Bárbara López.
La veo acercarse y he dejado de reaccionar, vamos Bárbara sal de aquí que esperas, ella precisamente ella es quien te jodio la vida, ella es quien te destruyo, que mierda haces... recuerda, la odias, la odias más que a cualquier cosa.
- Lo siento Bárbara...
- No Macarena, se acabó –dije intentando sonar lo más firme posible.
- Está bien lo acepto, de hecho venía preparada para que me golpearas en el mejor de los casos –se acercó un poco más a mí. Aceptaré si todo se acabó y te juro que no volveré a buscarte, pero al menos escúchame por favor, al menos permíteme decirte cuanto lo siento y decirte cuanto te amo y después me marcharé, me iré de México hoy mismo si nada de esto funciona, creo que estar cerca de ti no va ayudarme mucho, no pretendo que esto cambie tu parecer, pero creo que es lo mejor Bárbara.
- ¿Te irás? –pregunte, por alguna razón estúpida llamada amor.
- Sí, lo arruine en verdad con la única persona con la que podría verme en un para siempre, sabes no sé a qué le temía realmente, no sé qué es lo que me aterraba o quizás siempre lo supe, pero me orille a llegar al vacío, me orille a pararme en la punta de aquél acantilado, hasta que no quedará más que brincar, sin importar si perdía todo ¿y sabes qué?, finalmente brinque, el problema es que tú no estabas ahí abajo para sujetarme y la caída dolió, porque te amo Bárbara y sé que he sido la más imbécil de todas, pero nadie me enseño y nadie me preparo para cuando el amor de mi vida llegará –me sujeto de las manos, su contacto, bah, eso desequilibra a cualquiera-, eres tú Bárbara, siempre has sido tú, cambiaste mi vida de maneras que ni yo misma imaginaba. Creo que cuando acepté el papel de Valentina, mi mayor miedo era este y me lo repetí una y otra vez frente al espejo, vamos Macarena, prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar y ¿adivina qué?, termine perdidamente enamorada de ti, de lo que soy cuando estoy contigo, de lo que soy cuando no estás y de lo que hice cuando pensé que te habías ido para siempre.
- ¿No te das cuenta? –dije.
- Shh –puso un dedo sobre mis labios y prosiguió-, déjame terminar. Lo sé, quizá slo arruine, pero no podría andar por el mundo sabiendo que no te lo dije, no podría seguir viviendo sin saber si tú realmente me amaste.
- ¿Lo dudas?, dejé todo por ti Macarena, estaba dispuesta a quedarme sola si era contigo y no te importo.
- Si me importo Bárbara, siempre me importaste, sólo que estaba muerta de miedo, no todos somos tan valientes como tú, ni tan fuertes y perfectos como tú.
- No soy perfecta –respondí.
- Para mí lo eres. Quería pedirte perdón, de la misma forma en que tú me pediste que fuera tu novia.
- Entiendo –di un paso hacia atrás-, entonces Macarena, por tierra, por aire, agua y fuego, lamento decirte que se acabó, no quiero nada contigo, ya no...
- Pero...
Di media vuelta y emprendí el paso, mis lágrimas recorren mi rostro, pero esto ya no va funcionar, porque resulta que cuando algo se quiebra de esta manera, es casi imposible volver a unir las piezas, giré la perilla y escuche su grito de desesperación.
- Por favor no te vayas... -me detuve y giré para verla tan solo un momento más.
- Lo siento Maca...
Salí de ahí, con el corazón desecho, sabiendo que nada volvería a ser como antes, sabiendo que al cruzar esa puerta, todo se habría acabado, para siempre. Subí al auto y apenas encendí el coche supe que era lo que tenía que hacer.
Macarena Achaga.
Me derrumbe en ese momento, nunca antes había sentido dolor más grande que este, nunca antes había sentido que mi vida no valía nada como hasta ahora, siento que algo se apagó en mí, siento que me estoy desgarrando por dentro, siento el crujir de mi interior y como el aire comienza a faltarme, se acabó y se acabó por mí.
Ni siquiera puedo controlar mis emociones, comienzo a golpear la pared en un ataque de irá, comienzo a sentir que nunca debí volver y quiero ser la cobarde de las películas, porque quiero irme, desaparecer, dejar de existir y sólo así, quizás el dolor desparezca y todo parezca más sencillo.
