13- segunda temportada

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Narra _______:

Ese lugar es una completa tortura. Todos están siempre en la suya, hay algunos que quieren ser los mejores, otros que hacen lo que pueden y después están los que son como yo, que simplemente tienen la cabeza en otra parte.

-¡Corre ______!- me gritó el entrenador con un megáfono. Simplemente, comencé a correr  por la cancha de basquetbol ya que eso hacía todos pero yo iba más lento. Mis piernas me quemaban, ya parecía que no era yo quien las movía, mi ropa estaba toda sucia por las actividades en el suelo y las de escalar, al igual que mi mente que ya no podía ni pensar. Estaba exhausta y quería irme de ese tan torturante lugar. Además de que exigían demasiado con las actividades, el lugar era aburrido al igual que la gente, los únicos colores que se veían era el gris del asfalto, el marron de las cabañas y el verde oscuro de las plantas junto con las rejas que rodeaban el lugar.

Esa noche, nos dejaron terminar antes ya que hacía algo de frío y yo me fui a mi cabaña donde no saludé a mis compañeras y me adentré a la ducha, comenzando a llorar ahí abajo para que nadie pueda escucharme.
Me quedé allí minutos, no sé cuántos exactamente, pero estoy segura que esos minutos se transformaron en horas.

-______- dijo una de mis compañeras tocando la puerta- ¿Vas a salir?- preguntó y apagué la llave de agua para envolverme en una toalla y sentarme en la tapa del lavabo.

-Si- dije suspirando-solo dame un minuto…- dije y cerré mis ojos, intentando de retomar el aire pero esa desgarradora sensación no se iba de mi piel. A mi mente venía aquella noche en la carpa con Niall, y nunca antes me había arrepentido de haberme entregado a él, desearía volver a ese instante y haberme detenido, pero no.
En eso, la puerta del baño suena y contesté de una forma agrevisa.

-¡Te dije que ya voy!- grité molesta.

-¿Puedo pasar?- sonó la voz de Niall y suspiré levantándome para quitar la tranca y él pueda pasar. Estaba con otra ropa a la de hoy, por así decirlo, estaba más abrigado. No le dije nada, simplemente lo miré y espere a que contesta- ¿Te gustaría ir a caminar afuera?- preguntó luego de unos segundos.

-Está bien- dije levantándome y dudoso, se dio la vuelta- Puedes esperarme afuera- dije y asintió.

-Tienes razón… Pero…- dijo y suspiró una vez más- Okay- dijo y salió del baño dejándome sola. Una vez que se fue, simplemente me puse la ropa que tenía ahí, que se trataba de un pantalón de algodón y una remera con una campera arriba.
Al salir, no dijo nada, simplemente, tomó mi mano y me llevó fuera de la cabaña donde, comenzamos a caminar en el silencio del campamento hasta llegar a la salida donde cruzamos la reja y comenzamos a caminar por la carretera vacía, en silencio.

-De verdad estamos perdidos- dije mirando el suelo y soltó una risa sarcástica.

-No- dijo firme- No lo estamos… Simplemente, afrontaremos esto juntos ya te lo dije- dijo seguro y lo miré en medio de la oscuridad

-¿Puedo hacerte una pregunta?- dije mirándolo y asintió.

-Te escucho.

-¿Recuerdas cuando entraste a la biblioteca? En nuestra detención...- pregunté y asintió con una media sonrisa- ¿De verdad creías que íbamos a terminar así?- pregunté y me lanzó una media sonrisa.

-Ya te lo dije una vez: mi plan era ir a detención y que hagas mis tareas…- dijo encogiéndose de hombros- Pero una cosa lleva a la otra.

-No seas idiota- dije golpeándolo suavemente y él rió- ¡No te rias de mi!- dije firme y soltó una carcajada.

-Es que, te vez tan bonita enfadada- dijo mirándome desde su altura y se produjo un largo silencio en el cual estaba mirándome. Simplemente colocó su mano en mi mejilla y me miró- No me importa si Fred me golpea, si tu padre me maldice o si tu madre me mira con decepción… Estoy acostumbrado a eso- dijo con una media sonrisa- Pero no te dejaré sola…

Mil y una estrellas (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora