5- Segunda temporada

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Narra ______:

Una vez que terminó la hora del almuerzo, con Tiana y Ross, decidimos ir en busca de alguna actividad para hacer y estábamos frente a la cartelera, leyendo las diferentes opciones.

-¿Escaladas?- preguntó Tiana.

-¿Natación?- preguntó Ross.

-¿Maratones?- pregunté yo como si fuese una tortura- Nos quieren matar- dije rápidamente mientras Ross se anotaba en deportes- ¿Qué haces?- pregunté al ver que anotaba su nombre.

-Tenemos que anotarnos en alguna parte _____-dijo como si fuese obvio.

-Es verdad- dijo Tiana anotándose en natación y otras tres actividades- ¿no te anotarás?- preguntó tendiéndome una lapicera y negué.

-No, no me matarán por no hacerlo- dije rodando mis ojos molesta.

-Aquí dice que esta noche, en la cena anunciaran los horarios de cada actividad para que nos unamos a los grupos- dijo Ross.

-Pura mierda- dije molesta rodando mis ojos y dándoles la espalda- ¿A dónde vas?- preguntó Ross siguiéndome.

-A mi cabaña- dije rápidamente mientras Tiana se sumaba a la caminata hasta llegar a nuestra cabaña. Dentro, Tiana nos compartió con unas galletitas para diabéticos ya que ella lo era mientras charlábamos. Conversamos un montón y realmente, conocí cosas de Ross que nunca creí como por ejemplo; odia el humo, odia el alcohol y pensar que él se pasaba horas tomando a mi lado.

-Si tanto lo odias- dije mirándolo- ¿Por qué lo tomas?- pregunté con una galleta en mi mano. Estábamos sentados en el suelo, en una ronda, sentados como indios.

-Porque, si no lo hacía, tu no te juntarías conmigo- dijo rápidamente y me mostró sus blancos dientes en una sonrisa que se lleno de pocillos.

-Eso es tierno- dijo Tiana poniendo una tonta mirada, abombada ante lo encantador y tierno que es Ross.

Al llegar la hora de la cena, luego de tanta risa, los tres juntos fuimos al comedor donde nos sentamos a esperar a que sea nuestro turno para servir esa asquerosa comida que parecía vomito de perro.

-Sabe bien- dijo Ross sentado frente a mi, comiendo esa masa de color marrón.

-No pienso comer esto- dije empujando el plato mientras Tiana lo comía. Mientras tanto, miré a mi alrededor, buscando a alguien conocido o para ser especifica; a Niall quien no aparecía en ningún lado.

-Está en la puerta- dijo Ross apenado al ver que lo buscaba.

-Gracias- dije mirando hacia la salida donde estaba Niall hablando con la comandante, mirando papeles y organizándose.

Luego de que terminó la hora de la cena, los que ya estaban reclutados, se les dio la orden de irse y fue Niall quien se paró en una mesa para hablar.

-Oigan los nuevos- dijo y todos prestamos atención- Tenemos aquí sus horarios que serán estos durante todo el periodo instalados aquí- dijo leyendo las carpetas- Por desgracia- dijo mirando una última carpeta- Como muchos de ustedes no se han anotado- dijo mirándome a mi y a otros más- Mañana en la mañana, con esos…- miró el papel- Cinco compañeros- dijo satisfecho- Iremos a acampar por cuatro días en las montañas, saldremos mañana a las 06.00 AM- dijo sin problema alguno.

-¿Qué?- pregunté a Tiana.

-Tu no te anotaste- dijo rápidamente y preocupada.

-¿Podemos anotarnos ahora?- pregunté interrumpiéndolo y soltó una risa.

-No- dijo volviendo a su explicación para los que tendrían su actividad mañana en la mañana con la comandante y yo me cruzaba de brazos.

-Le haré la vida imposible- dije molesta.

-¿No que son amigos?- preguntó Ross confundido y yo me encogí de hombros muy molesta.

Una vez que nos dieron la orden de irnos a dormir, yo me quedé sentada en mi lugar mientras todos se retiraban hasta quedar sola en el comedor. Todavía no habían apagado las luces y miré ese deprimente lugar; las mesas de madera gastada, la cocina encendida con nadie adentro y las paredes llena de azulejos blancos, el piso de madera lleno de polvo que sonaba hueco cada vez que alguien pisaba y por último, las blancas paredes que tenían grandes ventanas que dejaba que se vean las estrellas de afuera y las luces de las cabañas encendidas.

-¿Qué haces aquí?- sonó la voz de Niall- Deberías estar en la cama- dijo caminando hacia mi con sus botas militares que hacía que el sonido retumbe por todo el salón.

-Solo, pensaba- dije mirando hacia afuera… Sentía que iba a volver a casa en cualquier momento, que eso era como estar en una prisión- ¿Por qué aceptaste este trabajo?- pregunté molesta- Es horrible.

-Porque no sirvo para nada más- dijo rápidamente, algo quebrado.

-Eso es mentira- dije rápidamente- Juegas basquetbol y…-comencé a decir.

-Y nada más- dijo sentándose a mi lado suspirando- Debes ir a dormir, mañana empezaremos desde muy temprano… Tenemos que estar en el aeropuerto bien temprano…

-¿Aeropuerto?- pregunté confundida.

-Iremos a Austria- dijo como si fuese obvio- Allí acamparemos a media montaña, solo con carpas y comida, nada más- dijo rápidamente- Será como de sobrevivencia…

-¿Ese es el castigo?- pregunté riéndome.

-Créeme, es peor de lo que parece no por el lugar, sino que por la gente…- dijo molesto.

-¿Tendré que convivir contigo?- pregunté y rió.

-Tengo suerte de que no irá ese tan Ross- dijo molesto.

-Solo es mi amigo- dije rápidamente y me miró.

-______, sabes que él me lo decía todo solo para babosear que se acostaba contigo casi que una vez al mes- dijo molesto y tragué fuertemente.

-¿Estás celoso?- pregunté y rió.

-Claro que si- dijo como si fuese obvio- Pero no puedo reclamarte nada- dijo apenado y enseguida, mi boca cayó al suelo.

-¿Eso significa que te acostaste con otra o que me comprendes?- pregunté y me miró con una sonrisa apenada.

-Me acosté con otras- dijo y de verdad, sentí como un fuerte golpe en el estomago- Bueno, no todas a la vez…- dijo como si fuese obvio- Pero, fueron más de una en menos de un mes…- dijo avergonzado.

-¿En serio?- pregunté molesta y suspiró apenado.

-En serio- afirmó.

-¿Y me lo dices así como así?- pregunté molesta, levantándome del asiento pero sin retirarme- Con razón estabas de tan amigo con la comandante- dije molesta y no contestó; lo que respondía un completo si- ¡Eres un puerco!- grité molesta y le di la espalda, yéndome de ese lugar hacia mi cabaña donde al entrar, simplemente me metí en la cama a soltar lágrimas, ya que si, sentía un fuerte vacío.

-_______-preguntó Tiana- ¿Todo en orden?- preguntó tiernamente desde su cama.

-Si- dije abrazando mi almohada mientras sentía mis lágrimas mojar la tela.
¿Por qué lloras pedazo de idiota? Como si yo no hubiese hecho nada.

Mil y una estrellas (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora