10- Lluvia.

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Michelle Jones nunca había sido una chica sentimental, parecía más bien una piedra cuando de emociones se trataba, sin embargo desde hacía unas semanas había comenzado a salir con Peter Parker, un chico de su salón que logró sacar una parte de ella que no conocía.

Peter era todo lo contrario a Michelle, él era más cariñoso y cursi, lo cual a ella le llegaba a incluso molestarla cuando el cariño demostrado por el chico era excesivo.

De todos modos, le gustaba el cariño que recibía del muchacho y hacía todo lo posible para demostrar lo que sentía.

-Llegamos.- habló la madre de Mj.

Michelle llevaba puestos sus auriculares blancos donde sonaba una canción que a oído de cualquier persona hubiese sido triste, deprimente, pero por ella no había mejor canción.
Para completar el tétrico ambiente que mostraba la canción, por la ventanilla del auto que se encontraba junto a ella, caía finas gotas de lluvia.

-Si...- dijo Michelle mientras decidía cual era la siguiente canción que reproduciria el dispositivo.

-Hija, mira a tu alrededor. Deja el celular.- habló la mayor sin apartar su vista de la carretera aunque su marido maneja el automóvil.

-Si, solo estoy buscando una canción.- habló más para si misma que para su madre. Eligió la música y luego procedió a bloquear su teléfono, el cual traía una foto de Peter y ella mientras él besaba su mejilla.

Posó su codo en el reposabrazos a su lado y miró por la ventana, como si de un video musical se tratase, mientras observaba meticulosamente la carrera iniciada entre dos gotas de agua cayendo por la misma. Ser observadora, típico de Michelle.

-Ahora si; hogar, dulce hogar.- dijo el hombre mayor mientras estacionaba.

Michelle tomó sus cosas del baúl del auto en cuanto su padre lo abrió y corrió hacia el interior de la casa evitando empaparse aún más de lo que estaba.

Una vez dentro, la madre de Michelle habló sobre ir a visitar a su madre ya que llevaban varios días sin ir a visitarla.

Mj se disculpó con sus padres y prefirió negarse a la petición.

-¿Estarás bien, verdad?

-Mamá, estaré bien. Quiero descansar.

-Está bien, bebé.- dijo besando la cabeza de su hija.- Volveremos un unas horas. Si necesitas algo solo llámanos.

-Está bien, mamá.- dijo desde la puerta de la casa.- Saluden a la abuela de mi parte.- gritó viendo como su madre se acercaba al auto.

El auto, unos minutos después, partió hacia su destino, mientras Michelle regresaba a su casa.

Conectó su celular para que pudiera cargar, ordenó sus pertenencias y luego tomó el libro que había dejado a medio leer antes de viajar, para ahora retomar su lectura.

Pasadas las 8:00 pm, le hambre apareció, por lo que se dirigió a la cocina en busca de comida. Para su suerte, antes de llegar a su casa habían pasado por el mercado.

La lluvia era fuerte, más de lo normal, pero no le importó ya que sus padre avisaron que pasarían la noche en lo de su abuela.

-Maldición.- musitó mientras preparaba su cena. Había olvidado por completo que la ventana de su habitación era la más afectada en época de lluvia y al parecer, esta había quedado abierta, ya que por el sonido el viento, golpeaba contra el marco de la misma repetidas veces.

Tomó su celular que contaba con el 50% de la carga total que había sido interrumpida por el apagón del luz y se dirigió, ayudada por la linterna del mismo, hacia su cuarto.

Dalia Negra- One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora