27- segunda temporada

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Narra _____:

Estaba  parada en aquel aeropuerto, esperando a que Niall llegue y bajé de ese helicóptero. Estaba con Maura quien cargaba a Katia y Ben tomaba mi mano. Ben había crecido mucho en este tiempo, pues, ya me pasó en altura ya que comenzó a jugar baloncesto y se veía cada vez más parecido a Niall aunque tenían sus diferencias; Ben era más delgaducho. 

Mi corazón se me subió a la garganta cuando vi el helicóptero a lo lejos, y minutos después, estaba aterrizando.
Al quedarse quieto, se abrieron las grandes puertas de metal, y allí fueron paramédicos con camillas donde acostaron a un muchacho y luego otro moreno se bajó rengueando y fue con los paramédicos caminando.
Niall se bajó último, estaba llorando a más no poder y tenía la mirada perdida. Tuvo que ir un paramédico a guiarlo, pero él, al vernos corrió hacia nosotros. Simplemente me abrazó a mi primero, levantándome del suelo. Me apretaba contra él como si no fuese a despegarme nunca más.

-Hola- dije acurrucándome en su cuello, sin importar el olor a podrido y tierra que tenía, lo abracé. No puedo creerlo, esto está sucediendo, otra vez, sobrevivió y está aquí conmigo. Era inevitable sonreír al sentir su risa contra mi pecho.

-Te amo- dijo bajándome y me miró tomándome de las mejillas y besó mis labios- ¿Dónde está?- preguntó con sonrisa en sus labios y yo sonreí mirando a Maura.
Niall miró los brazos de Maura a la pequeña niña que dormía en el hombro de su abuela- Dios…- dijo Niall parándose delante de Maura- ¿Puedo?- me preguntó y miré sus manos.

-Preferiría que limpies tus manos, pero… Ya que- dije- Es tuya- afirmé y tomó a la niña a la cual besó en la frente y luego abrazo.

-¿Niall?- preguntó Ben y Niall desvió su vista a Ben.

-¿Por dios?- preguntó y tomé al bebé mientras Niall se paraba frente a Ben. Tenían los dos casi que la misma altura y luego, se abrazaron fuertemente, sonriendo. Y luego, lo mismo con Maura quien no soltaba a su hijo.
Más tarde, apareció la comandante llorando y Niall la miró, no se dijeron nada, simplemente, se abrazaron, llorando los dos.

-Él no lo soportó- dijo la comandante en medio del llanto.

-Fue mi culpa- dijo Niall llorando con ella y yo no entendí de que hablaban, hasta que, lo supuse; tim.

-¿Tim está bien?- pregunté preocupada y ambos me miraron, destruidos.

-Lo enterrarán en la tarde- dijo la comandante- Intenté comunicarme con su familia pero… Me mandaron al diablo- dijo apenada y miró a Niall- Eras su única familia…

Esa misma tarde, luego de que ayude a Niall a quitarse toda la mugre y tiramos el uniforme, se puso su traje de militar y yo uno de mis viejos vestidos negros. Todo el pueblo fue, inclusive viejos reclutas que antes se burlaban de Tim.

En el cementerio, habían sillas de madera, frente a una lápida que decía el nombre de Tim, su nacimiento y él día de ayer con una frase debajo que decía “inclusive con sus sonrisa, siempre fue el alma del equipo, gracias por dejarlo todo en la batalla” 
Mi padre, fue quien llevo a cabo las palabras con su traje de cura.

-¿Alguien quiere decir algo?- preguntó papá y Niall se levantó, estaba sentado a mi lado y no paraba de llorar, no soltaba mi mano y en su otra mano, tenía un pedazo de madera que colgaba de una cuerda.
Se levantó en pleno silencio y caminó al altar, al lado del ataúd que arriba, tenía la bandera de Inglaterra, un collar de chapa con su número de soldado, y un par de fotos, entre ellas: una junto a Niall, ambos en la academia, sonriendo.

-Tim- dijo Niall y suspiró- Más que un amigo, un hermano- dijo mirando el ataúd y el cuadro que había al lado; una foto de Tim cuando se inscribió en la academia, con su traje todo arreglado y una sonrisa deslumbrante- Odio esa foto- dijo Niall- Tu sonrisa es la misma siempre pero, no te recuerdo así hermano, por favor, no vuelvas a vestirte así- dijo con un nudo en la garganta y todos rieron en medio del llanto- Sé que intentaste salvarme, lo intenté yo también y siempre estaré agradecido porque no me dejaste allí tirado…- dijo mirando hacia el suelo- Hay algo que, nunca nadie entenderá, solo tú y yo, y tal vez Joe…- dijo mirando a un muchacho que estaba parado entre los soldados- Y es que, incluso en el peor lugar, existe el amor de hermanos… Estás perdido, no sabes si vivirás, es un infierno, pero con una buena actitud, todo se puede solucionar… Nunca te importó tu aspecto, o hacer el ridículo, nada de eso, ni siquiera te importaba coquetearle a una chica una y otra vez sabiendo que su respuesta sería no- dije y la comandante rió a mi lado ahogadamente-… Porque sabías claramente que uno no sabe lo que es el miedo hasta que le dicen que está condenado a la muerte…- mi alma se partió al escuchar eso, me daba a pensar en las miles de veces que me sentí gorda, que odie a alguien, o alguna pelea con mi familia; eran simples idioteces- Cuando a uno se le quita todo, se da cuenta de cómo valora lo más pequeño y cotidiano- dijo mirando el ataúd- Ejemplo claro; cuando Katia nos trajo manzanas y tu la salvaste, esa manzana fue lo mejor que compartimos desde que habíamos llegado a ese lugar… Hermano, me enseñaste mucho… Desearía haberte ayudado, pero no pude…- dijo mirando al suelo y suspiró- Tío Tim…- dijo suspirando y volvió a su asiento, a mi lado. Luego, continuó la ceremonia, lanzaron disparos al aire como es de costumbre en la milicia y más tarde, todos comenzaron a irse, pero Niall no quería, simplemente se quedaba allí sentado.

-Niall- dije mirándolo- Deberíamos volver- dije y apareció la comandante.

-Niall, necesitas atención médica- dijo firme y la miré apenada- Estuviste a punto de morir ahí…- dijo firme.

-No me importa- dijo Niall, con lágrimas en los ojos y suspiré.

-Niall… Debes ir al hospital- afirmé.

-Tim no te salvó para que te pudras frente a su tumba- dijo la comandante y él suspiró.

-Ya que- dijo firme y se levantó, tomando mi mano y caminamos detrás de la comandante.

-Es como si hubiese sido…- comencé a decir.

-Un sueño…- dijo apenado.

-Pero ya acabo- dije positivamente y negó.

-¿¡Qué no lo entiendes!?- preguntó desesperado- Esta guerra no acaba de terminar para mi…- dijo mirándome con desesperación-  Apenas comienza- cerré mis ojos sabiendo a que se refería: no hablaba de tanques, bombas o lo que sea que haya allí, hablaba de su propia mente y recuerdos.

Mil y una estrellas (N.H)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora