30- segunda temporada.

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*Un año después*

Estaba en las vacaciones de Navidad por lo tanto, estaba todo el día en el apartamento.
¿Qué sucedió en este año?
Luego de despedidas, discusiones y duras decisiones, con Niall encontramos un apartamento en Miami, un lugar donde la gente viene de todos lados, sobretodo Latinoamérica lo que es extraño sobre todo para Niall.
Katia asiste a un jardín de infantes mientras que yo, al salir de clase en la Universidad, paso a buscarla o a veces va Niall.
Niall es uno de los titulares en el equipo Miami Heat, pues es uno de los favoritos.
Aún recuerdo la triste despedida en casa, fuimos con Katia a misa donde mamá y papá no paraban de llorar al igual que Maura, a Niall le costó despedirse de Dan pero prometió volver una vez al mes a visitarlo y así es.
Katia ya camina, ya habla en balbuceos y es muy graciosa con las cosas que hace; si está en la casa, le gusta estar en pañal, odia estar de ropa y Niall dice que es "genética del padre" pero yo solo digo que me preocupa que siga así cuando sea grande.
Pues, esa es nuestra vida, bromas, rutinas y pues claro las discusiones siempre están en el medio.

Esa noche, era uno de los partidos más importantes de Niall, jugaban contra Los Angeles Lakers  y él estaba muy nervioso, lo estuvo la gran parte de la semana a decir verdad.
Pero ya, ahora estábamos en esa cancha, rodeada de gente que tomaba fotos cuando los jugadores entraron a la cancha y la pelota comenzó a picar y a pasarse de mano en mano. Niall corría como loco, se escabullía ya que no era de los más altos del equipo y cuando la pasaba, siempre terminaba en tanto, o cuando se la pasaban a él. Pero, por más de que se haya esforzado tanto, el resultado final no fue el mejor; ganaron los Lakers por cuatro puntos lo que me apenó por completo ya que sería difícil para Niall después.
Me dolía ver la forma en la que los jugadores se enfadaban, sobre todo Niall quien estaba a punto de llorar de la rabia, pero debía saber controlarlo. Estaba tan negado que tiraba y le erraba, se cayó un par de veces y parecía que ya se había rendido, pero no.
Al terminar el partido, los del otro equipo se pusieron a festejar, mientras que los que perdieron, o sea Miami, se quedaron los jugadores en la cancha. Pude ver como enseguida que sonaba la bocina anunciando el final del partido, como Niall cayó sentado al suelo y apoyó su espalda, tapando su rostro apenado.

A veces, en la vida no es fácil llevar las cosas como uno quiere, a veces, solo es la actitud lo que importa... Más allá del resultado, más allá de lo que se gane o se pierda, siempre hay un resultado. Ver a Niall allí, corriendo de lado a lado, buscando la pelota para acertar, mirando a cada rato el contador de segundos, era verlo hacer lo que más le gustaba, no correr de bombas, o ver explotar ciudades, ver morir a sus amigos... Niall una vez dijo, que el baloncesto es como en Iraq, pero no es así, en el baloncesto, te levantas y vuelves a tu casa pensando que pronto todo estará bien y tienes otra oportunidad, en Iraq, sabes que perdiste a tu gente, saber que hay otras personas sufriendo.
Irónico ¿No? Mientras Niall estaba corriendo por su vida junto a sus amigos, yo estaba en casa, estudiando, preparándome para ser madre.
Cuando pienso en esto, me doy de cuenta de que, las pequeñas cosas de la vida son tan importantes... Tan solo el último segundo de un momento en el que puedes acertar un tanto que de vuelta el partido. Probablemente Niall esté enojado como por una semana, no coma o me hable mal porque así es él, pero, a veces por la gente que queremos podemos hacer esfuerzos en vez de criticar y dar lastima, a veces es mejor adaptarnos a que lloriquear por lo "terrible que es" cuando en realidad, la gente suele dar más vuelta al problema con una solución tan sencilla que se necesita solo actitud. A veces es cuestión de mirar atrás y ver en dónde te encuentras, a veces, la persona que menos espera, es esa que siempre pudo haberte ayudado... Todos necesitamos aprender, todos aprendemos algo nuevo todos los días, nadie es mejor a nadie... Que yo pueda hacer un teorema complicado no significa que Niall sea in inútil por jugar baloncesto. A veces es solo cuestión de pensar antes de tomar la decisión, es clásico en un adolescente no pensar porque de eso se trata, equivocarse, pero... No todos los errores tienen segunda oportunidad, no sé si será suerte o qué, pero no es casualidad, o tal vez sí.
Si miras al cielo, veras miles de estrellas, y si miras adelante, verás miles de oportunidades pero, la gente busca la oportunidad número mil y una. 
Al salir Niall de la cancha, fue al vestidor donde luego de diez minutos apareció con su bolso deportivo colgando de su brazo.
No dijo nada, simplemente se paró junto a nosotras y nos espero para luego caminar a nuestro lado en silencio.
Al llegar al apartamento, estábamos en silencio y yo dejé a Katia en su cuna ya que se durmió mientras Niall preparaba algo de comer.
En la cena, estábamos sentados en el suelo, sin decir nada, en pleno silencio.

-Está rico- dije masticando.

-Gracias- dijo y me dirigió una sonrisa.

-¿Estás bien?- pregunté y asintió.

-No me importa haber perdido- dijo dejando el plato de lado- Está era mi primer final como jugador y...- dijo apenado mirándome- Tim, hace mucho prometió verme jugar en la NBA- dijo como si fuese a llorar y yo dejé mi plato, gateando hacia él y lo abracé- Lo extraño ______- dijo abrazándome- Mucho...- dijo soltando lágrimas en mi cuello y enseguida sentí la amargura- nunca olvidaré su sonrisa, allí tirado queriéndome decir que todo estaría bien- dijo con un nudo en la garganta- No pude ayudarlo y él se quedó para salvarme...- dijo apretándome contra él, como si pudiese atravesarme- No me importa ese partido ______...

-Tranquilo...- dije intentando de no llorar: nadie merece ver a su mejor amigo morir de esa forma.

-Nunca lo superaré- dijo respirando agitado y yo no lloré para no preocuparlo.

-¿Por qué no vamos a dormir?- pregunté y negó.

-No puedo- dijo firme- Necesito olvidar todo esto- dijo soltando el abrazo.

-No Niall, no, no y no- dije molesta y me miró destruido- No- dije firme- Tienes a tu hija del otro lado de la habitación, me tienes a mi... No irás a ningún lugar a embriagarte- dije molesta y no me quitó esa cara de perrito mojado así que le di una suave bofetada- No- dije rápidamente y suspiró

-Tienes razón- dijo y miró sobre la mesa ratona, donde teníamos unas fotos en portarretratos y entre ellas, teníamos una de Niall con Tim en la academia, ambos estaban bien sucios con su uniforme de reclutas y a decir verdad, se veían muy delgados y pequeños en comparación a la última vez que los vi juntos.

-Ven- dije volviendo a abrazarlo pero solamente me senté en su regazo, abrazándolo y se puso a jugar con el collar, girando la pierda.

Mil y una estrellas (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora