Prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar.

Capítulo 66.

Macarena Achaga.

Abrí la puerta y salí, Ghassan había puesto una mesa con flores hermosas y un par de velas, frente al enorme ventanal, un par de copas, una botella de vino y algo de pasta, con buena música de fondo.

- Te vez hermosa.

- Gracias. ¿Y cuál es el motivo de esto realmente? -pregunte.

- No debe existir un motivo como tal... -corrió la silla.

No puedo dejar de sentirme una basura por lo que estoy haciendo, ni tan poco puedo evitar sentir que ella está con esa chica y que algo anda mal, porque siento ese hueco en el estómago. Por otra parte, sé que ella esta rodeada de su familia, sé que no podría o al menos es lo que me intento hacer entender.

- ¿Estás aquí? -dijo extendiéndome una copa rebosando de vino.

- Lo siento, es solo que la vista de Nueva York puede robarte del mundo.

- Lo sé, por ello elegí estar aquí, me gusta el sitio y bueno, ahora mismo no sé qué me gusta más...

- ¿De qué hablas? -creo que entendí perfecto su referencia, pero prefiero hacerme la tonta, aunque no sé si sea buena idea del todo.

- Macarena, no quiero ir demasiado rápido, pero nunca has dejado de gustarme... siempre has estado ahí.

- Ghassan acordamos que esto sería algo de amigos -me eché hacía atrás.

- Yo no puedo con eso -bebió un sorbo.

- Deberás aprender..., mira si esto no te gusta, creo que me es más sencillo hospedarme en otro sitio -me puse de pie y él me sujeto a prisa.

- No, no te vayas, lo siento, tienes razón.

- ¿Ves este anillo? -levanté la muñeca-, es lo único que me importa y me importa porque me recuerda a Bárbara y porque en serio, en medio de toda está maldita pandemia, lo único que quiero después de tanto tiempo es volver a su lado.

- Tienes razón lo siento...

El tema no se toco de nuevo por lo menos no ahora y eso está bien, sólo cené y me dediqué a apreciar lo fabulosa que es la ciudad, en serio parece que aquí nadie duerme. Tomé el celular e intenté escribir, pero quizás no era el momento, quizás debía dejar pasarlo y aunque me doliera, iba ser así.

Bárbara López.

Cerré los ojos y de pronto, esa pequeña palpitación me recorrió, giré la vista, ella se había girado y ahora sus labios estaban muy cerca, su nariz rosaba mi mejilla; Deborah es hermosa... pero no es para mí y lo supe cuando esa escena inundo mis sentidos "Juliana en un ataque de celos, sumados con el alcohol se metió con ese tipo y lo arruinó todo, porque esa noche sólo descubrió dos cosas, la primera, que había sido una estúpida y la segunda que perderla no era una opción".

Me puse de pie cuidadosamente y aunque todo parece darme vueltas, camino lento, giro la perilla y salgo de la habitación, me acercó a la alberca, no sé que hora sea y la verdad mi vista es tan jodida ahora mismo que no voy a ponerme a descubrirlo.

Me recuesto sobre la hamaca y sin pensarlo, busco su nombre entre mis contactos y le llamo... esperando no haberlo arruinado todo.

- ¿Sí?

- Hola -dije.

- Hola... (no sé cuantos minutos hemos pasado ya en total silencio)