Chi sei♤

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No estaba totalmente segura de querer recuperar mi antigua vida; la extrañaba eso era cierto, pero volver significaba recordarla a ella y todo lo que había pasado. La razón del porqué dejé de ser la chica invisible del salón y de mejor promedió en la escuela.

[...]

Claro que lo había pensado, pero al final no importó nada. Adiós a la supuesta madurez de esta mañana y la confianza que mi padre había depositado en mí.

¡No podía creerlo!
¿Doscientas solicitudes de amistad? ¡Pero qué carajos!, no ser invisible era una cosa, pero pasar a ser ¿popular?

Comencé a revisar algunos perfiles y mi bandeja de mensajes, que estaba completamente llena.

《¿Qué pasó con miss Gamble?》

《¡Vuelve!》

《Pensaba que eras una mojigata, Fave.》

《Te invito a una fiesta hoy. Quiero que me cuentes todo.》

Estos eran sólo algunos de los mensajes que encontré de hace más de nueve meses, todos referentes a ella.
Resulta que meterte con un profesor/a era suficiente para "encajar".

Un gran chisme, una gran reputación.

No abrí, ni conteste ninguno de los mensajes, ni siquiera los de mis amigas a pesar de que las extrañaba; ya tendría tiempo para eso luego. Seguí ojeando desde la pestaña de inbox, hasta que me encontré con un mensaje muy extraño.

《¿Dónde estás?》

Era de un remitente sin foto. No preguntaba por el chisme, no era nadie que yo conociera para la pregunta tan personal que estaba haciéndome, el nombre abreviado (CB), no me sonaba y algo me decía que no debía abrirlo, mucho menos contestar, pero una vez más no me importó ignorar a la razón.

Si vas a romper las reglas, rómpelas todas y rómpelas bien.

《¿Quién eres?》

Fue lo único que se me ocurrió contestar y lo único que alcancé a escribir antes de que la batería del celular muriera. Lo puse a cargar sin encenderlo, era nuevo y no quería que se dañara. Terminé de vestirme y salí directo a mis clases; aunque seguía pensando en el mensaje, no podía detener mi vida y mis responsabilidades, no ahora.

[...]

—Oggi sei molto distratto—habló Michelle, con esa encantadora voz, esa que me trae de vuelta de dónde quiera que me encuentre.

—Mi dispiace. Penso di essere stanco oggi.

No era mentira lo que dije, sí estaba cansada, pero no de la clase, sino de pensar en aquel mensaje misterioso.
¿Quién era?, ¿conocía a la persona?, ¿por qué el nombre tan inusual?

—¿Vuoi andare a casa?

¿Irme a casa?, admito que no estaría mal descansar, pero no podía permitir que mi padre se enterara de que estaba distraída y me había retirado de la clase tan temprano. Seguro Chastain se lo comentaría y él no tardaría en unir los puntos con el hecho de haberme regalado un celular y eso pondría en riesgo todo.

—No, so di poter continuare. ¿Posso andare in bagno?

Sólo eso necesitaba, tomarme un segundo en el baño para luego seguir como si nada.

—Bene. Sai dov'è—Acomodó sus anteojos y volvió al escritorio.

Caminé en dirección al baño y al entrar me miré al espejo, respiré profundo y una fragancia extraña inundó mis fosas nasales; me llevó a un lugar conocido.

𝑴𝒊 𝒎𝒂𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑰𝒕𝒂𝒍𝒊𝒂𝒏𝒐 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora