¡Cazzo!

3K 266 250
                                    

POV' MICHELLE II.

Hubiera querido enfocarme en aquel beso, pero en lugar de eso, no podía sacar de mi cabeza lo que Ingrid había dicho sobre Ricardo y lo que supuestamente él había hecho.

Quizá ella tenía razón y yo estaba con un asesino.

[...]

El ser humano se mueve por tres simples cosas… Amor, deseo y poder. El deseo y el poder tienen emociones parecidas, pero son guiados por diferentes fines, y su falta de límites es lo único en común con el amor. El amor por el contrario nada tiene que ver con desasear poseer o ejercer poder y control sobre alguien; creo que eso todo mundo lo sabe. En mi opinión, el problema, el verdadero problema es que no nos conocemos del todo, pues estamos en constante cambio y es difícil canalizar cada cambio por más mínimo que sea. Si desde pequeños recibiéramos atención psicológica como una clase de lectura o matemáticas. Si para la sociedad no fuera un problema o algo que solo deberían hacer los locos, los que han tenido un trauma… Las cosas serían distintas. Ojalá fuera algo vital y tan importante como aprender a leer. Desgraciadamente, y creo que así como a quiénes nos gobiernan no les interesa que alguien estudie música o arte… Tampoco a la sociedad les interesa que seamos mentalmente sanos y capaces de elegir nuestra felicidad.

En mi caso, aún con mis conocimientos en psicología me es complicado canalizar cada pensamiento o sentimiento que desborde en mí una emoción. Y el mayor problema justo ahora es aceptar un sentimiento tan dañino; celos.

Celos de que Ingrid tenga mejor comunicación con Stephanie que yo o, quizá, que pase más tiempo con ella que conmigo. No hay coherencia en ninguno de los casos y no me he dado la oportunidad de averiguar que es lo que en realidad está pasando.

Sigo esperando que alguien más me diga que estoy perdidamente enamorada de Stephanie, tanto como para lanzarme al vacío. Pero en lugar de eso, en mi cabeza hay una voz que me dice que sólo quiero lanzarme a los brazos de Ingrid.

¿Por qué tenías que volver?

[...]

—¿Chris?

Sí, el novio de mi tía.

—¿El novio?

Cuando me enteré de la existencia de ese tal Chris, me llené de celos y rabia; ella seguía siendo la misma, la misma niña del colegio.

FLASHBACK.

—¿Te parece si estudiamos hoy?

—No, no creo que sea buena idea, Ingrid—respondí.

—¿Por qué no? ¿Sigues asustada por lo que pasó?—Me miró y sonrió cínica.

—No y ya te dije que no deberíamos hablar sobre eso aquí—Me sonrojé.

—¿Qué tiene?—Se me acercó—No es nada malo, sólo fueron un par de besitos de amigas.

—Tú sabes que no fue sólo eso—Me alejé.

—Bueno, si no quieres está bien—Se quedó pensativa—Estudiaré con alguien más—Me dio la espalda.

—¿Con alguien más?—pregunté con tristeza.

—Sí—respondió con frialdad.

—Y ¿con quién?—Quise saber.

—No lo sé… Con Iván, tal vez.

Me quedé en silencio y la vi marcharse sin titubear.

¿Por qué le dio tan igual que estudiáramos o no? ¿Por qué teniendo pareja, me besó? Porque ella siempre tiene a alguien más y yo soy solamente relleno.

𝑴𝒊 𝒎𝒂𝒆𝒔𝒕𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑰𝒕𝒂𝒍𝒊𝒂𝒏𝒐 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora