Capítulo 68 - Confrontación

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A primera hora de la mañana William partió junto a Darien rumbo a la tienda de ropa que visitaron con anterioridad, entró por sí solo mientras Darien lo esperaba fuera. El clima amaneció particularmente nublado, nubes grisáceas invadían el paisaje y una que otra gota traviesa golpeaba el rostro del castaño. Miró hacia el cielo mientras extendía la mano.

"No parece que vaya a mejorar", se dijo a sí mismo mientras hacía un puchero.

Pero una diminuta sonrisa se formó en su rostro al recordar el beso apasionado que compartió con la persona que amaba. Ambos en la oscuridad, ambos sintiéndose el uno al otro. Ninguna gota de alcohol que le hiciera dudar que aquello había sido verdad, que el beso que ese pelinegro le dio no era producto de lujuria desmedida, sino, por amor. Deslizó sus dedos sobre su labio inferior y lo mordió a medida que sonreía.

Pensó entonces que el clima, por muy grisáceo que pareciera, siempre habría de verse reluciente si tenía un recuerdo dulce en su corazón. Eso lo compensaba todo, eso era todo para él.

Dentro de la tienda hubo una conversación amena entre el vendedor y William, le tendió la tela y una lista de clientes.

"Es el único cliente que compra este tipo de traje en toda Inglaterra" explicó al señalar un nombre en específico

William engrandeció los ojos al leer el nombre completo y contrajo en su pecho la tela desgastada.

"Es muy curioso... parece que es fan de telas importadas" dijo el vendedor. "¿Es todo?"

William asintió, brindó dinero pero el vendedor se rehusó a aceptarlo.

"Debe ser importante para ti, considéralo como un favor exclusivo"

Las palabras que yacían dentro de William entorpecían, seguía procesando lo que acababa de leer. De ser cierto, entendía porque su cuerpo sentía escalofríos y comprendía ahora lo que Allen estaba tratando de decirle. Agradeció al vendedor y se despidió cordialmente. Este "Favor exclusivo" parecía ser adecuado para un día cómo este. Si iba a morir lo menos que podía recibir era cordialidad o actos de buena suerte. Salió de la tienda, contemplando la tela en la palma de su mano, y con sus dedos acarició el borde de la misma. Tenía una respuesta que no esperaba, pero ahora hacía falta la más importante..., ¿por qué? ¿Cómo pasó todo esto?

Inspiró profundo. Darien giró sobre sus talones en cuanto lo vio salir y esbozó una media sonrisa.

—¿Y bien? ¿Qué te dijo?

William guardó la tela en el bolsillo de su pantalón, tartamudeó un par de veces pero logró pasar desapercibido al reír.

—Nada, ¿puedes creerlo? Pensé que era un profesional

—¿De verdad? Creí que era el mejor en la zona

—Yo también... pero bueno, no podría esperar demasiado de un favor que surgió de un día para otro —dijo entre risas. —cómo sea, lo mejor será apresurarnos para el recital de esta noche, debes conseguirte un buen traje si quieres verme en primera fila

—¿Y tú?

—No te preocupes por mí, es lo de menos...

Antes de dar el paso, Darien lo sostuvo de la muñeca.

—No me refiero al traje, William... me refiero a si te sienta bien todo esto..., ¿no tienes miedo?

—¿A qué? ¿Al público? ¡Ja, ja! ¿Por quién me tomas cachorro? Vivo de ellos, consagré mi vida al espectáculo, ¿por qué habría de temerles?

Darien hizo un puchero.

—No es por ellos que temo, es por ti...

—Mi querido alumno cómo siempre cuidando de mi —expresó sonriente. —Darien, estoy bien, hacer esto resulta irónico cuando se trata de mi segunda vida, pero ¿qué puedo hacer? este era el sueño de Allen, lo menos que puedo hacer por brindarme la oportunidad de volver es concederle esto. No me quites el deseo de ser altruista, considera que es de esas pocas veces que me quito el saco de narcisismo para hacer buenas obras

Sonata espectral de un alma solitaria. [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora