3- segunda temporada.

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Narra _______:

Una vez que llegó la noche, me encontraba en mi habitación, sentada, mirando hacia afuera como llovía suavemente aunque hacía calor.
Escuchaba música por un auricular mientras apoyaba mi frente contra la ventana, observando mi reflejo y preguntándome ¿Qué estoy haciendo?
Pues si, es verdad, no quiero tener a Niall lejos porque, en sí, la gran parte de las cosas que hago, son para intentar olvidarlo ya que, cada vez que era tierna e inocente, sentía que él debía protegerme pero si, necesito tenerlo cerca protegiéndome a cada rato y será duro tenerlo lejos ya que, no podré charlar con él, no podré jugar basquetbol con él, no podré hacer nada con él lo que me deja por completo sola.
¿Cómo dejar de lado todo ese dolor?
Simplemente, tomé mi teléfono y marqué el número de Harry esperando a que conteste.

-Hola- dijo con su voz ronca.

-Ven a buscarme, ahora- dije firme y suspiró.

-Pero tengo sueño- dijo rápidamente.

-Vayamos al club nocturno- invité mirando mis labios moverse en el reflejo del vidrio.

-_______-dijo suspirando- Tengo sueño- dijo rápidamente- Ya estamos grande para esa clase de tonterías- dijo firme y rodé mis ojos.

-Eres un gran amigo- dije con sarcasmo y colgué el teléfono.
Molesta, miré en mi lista de contactos y no tenía a quien llamar así que, marqué a Ross.

-¿________?- preguntó rápidamente.

-¿Quieres ir al club nocturno?- pregunté y rió.

-Claro que si- dijo rápidamente- Paso por ti en 15 minutos- dijo y colgué.
Exactamente 15 minutos después, yo bajé por mi ventana usando mi pantalón de Jean y mi musculosa blanca lisa para correr al auto de Ross donde al subirme, simplemente le ordené que comience a conducir.

-¿Estás bien?- pregunté al ver que estaba callado.

-No- dijo rápidamente, tensando su mandíbula- me mandarán a un campamento militar- dijo molesto- por mi comportamiento- dijo rápidamente- tu padre se lo comentó a mi padre…- dijo molesto.

-No lo digas como si fuese mi culpa- dije abriendo la puerta ya que habíamos llegado.
Juntos, entramos al club donde, saludamos a algunas personas y caminamos juntos a la barra donde, ambos comenzamos a tomar y a tomar, un trago tras otro, sintiendo que nuestro estomago quemaba, las fuertes ganas de vomitar me lastimaban pero la risa también se salía de mi en una fuerte carcajada.
Pues, fue a la mitad de la pista que ya no tenía ni conocimiento de mi misma cuando, sentí que todo daba un  poco más de vueltas y más tarde, sentí que mi cuerpo se caía lentamente entre la gente hasta llegar al suelo.

Al abrir mis ojos, estaba en una camilla en el pasillo de un hospital y a lo lejos, pude ver a mis padres hablando con el médico. Ambos se miraban apenados, mamá tapaba su boca mientras que papá mantenía su ceño fruncido escuchando atentamente las palabras del médico.

-te pasaste- dijo Fred quien apareció de la nada pero estaba sentado a mi lado.

-¿De qué hablas?- pregunté.

-Están furiosos contigo- dijo molesto- Te quitaron una gran cantidad de alcohol de la sangre- dijo rápidamente- Los defraudaste…- dijo rápidamente- Así que mejor, prepárate- dijo levantándose y caminando hacia ellos decepcionado: Mierda.

Una vez que me dieron de alta, papá condujo en silencio a casa donde todos íbamos sin decir una sola palabra y al llegar, estacionó y habló.

-Esta noche, saldrás en el último autobús- dijo papá molesto y salió del auto junto con Fred.

-¿De qué habla?- le pregunté a mamá.

