La fe que desarraiga sicómoros

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"Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: "Desarráigate y plántate en el mar" y, os obedecería".

Lucas 17.5-6 RVR (1995).

En la actualidad, la ciencia ha descubierto un fenómeno único en la naturaleza. Existe un árbol llamado Socratea, el cual tiene la capacidad de "caminar". Este árbol puede moverse hasta veinte metros al año en busca de un lugar con más luz y suelo más fértil para mejorar su vida. Sin embargo, no es capaz de sobrevivir bajo el mar; literalmente, si se desplazara hacia allí, se ahogaría. Por lo tanto, cabe preguntarse: ¿si ningún árbol posee esa capacidad, por qué el Señor Jesús utilizó tal comparación?

Las parábolas tienen un sentido externo y otro más profundo, siendo este último el verdadero objetivo de la expresión, no el sentido externo o literal. Por lo tanto, la enseñanza de esta parábola es que la fe está por encima de cualquier fuerza natural y razonamiento humano. Incluso aquello que a nuestros ojos parece imposible, es posible para Dios si decidimos creer. Además, nos enseña que existen dos perspectivas de las cosas:

1. La fe que transforma y supera cualquier circunstancia.

2. Las circunstancias limitan y superan la fe.

Cuando tenemos fe en Dios, comprendemos que todo está bajo su control y que cada acontecimiento tiene un propósito, incluso el sufrimiento. Al ver las cosas con fe, entendemos que todo, en realidad, es para nuestro beneficio, ya que todo está bajo vigilancia divina, tal como dice el Salmista: "El Señor estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos". Salmo 103. 19 RVR (1995). Creer en esto nos permite iluminar cada circunstancia, incluso las del pasado, con una nueva luz. Los sucesos que parecían terribles nos brindaron crecimiento y maduración. Sin embargo, entender que todo es para bien no nos exime del dolor. Más bien, nos llena de fe y confianza para aceptar nuestras pruebas como medios necesarios para nuestro crecimiento espiritual y material. A largo plazo, esto nos transforma en personas optimistas, ya que en cada situación que enfrentamos, utilizamos nuestra mente para encontrar una explicación positiva a la realidad.

La "Neuroteología" es un campo de estudio que investiga cómo el cerebro humano reacciona ante la meditación espiritual. Este análisis tiene el objetivo de encontrar manifestaciones físicas de Dios en el cerebro. La investigación implica inyectar un contraste radiactivo en el torrente sanguíneo para medir el flujo de sangre a través de las partes del cerebro. Cuando las personas meditan en Dios, un escáner 3D mostró un aumento de la actividad en los lóbulos frontales del cerebro. En cambio, cuando se realizó el mismo ejercicio en personas ateas, el escáner reveló que no fueron capaces de activar sus lóbulos frontales; más bien, su actividad disminuyó. Este experimento demostró que cuando una persona medita en Dios, no solo una parte del cerebro se involucra, sino que todo el cerebro lo hace. Los lóbulos frontales son una especie de aposento donde reposan las emociones y los pensamientos. Durante la oración, todo el lóbulo frontal se activa al estar concentrado en Dios, lo que evidencia una mayor actividad cerebral. Esto sugiere cambios en la estructura del cerebro, específicamente en el grosor de las áreas corticales. Por lo tanto, nuestra fe en el Señor no solo modifica nuestro cerebro, sino que también transforma nuestra manera de pensar, sentir y ver el mundo.

La perspectiva sin fe tiende a considerar las circunstancias como problemas, ya que no se cree que Dios tenga el control de todo. Sin esa convicción, las respuestas a las posibles causas de los sucesos siempre se buscan en el ámbito humano. Si Dios no está presente, entonces las circunstancias no tienen una razón benéfica en nuestra vida. Es cierto que no podemos entender todas las razones de por qué suceden las cosas, ya que el conocimiento de Dios no es igual al nuestro. Él es el creador y nosotros la creación. ¿Puede acaso la olla de barro cuestionar al alfarero sobre por qué la hizo de tal manera? Como dice Pablo: "Pero tú, hombre, ¿quién eres, para que alterques con Dios?" No obstante, hay un aspecto positivo al cuestionar lo que no entendemos, ya que, al hacerlo, estamos reconociendo que ese conocimiento escapa a nuestra comprensión. Por ejemplo, cuando Eliseo quiso premiar a la sunamita por su amabilidad, le profetizó que tendría un hijo el año siguiente. Ella, sorprendida, respondió: "No, señor mío, no te burles de tu sierva". No se trata de comprender cómo Dios actúa, eso escapa a nuestras capacidades. Imaginarlo es imposible porque estaríamos limitándolo a un plano lógico, donde es imposible que una mujer mayor pueda tener un hijo, tal como es imposible que un árbol sobreviva bajo el mar.

La fe supera nuestra realidad, es más grande que nuestros pensamientos, emociones y circunstancias. Intentar comprender todas las cosas de manera puramente lógica reduce todo a un plano terrenal donde la fe no tiene lugar. Es por lo que el Señor Jesús le dijo a Tomás: "No seas incrédulo, sino creyente", porque la incredulidad se aferra solo a lo demostrado.

La grandeza de Dios es tal que es inevitable cuestionarlo, porque si nadie lo hiciera, implicaría que nuestro entendimiento de él se limita a estándares humanos. Si pudiéramos comprender a Dios, significaría que él es similar a nosotros. Más bien, debemos vivir con la convicción de que todo sucede para nuestro bien a pesar de los cuestionamientos.

La fe se despierta en la oscuridad, cuando no entendemos por qué ocurren las cosas ni cuál es su propósito, pero aun así decidimos confiar. En cada circunstancia que optamos por hacerlo, permitimos que nuestra fe alcance un resplandor mayor, al punto de iluminar cada senda. Por eso, considero que el Señor Jesús nos enseña a través de esta parábola que si nos detenemos a pensar en cómo podría ser posible cada evento, jamás alcanzaremos nuestro milagro. En cambio, si adquirimos la perspectiva de la fe, decidiendo confiar en el poder de Dios aun sin entender los cómo, entonces ninguna circunstancia de la vida puede limitarnos. No esperes tener todas las respuestas para tener fe; ten fe y las preguntas se disiparán.

Gloria a Jesús 

Un café con Dios 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora