La eternidad que me habita

31 2 0
                                        


LA ETERNIDAD QUE ME HABITA

Mi búsqueda nace de tu llamado,

como un río que persigue el mar.

El corazón dispuesto da su primer paso,

trazando el sendero donde te dejas encontrar.


Tu distancia es la síntesis que me guía,

la fuerza que me impulsa a caminar.

El silencio que habla en el alma,

que hace ascender hacia la forma de tu voz,

rompiendo la sombra que oculta el resonar

de las melodías perdidas de los salmos.


Un horizonte invisible nos separa,

no como un abismo,

sino como un puente inmenso

que espera ser cruzado.


Una lejanía que acerca,

un acierto en el extravío,

una infinitud, contenida en un instante,

donde perderte es también encontrarte.


Tu ausencia no es ausencia,

es el manantial que calma mi sed,

la fuente inagotable de la búsqueda,

derramando vida en mi ser.


Allí, en la lejanía, florece tu amor,

revelándose más vasto, más perfecto.


Y cuando tu obra termine en mi barro,

ya no serás la sombra en el espejo que anhelo,

sino la eternidad que me habita.

Gloria a Jesús.


Un café con Dios 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora