Macarena Achaga y Barbaba López, fueron elegidas para representar a Valentina Carvajal y Juliana Váldes, en la novela amar a muerte.
Misma que con el paso del tiempo, les dio la etiqueta de #Juliantina
¿Qué pasará cuando ellas se conozcan más? ¿El a...
Desperté, bueno, no pude dormir, así que en teoría solo me puse de pie para meterme a la ducha, es extraño, han pasado seis meses aproximadamente desde que conocí a Macarena, es cierto, estuvimos en la filmación de una película en la que ambas participamos, pero como cosa extraña, nunca nos cruzamos, hasta que simplemente sucedió, como dice Valentina, estábamos predestinadas a este momento.
Hoy quiero verme radiante, hoy quiero intentar sonreír, hoy quiero disfrutar de mis compañeros, de la esencia del equipo y sobre todo de mi preciosa co-estrella Macarena Achaga.
Me puse algo cómodo, hoy la escena era muy sencilla, pero complicada personalmente, ¿por qué motivo?, porque ambas decidían abrirse, luchar y vivir su amor, poderoso ¿no?, más de lo que cualquiera pueda admitir.
Preparé un enorme termo de café y lo metí a mi bolso, junto con dos panecillos pequeños, tomé el coche y conduje, puse el estéreo, para variar Carlos Rivera apareció, ¿por qué?, en ocasiones odio el camino que el destino decide tomar, me detuve en un semáforo y un pequeño apareció cargando un ramo de rosas.
- Cómpreme doñita.
Giré, abrí mi bolso y saqué un pan para ponerlo en sus manos.
- Gracias, pero ándale cómpreme una.
- Está bien, dame cinco rosas, las más bonitas que tengas.
- Gracias -dijo extendiéndome cinco flores, hermosas y frondosas.
Me eche a andar hasta que finalmente llegué al lugar, había muchos reporteros y para mi sorpresa, muchas chicas del fandom, las salude de lejos y me cole en las instalaciones, cargando mis cinco rosas. Las puse en el camerino y salí a escena.
Es extraño, puesto que al cruzar el set número dos, que se había acondicionado para ser una "televisora", la vi, hermosa, radiante y no lo sé, es que Achaga es la perfección hecha mujer. Su cabello perfectamente peinado, ese color de blusa que resalta el color de su piel.
- Chicas, vamos por la última escena, con todo -dijo la chica de dirección-. Acción.
Unos chicos la fotografían, por un momento esto parece real, parece nuestra vida, no la de las actrices, me acerco a ella, me observa y muerde su labio, me acerco a ella, acomoda su cabello. Decimos un par de líneas y comenzamos a caminar, la tomo por el hombro, ambas sonreímos, me da un beso en la cabeza y cuando gritan <corte>, no puedo dejar de llorar, la observo un momento, sus ojos están tan rojos como los míos, nos damos un abrazo y luego algunos se nos unen para darnos su cariño, levanto la vida, la observo un momento y ella susurra.
- Se termino.
- Lo sé -asiento con la cabeza.
¿En serio se terminó?, porque si es así, odio las despedidas y no estoy lista para ello. Nos piden que nos reunamos en punto de las cinco de la noche en el gran set, todos están ahí, Jessica corre a mi lado y me abraza fuertemente, luego se nos une Maku, saco mi celular y decido capturar el momento. Todos brindan, hay música y aperitivos, Carlos, Alejandro y otros más, comienzan a decir algunas palabras, yo solo me siento a la orilla de una madera, observo la foto, nos vemos tan felices y comienzo a redactar algo, sintiendo como de alguna manera, Juliana Valdés se ha apagado.
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