Escucho la puerta abrirse, levanto la mirada, intento ver quien ha cruzado la puerta puesto que las lágrimas han nublado mi visión, ¿es ella?, estamos quizás a cinco metros de distancia, me pongo de pie y la contemplo, intento coordinar mis emociones, "vamos Macarena, no te olvides de respirar". La veo dar un paso hacia mí e imito su movimiento, uno más, estamos más cerca, creo que va golpearme y de repente, contra cualquier pronóstico, se echa a correr y me rodea con sus brazos, apenas puedo creer lo que está sucediendo, creo que estoy soñando, creo que esto no es real, pero su respiración en mi cuello, me dice lo contrario. No sé cuánto tiempo hemos estado así, sólo puedo pensar en que sus brazos me han devuelto a la tierra, sus brazos, su presencia y su respiración agitada, han detenido mi corazón, y cuando nuestros brazos se cansan, comienzan a aflojarse, la veo a los ojos y me atrevo a secar la lágrima que rodea su mejilla.
- Perdona...
- Shhh... por favor Macarena, no digas más, necesito que me beses –dijo.
Me acercó, tomo su mejilla y me inclino para acariciar sus labios con los míos, esa bendita sensación que me devuelve una sonrisa, mientras nuestros labios se disfrutan el uno con el otro, admito que se ha sentido una agonía después de la última vez de tenerlos cerca. Admito que soy adicta a ellos, a su sabor, a lo que me hacen sentir. Apenas los acaricio y siento su lengua tener leves caricias con la mía, siento que la vida puede mejorar, que puede existir un mejor mañana y que toda la mierda que me rodea, puede irse al carajo ahora mismo.
- ¿Qué fue eso? –pregunto apenas nos separamos.
- Lo puedo describir como un te necesito en mi vida, quiero odiarte Macarena, pero mientras más lo intento, más te quiero cerca, quiero odiarte, pero apenas me vi en tus ojos, supe que no quería estar lejos de ellos y quiero odiarte tanto para poder olvidarte, pero mientras lo intento, más reconozco cuanto te amo.
- Te amo Bárbara, sé que he sido una imbécil.
- Sí que lo fuiste.
- Lo sé, pero te juro que no volverá a suceder, eres mi vida y voy a luchar por tenerte siempre –dije.
- ¿Tienes que volver? –pregunto.
- ¿En serio lo preguntas? ¿Qué te hace creer que voy a querer dejarte sola? –sonreí-. La pregunta correcta sería ¿tú te irás?
- Sé que es año nuevo y mi familia va odiarme, pero no hay nada más que desee ahora mismo, que brindar contigo y hacer el amor hasta amanecer...
La tomé de la mano y salimos corriendo de ahí, la noche había comenzado a caer en la ciudad y por primera vez después de muchos días, el cielo se veía increíble o quizás siempre estuvo así de hermoso, sólo que no podía apreciarlo.
- ¿A dónde vamos? –pregunto sonriendo.
- No lo sé, a donde sea, lejos de aquí.
- Ven...
Subimos a su coche y nos echamos a andar, su celular no dejaba de sonar, me vio a los ojos, apago el celular y con la noche cayendo en el último día del año, con buena música y la mujer a la que amo teniendo la mano entrelazada a la mía, sabía que el año que estaba por llegar, sería el más hermoso y está vez, no podría permitirme un error más, porque no estoy dispuesta a vivir esa mierda de oscuridad, no después de a ver estado ahí, no después de saber cómo se siente.
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Lo sé es muy corto, pero en vista de los múltiples comentarios sobre el final tan lleno de incertidumbre del último capítulo he aquí un mini capítulo lleno de mucho amor y bueno, con un vaso de whisky de por medio sobre mi mesa, creo que lo que está por venir, tendrá mucho fuego.
Un abrazo gigante.
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Prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar.
FanfictionMacarena Achaga y Barbaba López, fueron elegidas para representar a Valentina Carvajal y Juliana Váldes, en la novela amar a muerte. Misma que con el paso del tiempo, les dio la etiqueta de #Juliantina ¿Qué pasará cuando ellas se conozcan más? ¿El a...