Capítulo 24.

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Bárbara López.

El quince de marzo había llegado, lo que significa que hoy, nos tomaran las fotografías para COSMOPOLITAN, estoy muy contenta, creo que ninguna de las dos había imaginado todo lo que iba pasar con la novela, todos los proyectos que se vienen, el amor de los fans y demás, pero esta sucediendo y muchas veces al despertar no puedo dejar de agradecer, aunque algunas otras veces, me siento sofocada.

Cada día por la mañana, un ramo de flores amanece en mi tocador, cuando viajo algún hotel, siempre las chicas de fandom están ahí, es impresionante como lo saben todo y bueno debo ir lista y preparada para al menos un par de fotos por la calle.

El celular comenzó a sonar, es Alex, contesto emocionada, esperando que mi tono de voz no me delate como suele hacerlo.

- Hey, qué onda.

- Me olvidas cañón.

- Jamás, he estado super absorta con todo el tema juliantina -genial, tenías que mencionarlo, idiota.

- ¿Juliantina?, por cierto, ¿cómo vas con eso?

- ¿Cómo voy con qué? -comienzo a ponerme nerviosa.

- Si vamos, sabes que, tengo una idea, haré este fin de semana, unas carnes asadas.

- ¿Qué?

¿Dónde carajos queda la relación entre Juliantina y carne asada?, o la pobre de Alex perdió un tornillo o yo soy muy lenta para cuadrar ideas.

- Sigo sin entenderte -dije después de analizarlo un poco más.

- Tú solo ven ¿ok?, el sábado a las tres de la tarde. ¡Te amu beba!

Por Dios, tengo amigas muy locas, en fin, me metí a duchar, me arreglé más que de costumbre, me puse unos jeans y una blusa floreada y partí a uno de los edificios más nice de México, donde se tomarían las fotos, tendríamos un par de entrevistas que luego plasmarían en letras y listo.

Tomé el ascensor, subí mientras enviaba unos textos y cuando las puertas se abrieron, ahí estaba, tan perfecta como cada bendito día, me vio, sonrío y supe, que este día, como cualquier otro sería increíble, por el simple hecho de estar juntas, una vez más. Corrí para abrazarla y ella me apretó contra su cuerpo.

- Bebé, te vez divina -dijo dándome una vuelta.

- ¡Mírate! Estás increíble -le sonreí.

- Me encanta, es precisamente esa química la que quiero en las fotos -dijo la chica que apareció.

- Te lo dije, son increíbles -dijo Oscar por detrás.

- Bueno no se hable más, Macarena tus cosas están por allá -señaló el lado izquierdo- y Bárbara, por allá -señaló el lado opuesto.

Nos sonreímos y partimos, dentro encontré un diminuto payasito color blanco, junto a una chaqueta blanca con un estampado en tono verde y azul; además de una blusa azul, otras sin mangas, y demás, creo que fácil son cinco cambios de vestuario, así que vamos hacerlo.

- Ahí hay una bata señorita López.

- Gracias.

Me puse la blusa azul con líneas blancas y los jeans blancos, uno tenis y salí de ahí, a la par que ella salió del vestidor de enfrente un crop top rosado, nos llevaron a maquillaje y peinado; estoy muy nerviosa, demasiado, a decir verdad me pone nerviosa estar tan cerca de ella, ¿por qué?, porque no se que somos, no sé si puedo o quiero besarla de nuevo o como debo comportarme, me sentí tan estúpida, que no sabía si besarla en la mejilla o en los labios.

Prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora