—¡Bum! ¡Está usted en lo cierto querido mentor!
Lysandro bajó de William, el cuál a duras penas pudo sentarse, pues su respiración se acortaba, la sangre seguía fluyendo fuera de su cuerpo. Frunció el entrecejo como no lo había hecho en mucho tiempo y miró furioso hacia él.
—¿¡Cómo se te ocurre sacarme de esta manera!? ¿¡Estás loco!?
—¡Ah! ¡Esa, esa es la expresión de quien recuerdo! El malvado maestro Wilder está de vuelta —Lysandro caminaba en círculos, alrededor de él. —como siempre, tenaz, mordaz y todo lo que termine en az... —se echó a reír. —¡Qué buen ass!
—¡Bastardo!
—¡Oh! ¿Así le hablas a tu querido seguidor? ¡Debería esparcir los rumores de cómo me tratas! Oh espera, no puedo... —dijo al rascarse la cabeza. —¡Pero maestro! Tengo tu colección de música, deberías tratarme con más cuidado, ¡Yo soy fiel seguidor incluso después de tu muerte!
—¿¡Seguidor!? ¿¡Seguidor!? ¡Mira cómo me tratas tú a mí! ¿¡Eso es ser un buen seguidor!?
—¡Buah! Aun en ese cuerpo de niño sigues teniendo la actitud de un anciano, ¿por qué no me sorprende?
—¡Y qué bueno que apareces! Porque tengo muchas cosas que preguntarte ¡Demasiadas!
—¿¡En serio!? —sus ojos se humedecieron. —¡Oh! ¿Soy especial? ¿¡A quién engaño!? ¡Claro que lo soy! ¡Soy F-A-B-U-L-O-S-O! ¡EXTREMADAMENTE FABULOSO! ¡FABULOSISIMO! ¡CUÁNTO ME AMO!
William acarició sus sienes.
—Ni después de tantos años cambias...
—Eso es porque solo soy así contigo, maestro —dijo con picardía. —¡Ah! Nadie me ha divertido tanto como tú, ¡Mírate! Has vuelto y eso es un alivio, ¡Un gran alivio para mi aburrido corazón! ¡AMO QUE ESTÉS DE VUELTA! ¡QUE LOS RUISEÑORES CANTEN! ¡AIAAA!
—¡SILENCIO! ¡Esto no se trata de divertirte! Aclárame algo Lysandro, ¿¡Por qué carajos estoy vivo!?
Lysandro frunció el ceño.
—¿¡¿AHHH?!? ¿A qué te refieres? ¿¡Qué no es bastante obvio!? ¡Alguien llamó a tu alma y estoy agradecido con esa alma! —dijo mientras daba vueltas con su sombrilla. —¡Llueve felicidad PLENA en mi corazón! ¡No tengo uno pero sé que llueve dentro de mí! Mmm... o quizá solo quiero hacer pipí...
—¡LYSANDRO!
—Hey...
—¡TÓMATELO EN SERIO! He vuelto, mi mentor murió asesinado, mi alumno que...
—¿Qué?
William tragó saliva con dificultad, recordaba lo mucho que se odiaban Lysandro y Darien, y también sabía perfectamente que Lysandro era muy posesivo y hacía de todo con tal de mantener a Darien lo más lejos posible. Desconocía la razón de ese comportamiento, pero creyó que si decía la verdad sobre que Darien no había perdido la voz, entonces Lysandro se encargaría de volverlo cierto.
—Quedó mudo y-
Lysandro rio.
—¡Ah! Ese pequeño canario entonces realmente perdió la voz, ¿Quién lo diría? Y pensé que era falsedad, pero diez años sin escuchar su canto es bastante creíble... —su ojo brilló sutilmente, pero William se percató de una sonrisa discreta formada en los labios de Lysandro. —Me siento algo mal por él... ya no puede discutir...
—Como su mentor, te pediré que no le hagas daño ¿Me has oído?
Lysandro volvió a sonreír, mirando con ceja alzada hacia él. En el iris de Lysandro podía vislumbrar William su rostro de preocupación, aunque también, su rostro del pasado. Sombrío y turbio.
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Sonata espectral de un alma solitaria. [EDITANDO]
JugendliteraturEn el pasado, William Wilder era el violinista más temido de toda Inglaterra. Amado y odiado por su don tan sublime sobre las cuerdas de su oscuro violín, pues no solo causaba contusión entre los vivos, sino también entre los muertos. Tras su fallec...