36- Días difíciles II

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✨ Historia Alterna ✨


Gritó, lloró y golpeó todo lo que estaba a su alrededor.

La señora Thomson le había sido la responsable de que el joven se encontrara en su hogar, pidiendo que se retirara del lugar hasta nuevo aviso.

Peter, nervioso, no paró de caminar por su casa hasta caer al piso, desvanecido. Llevaba mucho tiempo sintiéndose así, desganado y agotado, pero no podía dejarse vencer. No podía, por ella, quién con sólo una sonrisa podía dar vuelta todo su día, con un simple abrazo podía hacerlo sentir en las nubes, o con tan sólo verla, sentada leyendo, con sus despeinados cabellos en una coleta y un simple bucle cayendo sobre su frente, haciendo que mueva su nariz en un intento de quitarlo o lo acomode cada 3 segundos, teniendo que atar su cabello nuevamente para poder estar tranquila. Peter extrañaba todo eso, cada momento, cada risa, cada susto, e incluso cada pelea aunque mínima sea, y no podía dejarse vencer porque quería verla una vez más, tan sólo una vez más.

Su teléfono sonaba, eso fue lo que lo despertó. Miró por la habitación sin saber de donde provenía el sonido, porque del enojo y la tristeza que sentía, arrojó su celular hacia alguna parte. Al parecer aún funcionaba, por lo que o era muy resistente o en realidad sólo había caído.

Lo encontró junto a una pared, con la pantalla destruida y una llamada perdida.

La señora Thompson, anticipó esta situación, por lo que dejó algunos mensajes por diferentes redes sociales.

"Está bien. Ella está bien."

Peter suspiró y se dejó caer con su espalda pegada a la pared.

Tomó nuevamente el celular que hace un momento había dejado y miró los demás mensajes. Este último tiempo, no había estado tan pendiente de su celular.

Varios mensajes decoraban el icono de mensajería en su móvil.
May, Ned, Betty, Pepper, Harley y otras personas habían enviado mensajes a lo largo del último tiempo.

Miró cada conversación sin contestar excepto a May, a la que escribió que estaba bien y aclaró no estar presente para la hora de la cena.

Bajó un poco más en la lista de conversaciones ya que el icono no había desaparecido. Supuso que al final habría algún otro chat sin sentido de sus compañeros de clase, pero no fue así. Era de Michelle.

Su corazón se aceleró al igual que su respiración, sus piernas comenzaron a temblar y su vista se nubló casi por completo por las lágrimas asomándose sin ningún tipo de anticipación.

Abrió el mensaje. Llevaba 2 meses allí, sin ser leído, con una cantidad deslumbrante de palabras dedicadas a él.
Tragó en seco y comenzó a leer.

Peter, de seguro vendrás hasta aquí cuando leas esto pero será tarde. Tu no tienes nada que ver con esto y se que te sentirás enfadado conmigo por no decírtelo, pero no tengo nada que decirte.
No es algo que pueda poner en palabras, siento un vacío en mi que nada ni nadie podrá ocupar porque allí estaba mi madre, la persona que me crió y con la que viví toda mi vida, y comprendo que estos últimos meses fue más agresiva conmigo que nunca, pero la comprendo totalmente.
La enfermedad estaba matándola y aunque la odié esos momentos por como me hacía sentir, la extraño más que nada y me siento la peor persona del mundo por todo lo que dije.
Creo que la mejor manera de hacérselo saber es decírselo yo misma aunque eso me cueste la vida. De seguro preguntarás por mi padrastro, no volví verlo luego del funeral. Dejó dicho que se llevaría la herencia de ambos, pero los abogados dijeron que sólo podía quedarse con la mitad de la mía ya que él no era mi padre biológico. Supongo que ya no había motivo por el cual quedarse en esa familia.
Estaré bien. No te preocupes.
Te ama: Michelle.

Dalia Negra- One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora