Capítulo 48.

2.9K 254 38
                                    

Macarena Achaga.

Mentir no es fácil, menos si eso implica el miedo a arruinarlo. Una busca mentir por dos razones, la primera porque no sabes cómo manejar la situación y una mentira podría solucionarlo todo o no, y la segunda porque sencillamente es más fácil a enfrentar la verdad.

Así que sí, le mentí nuevamente a Bárbara, lo cual me tiene un tanto histérica, pero a estas alturas no hay marcha atrás, estoy en el aeropuerto, esperando que por alguna razón decidan volver a casa, pierdan el vuelo o algo parecido, así podía omitir todo lo que se viene, pero no, Santiago ya me confirmo su salida.

Repentinamente los veo aparecer, mamá, Santiago y la abuela, perfecto, sonríe me dije a mi misma, corrí para abrazarlos, el hecho de que tenga en claro lo complicado de la situación no quiere decir que no estoy feliz de verlos.

- Mi amor, que gusto verte –dijo la abuela.

- Hey Maca, ven acá boluda –intervino Santi.

Mamá no dijo nada, sólo se dedicó a abrazarme y regalarme una sonrisa retorcida, lo cual hace que mi estómago de un vuelco tremendo.

- Vamos a comer por favor, que muero de hambre –dijo Santi.

Así que fuimos a comer algo a uno de los mejores lugares de comida mexicana de la ciudad, sé cuánto lo disfruta la abuela, quizás si come se olvida de nuestro tema o quizás yo me estoy creando toda una historia en la mente, historia sin fundamento cabe recalcar.

- Buenas tardes señoras –escucho una voz a mis espaldas.

- ¿Quién es él? –pregunto la abuela sonriendo.

- Él abuela es...

- Soy Ghassan señora, un gusto –tomo su mano y la beso, levanto la vista, su rostro porta una enorme sonrisa.

- ¿Y tú eres? –pregunto mamá, que por primera vez desde que se sentó frente a mí, emitía una palabra.

- Soy el no... ex novio de Macarena señora, aunque estoy aquí evidentemente porque no me he rendido –sonrío.

- Siéntate por favor –respondió mamá.

- Madre, no creo que sea conveniente –se apresuró a decir Santiago.

- Será un placer –dijo y se sentó a mi lado, hablo al mesero y ordeno algo.

- Eres muy guapo jovencito –menciono la abuela.

- Usted debe ser la abuela de Macarena y usted su madre, ahora entiendo de donde viene toda la belleza.

- Hay por favor Ghassan que lindo, no sabía de ti, pero desde ya cuentas con todo mi permiso –agrego mamá.

- Que linda señora, mi sueño es casarme con su hija.

- ¿Casarnos? –solté una carcajada- Ghassan tú y yo, no somos nada.

- Pero estoy aquí para enmendarlo.

- ¿Amenazándome o cómo pretender hacerlo?

- Con amor mi amor –respondió.

En ese instante se apareció Zuria mi gran amiga, se acercó a mí y gracias al cielo interrumpió tan catastrófico momento.

- Macarena bebé, que gusto –me abrazo efusivamente.

- Hola ¿qué haces aquí?

- Vine a comer con mi hermana, pero apenas te vi, corrí para saludarte. Perdón, buenas tardes –saludo a mi familia y me hizo señas con los ojos al ver a Ghassan-, ¿quieres salir hoy?

Prométeme una sola cosa..., no te vas a enamorar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora