11- segunda temporada

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Al abrir mis ojos al día siguiente, sentí el frío en mi espalda y vi como Niall se vestía sentado a mi lado ya que parado no entraba en esa carpa. No dije nada, simplemente, me hice la dormida cuando se volteó y cerré mis ojos.
Suspiró cansado y se volvió a acostar, quería abrir mis ojos, pero, sentía que me estaba mirando y toda esa necesidad de abrir los ojos, se fue cuando sentí sus húmedos labios en mi frente.

-Hola- dije abrazando su cuerpo por debajo de la bolsa de dormir suya.

-Sh…- chitó- Vuelve a dormirte- dijo con una ronca voz.

-¿Por qué?- pregunté suspirando cansada.

-Porque tendrás un día duro- dijo acariciando mi mejilla con sus fríos dedos.

-No te vayas- pedí y suspiró cansado.

-te amo ______- dijo y volvió a besar mi frente- ¿Tú me amas?- preguntó y asentí.

-Sé que nada de lo que me hiciste fue apropósito- dije firme y suspiró sin decir nada más.

-Vuelve a dormirte ______- dijo firme y me miró.

-Si me duermo, te irás- afirmé y negó.

-Te prometo que no- dijo y suspiré acurrucándome en su pecho, sintiendo ese aroma tan característico de él y cerré mis ojos para ahogarme allí. 

Al abrir mis ojos, fue por el sonido de la trompeta del campamento y miré a mi alrededor; estaba sola en aquella carpa.
Al salir de allí, me fui a mi carpa donde estaba la comandante y no me dijo nada, simplemente, se fue para que me vista comodamente y eso hice. 

Simplemente até mi cabello en una coleta alta, puse mi inhalador en el bolsillo y salí hacia el centro, preparándome para lo que me enfrentaría.

-¡60 lagartijas al suelo!- gritó el comandante una vez que todos llegamos- ¡Vamos pedazo de maricas!- gritó- ¡Uno, dos, tres!- gritaba mientras quemaba mis brazos subiendo y bajando- Vamos chica- me regañó a mi.

-Hago lo que puedo- dije mirándolo, recostada en el suelo.

-pues no es suficiente- dijo molesto y me tiró tierra en el rostro. Definitivamente iba a hacer todo lo posible para salir de ese lugar.

Pasamos así la mañana; lagartijas, abdominales y luego correr por la montaña que al principio me quedé por mi asma, pero luego, seguí ya que no iba a diferenciarme de los demás simplemente por esa pequeña dificultad.

A la hora del almuerzo, la comandante se sentó a mi lado con su plato y me miró.

-No le diré a nadie- dijo con comida en la boca y suspiré aliviada.

-Gracias- dije mirándola- De verdad… pero… ¿sabes por qué renunció Niall?

-Porque lo seleccionaron para una misión- dijo tragando.

-¿Qué?- pregunté alarmada- ¿Dónde? ¿Cómo? ¿por qué?

-Pues, aprendió bastante a convivir con los demás en batalla y…- dijo pensándolo- Lo seleccionaron pero, renunció… Dijo que no quería más traumas ni lastimar a nadie más…

-¿No volverá al campo?- pregunté y negó.

-No- dijo aliviada- Pero, no se sabe- dijo firme- Tal vez se ofrezca…

-¿Qué no pueden parar con toda esa mierda?- pregunté molesta.

-Es complicado de explicar _____- dijo firme y no le dije nada más, simplemente volví a mi plato, sin decir nada.

Pasaron los dos días del campamento, estaba en mi último entrenamiento. Todas las mañanas me levantaba antes para ir a correr por la montaña y entrenar mi pulmón, pero ahora, estaba en una pelea cuerpo a cuerpo con mis compañeros y a decir verdad, estaban partiéndome el culo. Era un circulo, y el que soportaba más dentro del circulo ganaba y a decir verdad, no soporté ninguna de las ocho veces que estuve dentro.

Mil y una estrellas (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora