Cáncer se encontraba caminando hacia la pista de Hockey, donde por suerte no había nadie a esta hora, ya que el profesor se había marchado hace unas horas según los cálculos del chico.
Sus patines chocaban entre sí mientras iban colgando de sus hombros, eran como oro para él... siempre que salía de su habitación los llevaba por si quería ir a patinar luego de hacer sus otras actividades.
Al llegar a la puerta de la sala sintió unos patines sobre el hielo que iban y venían, él sabía reconocer muy bien esos movimientos... era muy difícil ir a tal velocidad y sin derrapar. Sin dudas era alguien que sabía lo que hacía y tenía bastante experiencia en este campo.
Con cuidado abrió un poco la puerta y se dió con la chica que menos esperaba ver; Acuario se encontraba yendo de aquí para allí en sus patines de color celestes, los cuales él siempre mantenía en su mente... recordaba cada detalle de esos patines y cada falla que habían tenido, como cuando se había despegado la mitad de la bota y él tuvo que arreglarlos para no verla llorar por ahí.
Aunque Cáncer no lo admitiera desde pequeño lo había atraído aunque sea un poco y no le gustaba ver una lágrima caer de esos hermosos ojos café que tenía Acuario, pero en la actualidad él era la causa de esos sollozos y llantos de la castaña que aún seguía actuando en el corazón del chico, justo como una enfermedad que avanzaba sin parar.
Entró a la sala en completo silencio como si fuera un fantasma y se sentó en los bancos del fondo de toda la sala de Hockey, amaba y extrañaba verla sobre el hielo... era como si los recuerdos del Instituto lo inundaran y cubrieran como una enorme avalancha de nieve melancólica.
Sin dudas... se arrepentía de dejar ir a la única chica que podría amar con todo lo que tenía.
Después de verla y contemplarla se levantó de su lugar para caminar hasta la pista que era alumbrada por pequeños reflectores, al llegar y al ver que Acuario no se daba cuenta de la presencia del chicos se dispuso a colocarse sus patines que lo acompañaban a todas partes y en todas las competencias.
Al terminar de colocarse sus patines se levantó del suelo y se quedó quieto enfrente de la pequeña puerta que tan sólo le llegaba a las rodillas, sonrió con diversión y abrió su boca con rapidez.
-Sigues usando tus patines —al parecer oír a alguien de la nada y encima al darse cuenta de a quién pertenecía, la chica resbaló con rapidez mientras un paro cardíaco casi la atacaba.
Se oyó perfectamente el golpe de un cuerpo contra el hielo haciendo que Cáncer abra la puerta con rapidez y se acerque preocupado hacía su ex, quien yacía en el hielo con un poco de quemadura en los brazos.
-¡¿Estás bien?! —le preguntó Cáncer con preocupación mientras la ayudaba a por lo menos sentarse.
-Creo —susurró con dolor al tocarse una marca roja en su brazo izquierdo debido a la quemadura por el hielo.
-Realmente lo siento, no fue mi intención que casi te matarás —dijo con arrepentimiento tratando de levantarse sintiendo la tela de su jean húmeda por estar arrodillado en el hielo.
Le tendió una mano para que la chica se pudiera reincorporar pero ella simplemente se le quedó viendo unos segundos como si lo que estuviera pasando fuera uno de sus sueños que siempre acababa rompiendo su corazón.
¿Sabén lo que se siente que su corazón se rompa cada vez que despiertas? ¿Qué... qué aunque sea un día espléndido se vea arruinado por ese sueño tan cruel que reproduce tu cerebro?
Bueno... esa era la sensación que sentía Acuario.
-Oh... Ya veo... —comenzó a reír para reincorporarse por sus propios medios mientras tenía a un Cáncer sumamente confundido y con su mano aún extendida. -De seguro me quedé dormida en mi habitación y esto es un simple sueño
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TALENTOS ZODIACALES [TSZ] [#2 BSZ]
Teen FictionSegunda Parte de la historia "INSTITUTO ZODIACAL" Es necesario leer la primera parte para entender esta. ---------------------------- Pasó tiempo desde que ambos bandos se vieron, tanto como los chicos y las chicas se separaron tomando caminos difer...