Capítulo 26.

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Bárbara López.

En otras circunstancias diría que el género de música (banda) no me agrada del todo, pero hoy precisamente, parece que los compositores se metieron a mi corazón y grabaron con puño y letra, todo el dolor que siento en el pecho; es cierto, no te amo, no sé cuándo deje de hacerlo, pero eso no quiere decir que no duela, eso no quiere decir que no te voy a llorar más de una noche.

Me senté en ese enorme sofá con vista a la increíble luna, que comienza a ocultarse por el horizonte, no he podido dejar de llorar, mientras Alejandra canta como desquiciada al lado mío, se lo agradezco, agradezco su torpeza y locura ahora mismo, ¿qué seríamos sin una amiga a nuestro lado, cuando tenemos el corazón roto?

- Sírveme otro por favor -le extendí el vaso.

- ¿Puedo saber que paso? -se sentó frente a mí.

- Ya no estaba funcionando, ni siquiera sé que es lo que teníamos Ale...

- ¿Cómo lo tomo?

- ¿Cómo podría tomarlo?, me pidió que me casara con él.

- ¿Qué? No pinches mames, que pedo con Gonzalo.

- No sé porque lo hizo cuando todo se estaba yendo a la mierda, él lo sabía.

- Supongo que es un idiota más, los hombres esperan a que el titanic se hunda para sacar los chalecos.

- Quizás -me bebí de golpe la cuba que recién me había servido.

- ¿Hay alguien más?

- ¿En serio me estás preguntando eso ahora mismo? -dije llevando los ojos hacia arriba, ella sabe lo que significa eso perfectamente.

- We, es que no sé, juraba que te casarías con ese vato, sé que es medio pendejo, pero sé cuánto lo amaste, cuidaron muchísimo su relación y ...

- ¡Cállate! Por favor Ale...

Sequé mis lágrimas, me empiné la botella en los labios y cuando el pecho comenzó a arderme por el tequila, lo dije.

- Sí, hay alguien más, siento algo por Macarena...

Conclusión: Si ella no se hubiera aparecido en mi vida, nada de esto estaría pasando y por otro lado, el miedo me detiene tanto, que no sé que estoy haciendo, no sé si es lo correcto y aun así, termine con él y aun así, no dejo de pensar en la sonrisa de ella, y aun así, creo que todo va salir bien.

- Lo sabía, digo tú lo habías dicho, pero cuando las vi juntas aquí, cuando vi como se pusieron supe que había algo más entre ustedes.

- ¿Tú crees?

- Claro, ella está igual que tú Bárbara, por Dios, no hay que ser un gran adivino para darse cuenta, es obvio que ambas están hasta el culo.

- Tengo miedo Ale...

Me hinqué frente a ella y me solté a llorar con más sentimiento sobre sus piernas, estoy desecha, no puedo evitar revivir todos nuestros recuerdos y aquella primera noche, en que en verdad fui feliz en sus brazos, cuando me entregué a él por primera vez, en aquella habitación, después de un increíble fin de semana con todos nuestros amigos, en fin, un fin de semana y un instante, que no volverá...

Macarena Achaga.

No sé que pasa con Bárbara, a veces es tan indescifrable que asusta, no he sabido de ella, no sé que es lo quiere o espera realmente y eso es más jodido aún. No he salido de casa, desde aquél encuentro incómodo con Ale y sus amigas y por si fuera poco, mi celular comienza a sonar...

Prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora