Capítulo 38

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Narra _____:

Ese día, fui a casa donde me recibieron con un fuerte abrazo y les di las explicaciones necesarias. Pues, no me extrañaron lo noté por lejos y yo tampoco los extrañé a decir verdad.
Esa tarde, Niall había ido al acilo mientras tanto, yo me quedé en mi cama, mirando mi cuarto y sintiendo que necesitaba un cambio; lucía como muy infantil.
Simplemente, pasé el día ordenando la ropa, quitando los posters de películas y cambiándolos por otros de bandas que tenía guardados.
Miré un par de mis remeras que me quedaban grandes y me puse una blanca para ensuciar así que me la puse y me quedaba enorme, entonces, tomé una tijera y la corté a la altura de mi ombligo, no porque me gustaba mi cuerpo sino que, hacía calor.
Tomé mis parlantes que nunca usaba y encendí la radio y estaba sonando aquella canción que escuché en el auto de Niall junto a Harry; Girlfriend de Avril Lavinge y no evité saltar o moverme por la habitación mientras la canción retumbaba en el suelo de madera.
Saltaba, bailaba y me reía de mi misma. De verdad tenía ganas de hacer un cambio de mi.
Me miré en el espejo y enseguida, tomé una tijera cortando mis puntas de una forma desprolija pero por el cuidado que le di a mi cabello por años (por obligación de mama) igual se veía bien.

-¡_______!- llamó mamá abriendo la puerta y en vez de apagar la música, simplemente me acerqué a ella cantándole y la tomé de las manos y haciéndola bailar- ¿Qué haces?- preguntó riéndose mientras yo agitaba mi cabello como una desquiciada, saltando como imbécil- ¡Hija!- dijo estallando de la risa.

-No- dije haciendo que no la escuchaba y ella comenzó a bailar a su ritmo conmigo lo que nos hacía reírnos ambas; creo que nunca antes me había divertido de esa forma con mamá.

-¿Qué es esto?- preguntó la voz de Niall desde la puerta quien nos miraba y con mamá lo tomamos del brazo bailando alrededor de él- ¿Qué mierd…?- comenzó a preguntar mientras yo reía como una desquiciada- Por dios… No las conozco- dijo tapando sus ojos mientras yo usaba la escoba como una guitarra y mamá se reía de mi.

-¿Qué está probando?- le preguntó a Niall mamá.

-Honestamente, no tengo ni idea- dijo mientras yo me acostaba en la cama, muerta de la risa- Pero si se sigue riendo le dará asma…- dijo riendo- ¿Qué te hiciste en el cabello?- preguntó mientras mamá bajaba el volumen.

-¿No te gusta?- pregunté sentándome energéticamente- Solo quería, cambiar un poco- dije y me sonrió.

-Te queda genial- dijo mientras mamá nos miraba con ternura y nostalgia.

-¿Qué buscabas mamá?- pregunté.

-Ah sí… Es qué papá dice que estuvo intentando llamarte a tu teléfono…- dijo y rodé mis ojos.

-Lo deje en casa de Harry- dije apenada- Pero no necesito uno- dije firme y mamá suspiró yéndose de la habitación, hablando y quedándose ella sola de todo.

-¿De verdad estás bien?- preguntó Niall quien tenía una bolsa de papel en sus manos y asentí.

-Si- dije suspirando- ¿Sabes que quiero hacer?- pregunté y me miró entrecerrando sus ojos.

-¿Qué…?- preguntó esperando una respuesta razonable.

-Irnos, por ahí, solo un rato- dije y suspiró riendo.

-DE verdad ya ni te conozco- dijo mirándome de arriba- con ese pantalón negro y esa remera cortada… Y ese cabello y esa actitud… ¿Dónde estás ________?- preguntó mirándome como si de verdad estuviese buscándome.

-Solamente, hice lo que me dijiste; ser joven. No lo sé, hacer por un minuto lo que quiero ya que luego no podré hacerlo o…- dije intentando de pensarlo mientras me sonreía- ¿Acaso ya dejo de gustarte por eso?- pregunté y negó con una sonrisa divertida con sus ojos iluminados.

-Estoy enamorado, ni aunque subas veinte kilos dejarás de gustarme- dijo y solté una risita sonrojándome- Y si lo que quieres es ir a caminar por ahí, pues ¿Qué más da? Vayamos…- dijo suspirando mientras yo me levantaba y tomé una campera canguro de color roja oscura y me la puse por si hacía más frío más tarde.

Caminamos por la vereda, de la mano, a los empujones, riendo y charlando como si nada importase cuando pasamos por un minimercado.

-Compremos cerveza- dije y me miró sorprendido.

-¿Qué?- preguntó agachando su cabeza para escucharme mejor- No, no, no y no- dijo negando y me encogí de hombros.

-¿Por qué no vamos a una fiesta?- pregunté y negó- ¿Estás de broma?- pregunté y negó.

-¿Por qué no solo vamos y charlamos…?- preguntó- Y nos besamos y…- dijo caminando a mi lado y suspiré asintiendo; podía hacer eso.

Y como él dijo, eso hicimos, muertos de la risa caminamos hasta aquella cancha de baloncesto de hormigón y nos sentamos a un costado, mirando aquel lago; como la vez antes de que se fuera a Iraq.

-Cada vez que vengo a jugar- dijo mientras yo apoyaba mi cabeza en su hombro- Recuerdo como nos lanzamos- dijo con una sonrisa y sonreí al ver la papada que se formaba debajo de su cuello al reírse de esa forma tan estúpida que lo hacía tan tierno.

-Odio recordar ese momento- dije apenada.

-¿Por qué?- preguntó con la voz quebrada.

-Fue como una despedida- dije y se quedó callado, sabiendo que tenía razón.

Más tarde, cuando ya era de noche, como el ambiente se ponía feo, Niall me acompañó a mi casa y luego se fue a la suya ya que, iba a cenar con mi familia en celebración de que había llegado.
Mientras comíamos, todos hablaban de un tema pero mi mente estaba en otra…
¿Cómo estará Harry? ¿Lo habrán desalojado? ¿Y qué si Niall va a buscarlo? Pues, cuando le conté no le agradó para nada.

-________-dijo Fred y lo miré- Te vez distinta- dijo y asentí.

-Solo, un cambio de verano- dije y me miró con una sonrisa mientras papá me miraba como quien mira a un bicho raro.

Luego de la cena, ayudé a mamá con los platos quien me miraba con ternura y nostalgia desde hoy.

-Niall de verdad te quiere- dijo enjuagando un plato y asentí.

-Y yo a él- dije y sonrió- Ojalá tu padre me miré de esa forma…- dijo mirando esperanzada a la sala.

Un rato más tarde, cuando todos se fueron a dormir, fui a mi habitación en donde al entrar, me asusté por completo al ver la silueta de una persona sentada en mi escritorio y al encender la luz, me encontré con Harry al lado de la ventana abierta.

-Por dios que me darás un ataque- dije mirándolo- ¿Qué diablos haces?- pregunté- ¿Cómo llegaste aquí?- pregunté y me miró; enseguida pude ver las lágrimas en sus ojos.

-Pregunté- dijo- Todos saben donde vive el predicador- dijo mientras tomaba su rostro- _______; te necesito…

Mil y una estrellas (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora