Te pagué con maldad y tú, sin embargo, me ofreciste tu bondad insondable.
Te pagué con traición y tú, en tu fidelidad inmutable, me mostraste lealtad.
Te pagué con engaños y tú, con una verdad sagrada, despojaste mis mentiras y me liberaste.
Te pagué con dudas y tú, paciente, me guiaste hacia tu certeza.
Te pagué con rigor y tú, compasivo, me mostraste la ternura.
Te pagué con agravios y tú, en tu paz inquebrantable, omitiste mis ofensas.
Te pagué con desobediencia y tú, misericordioso, me obsequiaste tu gracia.
Te pagué con transgresión y tú, en tu nobleza, me ofreciste perdón.
Te pagué con indiferencia y tú, en tu infinito amor, me mostraste tu pasión.
Me enseñaste la realidad de mis sombras y la luminosa sinceridad de tu presencia eterna.
Gloria a Jesús.
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Un café con Dios 2
SpiritualUn café con Dios 2. Relatos cortos para esos días frios...