-Nada- dijo apenada, como si fuese a llorar- Ven, vayamos a armar tus maletas- dijo y me bajé junto a ella. No sé a qué se refieren pero, mamá me armó la maleta mientras yo la observaba. Ella no decía nada ni yo a ella porque si, esta vez metí la pata a lo grande.

-¿A dónde iré?- pregunté una vez que mamá me conducía a una estación de bus donde, habían allí un grupo de adolescentes, entre ellos, Ross.

-Solo será para mejorar tu comportamiento- dijo rápidamente mamá acariciando mi mejilla mientras en eso, llegaba un autobús donde salió un muchacho.

-Buenas noches…- dijo con una tablilla en sus manos- Okay, de aquí, iremos al aeropuerto y luego, tomaremos un autobús hasta el campamento donde serán unas cuatro o cinco horas de viaje- dijo – lo llamaré y se subirán- dijo firme y mamá me abrazo con ternura.

-Cuidate hija- dijo mientras el hombre llamaba de a uno hasta que dijo mi nombre.

El viaje, fue muy aburrido, íbamos todos en silencio, sin decir nada. Yo iba sentada junto a Ross quien, gracias al cielo, no me molestó.
Luego de tomar el avión, llegamos a un aeropuerto que no pude identificar de dónde era, simplemente, fuimos todos en grupo a buscar nuestras maletas y luego a esperar nuestro autobús el cual tardó en llegar pero al subirnos, nos instalamos allí y yo me senté con Ross ya que no conocía a ninguna otra persona y me apoyé en su pecho, quedándome dormida, mirando por la ventana.

-Tengo miedo- dije rápidamente.

-¿De qué?- preguntó acurrucándome en su pecho.

-No sé dónde estamos y…- dije suspirando- Mi familia me odia…

-No te odia- dijo rápidamente- Y tranquila, no estás sola…- dijo alentador.

-Gracias Ross- dije valorándolo por primera vez en la vida, sintiendo su compañía que siempre estuvo y nunca valoré y así, pensando en esas miles de cosas, me quedé dormida.

Fue el sonido de un silbato sonar lo que me despertó bruscamente. Al abrir mis ojos, pude ver que ya era día y aún seguía en el autobús ya que, cuando me dormí estaba por amanecer.

-¡Arriba!- gritó la voz de un chico- ¡Estamos por llegar!- gritó caminando por el pasillo.

-¿Qué mierd…?- comencé a preguntar mientras el chico iba a la cabina del conductor dándome la espalda- ¡Hey!- llamé y se dio la vuelta dejándome ver quien era- ¿¡Niall!?- pregunté mientras caminaba hacia mí.

-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó caminando a mi asiento, pero lo preguntó como si no fuese una sorpresa.

-¿Qué haces tú aquí?- pregunté yo molesta- Y ¿Cómo a qué hora llegaste?- pregunté.

-Me subí hace un par de horas- dijo mirando su reloj y suspiro mirando a Ross- Por favor, no me digas que tu padre los encontró follando- pidió cruzando los dedos delante de su rostro.

-¡No!- dije rápidamente- Que asco- dije y soltó una carcajada.

-A mi no puedes mentirme…- dijo rápidamente.

-Me pasé de alcohol- dije rápidamente y suspiró apenado y cansado- ¿Por qué estás aquí?- pregunté.

-Es mi trabajo- dijo rápidamente mientras pude ver a los lejos por la ventana un campamento con muchas cabañas idénticas- Escúchame- dijo rápidamente agachándose para hablarme a mi ya que Ross, seguía dormido- No podré hablar contigo, tendré que tratarlos a todos por igual…- dijo rápidamente- Así que…

-¿Vendrás a verme a mí cabaña?- pregunté y dejó caer su cabeza soltando una risa.

-No debería- dijo dándome la espalda mientras yo volvía a mirar hacia afuera; ese lugar se veía tan aburrido.

Mil y una estrellas (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora