12- Flores.

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Michelle y Peter llevaban casi un mes juntos aunque, la verdad, ni siquiera parecían novios.

Cuando estaban en público, rara vez podían verlos tomados de las manos por lo que su relación no levantaba ningún tipo de sospecha. "La verdad, nadie te pone mucha atención" las duras palabras que Michelle había dedicado a su novio en el aeropuerto eran ciertas, a nadie le importaba la vida del joven, a excepción de Michelle, a quien no le molestaba pasar todo su día observando al muchacho.

Cuando estaban solos, las cosas eran diferente. Si bien ellos no eran tan "cariñosos" como Ned y Betty, cuando estaban juntos solían pasar el tiempo abrazados o acurrucados juntos ya sea viendo una película o simplemente descansado.

Peter y Mj tampoco eran como otras parejas de darse cartas o comprarse regalos muy a menudo, solo en ocaciones especiales.

Cierto día, sábado a decir verdad, Peter paseaba patrullando de techo en techo con el objetivo de localizar a un hombre que se había dado a la fuga desde hacía unos días atrás.

Uno de los techos por los que pasó era el de la casa de su novia, más bien, del edificio donde vivía su novia.

-Arañita, ¿podrías intentar no hacer tanto ruido cuando pasas sobre el techo de mi habitación?

-¿Qué?- preguntó extrañado al oír a alguien desde el pequeño balcón que se encontraba a su lado.

-Dije...- habló mientras salía por la ventana del cuarto hacia el balcón- que no hagas tanto ruido.

-Disculpa.- habló Peter bajando del techo hacia el mismo balcón.- Hola.

-Hola.- habló Michelle con un ligero color rojo en sus mejillas.

-¿Te molesté?

-Intentaba leer.

-Y no pudiste porque...

-Haces demasiado ruido.

-No, no es eso. Admite que no podías leer porque pensabas en mi.

-Puede ser...- dijo acercándose aún más.- ¿tú qué hacías?

-Nada, ya sabes, sólo estaba patrullando.

-Peter.

-¡Sh! Baja la voz, Mj.- pidió el muchacho, no había nadie a su alrededor pero no podían arriesgarse.

-Lo siento.- dijo intentando no reír.

-Estaba intentando atrapar a alguien.

-Spider-Man...

-Sé lo que dirás...

-Es peligroso.

-Si, pero estaré de vuelta en un momento, lo prometo.

-Para ti es fácil decirlo, soy yo quien tiene que estar aquí sufriendo mientras tú no regresas.

-Todo saldrá bien, ya hice esto antes.

-Lo sé.- dijo aún disconforme con la situación.

-Volveré en un momento, no me tardo.- dijo luego de besar, con la máscara puesta, la mejilla de su novia y balancearse hacia el edificio de enfrente con una telaraña.

Corrió, saltó y se balanceó durante largos minutos por toda la ciudad hasta que viernes localizó al presunto ladrón. Lo acorraló en un callejón y esperó a que la policía apareciera lo que no tardó más de 5 minutos.

Para su mala suerte, quien apareció luego de esos 5 minutos eran los compañeros del hombre.

-¿Cómo estás, arañita?

Dalia Negra- One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora