Macarena Achaga.
Estos últimos días mi vida se resume a algo particularmente específico... Bárbara. He pensado las mil maneras posibles de pedirte perdón, pero ni siquiera respondes mis llamadas o millones de mensajes, comienzo a creer que de verdad te perdí, sin embargo, hoy al despertar, tenía algo claro en mente, si te vas, lo aceptaré, pero al menos voy a intentar recuperarte, voy a intentar dar todo de mí. Así que aunque no tengo ni idea de cómo comenzar, supongo que el corazón lo decidirá apenas la tenga de frente, si es que logro que eso suceda.
Sin embargo, diciembre llego y después de la constante petición de mi familia, aquí voy abordando un avión a Argentina, después de hacer una última cosa en México. Me abrocho el cinturón y por un momento, todo se siente extraño, vació y lejano, como si esto en vez de ser un hasta siempre, es un hasta nunca. Y aclaro, no estoy huyendo, sólo necesito tiempo, tiempo de pensar en lo que estoy haciendo de mi vida, en como retomar y en que estoy dispuesta a perder, aunque claramente ella no está en esa lista.
Después de varias horas piso el suelo del país que me vio nacer, del país donde mi familia radica y sí, se supone que debería ser inmensamente feliz, pero no es así, siento una presión en el pecho, saco el celular y le marco de nuevo, un tono, dos tonos, tres tonos, cuatro tonos, buzón. Comienza a ser repetitivo, cansado y agotador.
Llego a casa, todos corren para saludarme, parece que están felices de verme, mamá que para mi sorpresa imita el acto de todos, me abraza, siento su calidez y luego, la realidad me inunda.
- Amor, ¿viene contigo?
- ¿Quién mamá?
- El chico guapo –sonrío.
- Mamá, basta, por favor, estoy harta de que quieras pintar una vida falsa para mí -grite.
- ¿Qué pasa? –se acercó papá.
- Tú hija, ya me tiene harta –respondió mamá.
- ¿Por qué?, digo recién cruza la puerta y ya están así –se cruzó de brazos.
- Papá –respiré, vi a Santi que asintió, se acercó a mí y me tomo de la mano, gracias a Dios por ese acto-, lo que sucede es que mamá no puede aceptar lo que he decidido.
- Anda, dile a tu papá el motivo, mátalo de una vez –dijo mamá.
- Papá, me enamore y antes de que digas cualquier cosa, si, si me enamoré –Santiago soltó mi mano y se alejó de mí-, ustedes siempre insistieron en que debía fijarme de alguien que fuera mejor que yo ¿cierto?, es alguien tan profesional, tan humano, increíblemente dependiente e inteligente, el único problema que mamá ve, es que es una mujer papá, me enamoré de una chica y ya me cansé de ocultarlo, porque es precisamente por todos mis miedos, que ella no está aquí justo ahora y quizás lo arruiné para siempre, pero de alguna manera, me gustaría pensar que el aire llevará mis palabras hasta ella y que el destino le hará saber cuánto lo siento.
- Macarena –dijo papá.
- ¿Qué pasa papá? ¿Tú también me rechazarás?, porque si es así pueden hacerlo justo ahora, da igual, estoy jodida y destruida, un poco de dolor más me caería bien.
- ¿Estás segura de lo que estás diciendo? –pregunto papá, en tono serio, lo que me hace pensar que está molesto.
- Sí papá, amo a Bárbara López, tanto como los amo a ustedes, tanto como amo mi vida y tanto como añoro una oportunidad.
Comencé a llorar, ahora perderla es una opción, ahora el dolor se apodera de mí y después de ese mensaje en Twitter, creo que ella ya decidió el futuro de nosotras, ese que ya no implica un NOSOTRAS.
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Prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar.
FanfictionMacarena Achaga y Barbaba López, fueron elegidas para representar a Valentina Carvajal y Juliana Váldes, en la novela amar a muerte. Misma que con el paso del tiempo, les dio la etiqueta de #Juliantina ¿Qué pasará cuando ellas se conozcan más? ¿El a...