31- Rara.

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Ir a la escuela luego de perder a tus padres jamás fue cosa fácil, por lo que el pequeño Peter Parker a su corta edad de 6 años, tuvo que afrontar uno de los peores desafíos de su vida.

Con eso, también tubo que cambiar de familia e incluso de ciudad, lo que implicaba un nuevo inicio.

-Tía May, no quiero ir.- gritó el niño desde la escalera.

-Peter, es una escuela linda y grande en la que podrás hacer muchos amigos.

-No quiero amigos.

-¿No? ¿Y con quién jugarás cuando estés aburrido?

-Con el tío.- dijo burlándose de May.

-Peter Parker, irás a la escuela te guste o no.

-¡No quiero!

-¿Qué dirá tu tío de esto?

-Qué está bien.

-Jovencito, los demás niños todos van a la escuela y tienen amigos.

-Yo no quiero nada de eso.

-Peter- se acercó. Él se aferró a la barandilla de la escalera.- tienes que ir pequeño, y te prometo que en unas horas iré por ti y luego compraremos helado.

-Está bien, tía.- habló rendido.

Corrió a su habitación y guardó su figura de acción favorita dentro de su mochila ya preparada.

Regresó a la cocina a desayunar mientras su tía acomodada su cabello y luego lo llevó hasta la escuela.

-Está bien, Peter. Te vas a comportar como nene grande sin generar "malos ratos" ¿de acuerdo?

-Si.- dijo mirando su muñeco.

-Juegas con todos los niños y no hagas a nadie a menos.

-Está bien.

-Ese es mi muchacho.- agregó llegando a la escuela.

Acompañó al pequeño hasta su salón y luego se alejó al verlo con los de su grupo.

Peter miró a su alrededor. Se sentía atemorizado por aquellas personas a quienes no conocía ni de vista.

-Pasemos al salón, niños.- dijo una mujer alta, de cabello oscuro y ojos claros. Ella se inclinó a la altura de Peter e impidió su paso.- Tú debes ser Peter, ven conmigo.

Ella tomó su mano y lo guió por entre medio de las mesas llevándolo al frente de la clase.

-Niños, él es su nuevo compañero. ¿Cómo te llamas?

-Peter Parker.- dijo sonriente.

-Bueno, Peter. Bienvenido a nuestra clase. Puedes sentarte en aquella mesa, ¿quieres?

-Si.- afirmó mientras caminaba al lugar.

La maestra pidió a los demás que se presentaran para que Peter pudiese conocerlos, por lo que para el descanso ya conocía a la mayoría de sus nuevos amigos.

Durante el receso, un grupo de niños lo invitó a jugar y así conoció a otros niños mayores a él. Ir a la escuela no era tan malo al parecer.

-Peter, ¿mañana quieres ir a mi casa?- preguntó uno de sus amigos nuevos.

-Bueno.- dijo sin dudarlo.

Los niños se pasaron todo el día junto a Peter llevándolo de un lado para el otro, enseñándole la escuela y las personas del lugar.

-¿Esa chica no está en nuestro salón?- preguntó Peter, señalando.

-Si.- respondió otro de los niños.

Dalia Negra- One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora