Prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar.

Capítulo 25.

Bárbara López.

Creo que la chica de la última vez logro fastidiarme más de lo planeado, odio esa mentalidad estúpida. En fin, hoy tengo el Opening de Dsquared2, Gonzalo insistió en que lo acompañe y luego vayamos a cenar juntos, no estoy del todo convencida, pero aun así, decido aceptar. Quizás está noche no lo sé, todo pueda cambiar.

Me arreglé para mí, quiero verme hermosa y quiero sonreír para mí, aunque quizás, acompañada de la persona incorrecta; lo que me lleva a cuestionarme, ¿Cuántas personas en este mundo, sonríen al lado de la persona incorrecta, por miedo al qué dirán?

Termino de recogerme el cabello y cuando lo hago, escucho la bocina de un coche en la calle, seguro es él, claro, no puede bajarse como un hombre civilizado; mi celular comienza a sonar, veo su nombre aparecer y comienzo a molestarme su actitud.

- Que guapa mi amor -dice mamá al aparecer por la puerta.

- Gracias ma.

- ¿Dónde pongo esto? -dijo con un enorme ramo de flores y una pequeña tarjeta.

- Yo las acomodo, gracias mamá, tengo que irme te amo.

Tomé las flores, las puse en el tocador, jalé la tarjeta y la guardé en mi bolso, besé a mi madre y bajé a prisa, Gonzalo estaba ahí, se inclinó abrió la puerta y la aventó para que yo pudiera subir.

- Hola amor -dijo cuando subí.

- Que caballeroso.

- Amor, ya vamos tarde, no empieces, por favor.

Tiró de mí y me besó, no lo sé, sus labios ya no saben como solían saber. En fin, vamos a tratar de disfrutar. Llegamos al evento, lleno de fotógrafos, reporteros y demás.

- Una entrevista por favor -dijo la chica con el micrófono del programa AHORA; Gonzalo me jalo y nos acercamos a ella.

- Hola que tal -dijo él.

- Hola, Bárbara, ¿cómo te sientes con todo lo de Juliantina?

- Hola que tal, muy feliz, el apoyo es increíble -respondí.

- ¿Hay nuevos proyectos?

- Sí claro, viene mucha magia para todas las juliantinas, siempre agradeciendo el apoyo de todos los fans.

- ¿Has visto a Macarena?

- Por favor, pregunta sobre nosotros -dijo sonriente Gonzalo.

- Claro, disculpen, ¿tendremos boda próximamente?

- No lo sé, puede ser -respondió Gonzalo.

Me tomó de la mejilla y me beso frente a la cámara, continuamos avanzando, muchas fotografías, comienzo a sentirme realmente incómoda, no debería estar aquí, mi mano suda.

Entramos al evento, me duele el rostro, de tanto fingir una sonrisa, no me siento cómoda, en serio creo que la situación me rebasa, fotografías, besos sin sentido, no recuerdo cuando le dije te amo por última vez.

- Amor, ¿quieres algo de tomar?

- No lo siento, necesito ir al tocador.

Entré al tocador y cerré la puerta un momento, hay espejos enormes, con viniles que simulan la nieve, se ve increíblemente hermoso y transmite una paz tan confortable. Me senté en el pequeño banco, intentando descifrar lo que mi mente necesita y mi corazón quiere, pero es tan complicado.