LA ETERNIDAD QUE ME HABITA
Mi búsqueda nace de tu llamado,
como un río que persigue el mar.
El corazón dispuesto da su primer paso,
trazando el sendero donde te dejas encontrar.
Tu distancia es la síntesis que me guía,
la fuerza que me impulsa a caminar.
El silencio que habla en el alma,
que hace ascender hacia la forma de tu voz,
rompiendo la sombra que oculta el resonar
de las melodías perdidas de los salmos.
Un horizonte invisible nos separa,
no como un abismo,
sino como un puente inmenso
que espera ser cruzado.
Una lejanía que acerca,
un acierto en el extravío,
una infinitud, contenida en un instante,
donde perderte es también encontrarte.
Tu ausencia no es ausencia,
es el manantial que calma mi sed,
la fuente inagotable de la búsqueda,
derramando vida en mi ser.
Allí, en la lejanía, florece tu amor,
revelándose más vasto, más perfecto.
Y cuando tu obra termine en mi barro,
ya no serás la sombra en el espejo que anhelo,
sino la eternidad que me habita.
Gloria a Jesús.
                                      
                                          
                                   
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Un café con Dios 2
SpiritualUn Café con Dios 2 - Relatos cortos para esos días fríos... En los momentos de incertidumbre, en esos días donde el frío no solo se siente en la piel, sino también en el alma, Un café con Dios 2 llega como un refugio de fe y esperanza. Este devocio...
 
                                           
                                               
                                                  