Prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar.

Capítulo 1.

Prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar.

Capítulo 1.

Macarena Achaga.

Actualmente.

Llegué a la ciudad de México, con una idea clara en la mente; triunfar, como modelo, cantante, o actriz, algo dentro de mí decía que tenía que intentarlo, fue así como decidí que dejar Mar de plata, Argentina, era la mejor idea; dejar a mis padres y a Santiago, fue lo más complicado que jamás había hecho, sin embargo, México fue una gran decisión, nunca imaginé todo lo que iba cambiar, todo lo que iba sentir y todo lo que estaba por venir, cuando decidí ser..., Valentina Carvajal.

05 de marzo de 2018.

Estaba en mi departamento, celebrando mi cumpleaños número veintiséis, con mis mejores amigos a mi lado, cuando mi celular sonó y me apresuré a responder.

- ¿Diga?

- ¿Macarena?

- Che, ¿eres Carlos Bardasano? – pregunté cuando recobré la postura, alejándome de la multitud.

- Así es, creo que estás ocupada, no quiero quitarte mucho tiempo, te espero el miércoles en el foro diez.

- ¿Qué significa eso? – pregunté un tanto emocionada y nerviosa a la vez.

- Significa que estoy hablando con Valentina Carvajal.

- Ósea, ¿es una broma? – comencé a gritar como loca. – No puedo creerlo, gracias, gracias, gracias, ahí estaré.

- Nueve de la mañana, un beso Maca. – colgó.

No sé cómo sentirme justo ahora, pero me siento totalmente anonadada, tengo que marcarle a mis viejos y contarles, los chicos me veían de lejos, sin saber que es lo que sucedía, ya se enterarán; me encerré en mi habitación y les marqué.

- Hija, ¿todo bien?

- Lo conseguí ma, el papel es mío. – grite de nuevo como loca.

- Felicidades pequeña, sabía que ese papel era tuyo. – se le escuchaba feliz.

- Gracias, estoy feliz, madre tengo que volver a la fiesta, podrías contarle a mi viejo y Santi, si no regreso ya, los chicos se pondrán cabezones. – me eché a reír.

- Seguro. Te amo Maki.

Volví a la fiesta y cuando le conté a todos mis amigos, se volvieron un poco más locos de lo normal, música, copas, birra, todo eso, que junto me dejó echa percha. No desperté, hasta medio día, con un poco de jaqueca, pero eso sí, muerta de nervios, tengo el estómago hecho trizas; no tengo ni idea de que se tratará, del elenco, vaya, de quien sería mi nueva familia, y peor aún, si la novela tendría el rating que esperaba y que todo actor y actriz, sueña con tener. Pero eso es algo que nadie sabe, hasta que simplemente, sucede.

El gran día había llegado, me puse unos jeans y una blusa suelta, intentando parecer lo más casual y natural posible, unos tenis con una enorme plataforma y pinté mis labios, de color rosa pálido, lista para lo que sea, que vaya suceder, tomé el coche y conduje hasta los fotos de televisa, el tráfico, pesado como siempre, nada fuera de lo habitual, puse un poco de música y canté mientras conducía, así los nervios podrían aminorar o al menos eso espero. Corrí por los pasillos de Televisa San Ángel, Carlos y Alejandro me esperaban en una pequeña oficina, a la que me dieron acceso unos minutos después.

- Macarena que gusto verte, muy puntual eh. – dijo Carlos.

- ¡Claro!, hay que ser responsables. – sonreí.