le añadimos a ello, el hecho de que odias la religión, tampoco querrás ver la clase de dicho tema. Y lo que te ayudará a dejar las drogas, es tener la mente ocupada—

Gabriel Corazón. L1 de la Bilogía: El ángel de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora