60- Primera pelea

824 43 9
                                    

Es de público conocimiento que cada pareja tiene alguna que otra pelea en su relación.


Peter y Michelle jamás fueron la excepción. Si bien sus peleas nunca pasaban de una discusión, de vez en cuando habían lágrimas de por medio y algún que otro corazón roto, pero todo regresaba a la normalidad luego de una charla.


Para que llegaran a esto, uno de los dos era el primero en hablar y no importaba cuan enojado estaba, siempre uno de ellos daba el primer paso.


Jamás duraron más de un día peleados. Rara vez pasaba una hora y esto se daba porque siempre resolvía todo cara a cara o por mensajes.


Otra cosa que ayudaba era la confianza mutua, jamás escondieron nada el otro y juraron mantenerlo así hasta cuando fuese imposible, pero claro que los celos no son algo fácil de manejar y más de una vez, una conversación fue dedicada a aquel tema tan susceptible.


El tiempo que pasaban juntos también era clave para esto. Luego de la escuela rara vez salían, pero cuando lo hacían procuraban pasar un momento agradable y registralos todos con fotografías.


-¿Recuerdas esa?- preguntó Michelle mientras tomaba una del gran montón que habían formado frente a ellos.


Llevaban poco más de 4 meses juntos y ya habían acumulado tantas fotos que aveces olvidaban que las tenían.


-Claro que si, te compré un ramo de rosas y luego fuimos por un helado. ¿tú no lo recuerdas?


-Claro que lo recuerdo, llegaste 15 minutos tarde.- respondió ella mientras ambos reían.


Una de las primeras discusiones que recuerdan fue cuando eran niños: Michelle discutía con Peter sobre quién tenía la mayor altura entre ambos y aunque la chica tuviese razón, él lo negaba rotundamente.


Claro está que ahora todas esas peleas eran motivo de risa, pero aún solían enfadarse por cosas mínimas y terminar en acogedores abrazos y algunos besos.


Si le hubiese preguntado a tía May o a Ned, que eran los más cercanos a ellos, nadie jamás pensaría en una pelea con ambos llorando. Era algo imposible.


Pero todo el mundo puede equivocarse y en esta vida nadie es la excepción.


Y allí estaban, Michelle sin poder detener sus lágrimas y Peter sin saber que decir al respecto.


Le dolía. Su propia decisión le dolía, pero debía ser así por el bien de ambos e incluso el de sus familias.


-Deja de decir cosas en las que ni tu quieres creer por favor.- dijo Michelle entre sollozos.

Dalia Negra- One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora