Macarena Achaga y Barbaba López, fueron elegidas para representar a Valentina Carvajal y Juliana Váldes, en la novela amar a muerte.
Misma que con el paso del tiempo, les dio la etiqueta de #Juliantina
¿Qué pasará cuando ellas se conozcan más? ¿El a...
Ni siquiera me emociona tanto, debo admitir, que espero más el día veinticinco, ¿por qué?, porque veré a Bárbara. Por otro lado, haber hablado con mamá al fin, hace que mi alma se sienta en paz.
Estoy sumamente nerviosa, pasaremos por primera vez año nuevo juntas, no dejo de ver las recién fotos que ambas hemos publicado, cada una con su familia, el único problema es que a pesar de estar muy feliz, ella no está en mi foto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Creo en nuevas oportunidades, creo que este año venidero puede cambiar todo, me cansé de fingir, me cansé de soñar con los ojos cerrados, no más, basta.
Quizás todo se vuelta aún más oscuro o quizás no, pero ¿quién lo sabe?, he ahí el misterio del mañana, tan aterrador como misterioso.
Bárbara López.
¿Qué haría diferente?, a diario me hago esa misma pregunta al amanecer, quizás casi desde que tengo memoria, pero hoy, es raro, hoy por primera vez, sé que es lo que quiero hacer, ahora la pregunta tiene otro sentido.
Adoro todo lo que soy, todo lo que hago, adoro todos los problemas que he tenido, todos los tropiezos, todas las lágrimas que tuve por ellas y todas las benditas sonrisas que provoco.
Creo que mañana todo puede cambiar, ¿cómo lo sé?, no, no lo sé, pero espero que sea así...
30 de diciembre 2019...
Desperté muy temprano, para ser sinceras, ni siquiera pude dormir, saqué mi celular y se redujo a lo siguiente:
¿Nerviosa? – Macarena.
¿Tú no? – Bárbara.
Acabamos de llegar a Buenos Aires, se supone que en dos horas sale el vuelo – Macarena.
Me avisas ¿ok?, ¿crees que les guste? – Bárbara.
Tranquila amor, sé que sí – Macarena.
¿Estarán todos? – Bárbara.
Eso creo, ¿y allá? – Macarena.
Creo que sí... Oye – Bárbara.
¿Sï?, espera deja adivinar, corrección, déjame decirte algo... TE AMO – Macarena.
Eso es trampa ¿sabías?, yo lo iba decir primero – Bárbara.
I B A S – Macarena.
TE AMO, y vale como si fuese la primera en decirlo, porque literalmente lo fui – Bárbara.
Siempre me reprocharé eso, oye, ya anunciaron, te dejo, porque mis padres se vuelven locos con las filas largas – Macarena.
Ok, cuídense por favor, te amo, buen viaje – Bárbara.
Gracias duraznito..., hasta pronto – Macarena.
Así que sí, definitivamente no dormí, primero por mensajearme gran parte de la tarde y noche, luego porque simplemente no podía; tomé el coche y partí por las últimas cosas, las chicas ya están arreglando todo, luego pase por unos regalos y algunas sorpresas, y antes de darme cuenta, eran las seis de la tarde, mamá no ha dejado de mensajearme y no he tenido cabeza, hasta que su llamada apareció.
Macarena Achaga.
Las manos me tiemblan, casi olvidaba por completo lo calador que es el clima de la Ciudad de México, bueno quizás ni siquiera es el frío, Santi llega y me da un abrazo, me ayuda a escabullirme de la pequeña multitud que se hizo tan rápido que apenas podía reaccionar, una vez en la camioneta, saqué el celular y le marqué.
- Hola.
- ¿Todo bien?
- Si Barbie, llegamos al fin...
- Maku...
- Barbie... -siento como mi corazón se aprisiona.
La puerta se abre y suben los demás.
- ¿Llego la camioneta?
- Si, justo acabamos de tomarla.
- Perfecto, ¿cuánto tiempo crees que demoren?
- Definitivamente no lo suficiente -dije mientras mis dientes castañeaban.
- ¿Puedes creerlo?
- ¿Qué? ¿Qué casi se fue el 2019?
- No exactamente, pero sí de alguna manera -dijo, siento su respiración agitada.
- Bárbara, mira tu celular.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Macarena.
Ayer, decidí nadar un momento, cuando salí de la piscina, está pequeña flor cayo sobre mis cosas, juro que al verla, tu recuerdo inundo mi cabeza, un poco más, capturé la fotografía y la guarde para este momento – Macarena.
- Es hermosa Maku, pero ¿por qué para este momento? -me preguntó.
- Porque si lo hacia antes, tendría que haberte dicho cuántas ganas tenía de besarte y eso dolería más, ahora estamos tan cerca, que sentir el deseo de hacerlo, lo hace aún más impetuoso.
